Oriente Próximo

El primer ministro palestino presenta a Abás su dimisión y la de su gabinete

Mohammad Shtayyeh denuncia ante Abu Mazen los intentos de «convertir a la Autoridad Palestina en una autoridad que administre la seguridad, sin contenido político»

El primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, anunció el lunes en rueda de prensa que presentaría una carta de renuncia al presidente palestino Mahmud Abás. La dimisión del jefe del Ejecutivo ha provocado la salida en bloque de todo su gabinete. Hablando sobre el futuro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Shtayyeh, un economista académico quien asumió el cargo político en 2019, dijo a los periodistas que la próxima administración tendría que tener en cuenta la nueva realidad de la Franja de Gaza, destruida después de casi cinco meses de guerra, «las conversaciones de unidad nacional y la urgente necesidad de un consenso interpalestino». Además, requeriría «la extensión de la autoridad de la ANP a todo el territorio, Palestina».

El anuncio de Shtayyeh se produce mientras Estados Unidos abandera el movimiento para tratar de instituir reformas en la estructura de la ANP para que sea este cuerpo el que asuma el Gobierno de la Franja después de la guerra. También se produce cuando la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), cuyo comité ejecutivo es presidido por Abás, trata de incorporar a Hamás, la Yihad Islámica y otras organizaciones a sus filas también pensando en la postguerra de Gaza.

Shtayyeh dijo haber informado a Abás la semana pasada de su intención de devolverle el mandato de formar gobierno y, según diversos analistas tanto israelíes como palestinos, parece que el presidente no tiene prisa por aceptar su renuncia y es probable que tenga la intención de usarla para presionar a Estados Unidos, Israel y Hamás. Además de esperar a ver qué ocurre después de que las facciones palestinas se reúnan nuevamente en Moscú a finales de esta semana, donde se prevé que discutirán sobre la inclusión de Hamás y Yihad islámica en la OLP.

Cuando Israel se retiró de Gaza en 2005, la ANP gobernó la Franja hasta que, al año siguiente, unas elecciones, de las muy pocas que han celebrado los palestinos, arrojaron mejores resultados para Hamás. Y en 2007 los islamistas tomaron el poder por la fuerza expulsando violentamente a los funcionarios de Fatah.

La rivalidad entre las dos facciones palestinas es patente, y, sin embargo, la ANP, acusada de esclerotizada y corrupta, pensada originalmente como Gobierno interino producto de los acuerdos de Oslo de los años 90 y que nunca pasó de eso, con todos los problemas que ello conlleva frente a su pueblo, sabe que tiene que contar con Hamás de algún modo. Las encuestas muestran que la ANP es profundamente impopular entre los palestinos, pero sigue siendo el único organismo directivo generalmente reconocido por la comunidad internacional.

Los líderes palestinos dicen que su capacidad para ejercer una gobernanza eficaz ha sido efectivamente bloqueada por las restricciones israelíes, que han incluido la retención de ingresos fiscales adeudados en virtud de los acuerdos de Oslo. Durante meses, la ANP no ha podido pagar los salarios completos del sector público debido a una disputa por la negativa del Ministerio de Finanzas israelí a liberar parte de los fondos.

Por su parte, Israel acusa a la ANP de apoyar el terrorismo al financiar a las familias de los atacantes palestinos muertos por las fuerzas israelíes y por permitir material antijudío en los libros de texto escolares, entre otras cosas. Además, el Gobierno israelí ha recordado en diversas ocasiones que ni Abás ni nadie de su Gobierno ha condenado en ataque liderado por Hamás el 7 de octubre.

¿Tecnócratas en la Gaza de postguerra?

El diario Haaretz informó esta semana que Hamás y el ex alto dirigente de Fatah Mohamed Dahlan están tratando de establecer un gobierno de tecnócratas en Gaza, como alternativa al existente de Hamás. El diario también informó que tanto Hamás como otras facciones de Gaza presionan para que el próximo presidente palestino sea de Gaza o descendiente de una familia prominente del enclave.

El significado verdadero de la carta de renuncia de Shtayyeh no está del todo claro. Tampoco la capacidad real de Abás de conseguir esa alternativa gubernamental de consenso que no ha logrado (o no ha buscado) en 30 años desde los acuerdos interinos de Oslo.

Por ahora no se ha designado ningún sucesor al primer ministro de la ANP, pero se sospecha que Abás nombrará a Mohamed Mustafá, un exalto cargo del Banco Mundial que preside el Fondo de Inversión Palestina. Un político con experiencia en la reconstrucción de Gaza, algo a lo que ya se dedicó después de la guerra de 2014. En Palestina no se habla por ahora de nuevas elecciones, las últimas fueron en 2006.