Putin acusa al líder de Wagner de dar una "puñalada por la espalda" a Rusia

El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó hoy de traición la sublevación iniciada anoche por el grupo de mercenarios Wagner, encabezado por Yevgueni Prigozhin, y afirmó que los responsables pagarán por ello.

Menos de 24 horas después de la sublevación Wagner, el mandatario ruso se ha dirigido brevemente a la nación. El desafío de Prighozin supone un auténtico reto para Putin, quien está invadiendo a su país vecino (desde el 24 de febrero de 2022), y quien suele reprimir a cualquier tipo de críticas o voz opositora en Rusia.

El discurso televisado de Putin se ha titulado: "Un llamamiento a los ciudadanos de Rusia", según ha difundido después el Kremlin.

"El que organizó y preparó la rebelión militar traicionó a Rusia y responderá por eso", afirmó durante un discurso a la nación difundido por la televisión pública.

Putin aseguró que se trata de "una puñalada por la espalda" a las tropas y al pueblo de Rusia y que la sublevación responde a las "ambiciones personales" de Prighozin.

"A lo que nos enfrentamos es precisamente a la traición. La ambición desmedida y los intereses creados han llevado a la traición. Traición a la patria, al pueblo y a la causa por la que los soldados y mandos del grupo Wagner habían luchado y muerto, codo con codo con nuestras unidades", ha sentenciado Putin.

El mandatario de Rusia trata con su discurso de dar la imagen de tener la situación bajo control. Así, Putin mencionó también los acontecimientos de 1917, "cuando rusos mataban a rusos" durante una sangrienta guerra civil.

Eso sí, en ningún momento de la comparecencia Putin ha nombrado directamente a Prigozhin por su nombre. Pero sí pide a los mercenarios Wagner que depongan las armas. "Quienes han sido empujados a la provocación de esta rebelión militar" que depongan las armas, ha señalado Putin.

"Cualquier agitación interna es una amenaza mortal para nuestro estado como nación; representa un golpe para Rusia, para nuestro pueblo y para las acciones que estamos emprendiendo para proteger a nuestra patria", ha manifestado.

"Nuestras acciones para defender a la patria de esta amenaza serán durísimas, y sus responsables serán llevados ante la Justicia", ha aseverado Putin, quien no obstante ha confirmado que la situación en Rostov es "difícil" y que sus fuerzas están intentando ahora estabilizar la situación.

Y es que Putin promete castigar a los "traidores" del grupo paramilitar Wagner por rebelión.

El mandatario ruso ha reconocido que "la situación en Rostov del Don sigue siendo difícil durante el levantamiento armado".

En su esperado discurso a la nación en pleno caos generado por el grupo Wagner, Putin añadió que, en este momento, "se requiere unidad, consolidación y responsabilidad".

"Aquellos que lleven deliberadamente por el camino de la traición, preparando una rebelión armada cuando se estaban preparando atentados terroristas, serán castigados", inisistió Putin.

Putin hizo hincapié en que Rusia había sido "traicionada por quienes intentan organizar un motín, empujando al país hacia la anarquía y el fratricidio". En opinión del mandatario ruso, la ambición desmedida y los intereses creados han llevado a la traición".

Putin dijo que era un "golpe para Rusia", y añadió: "La agitación interna es una amenaza mortal para nuestro Estado, para nosotros como nación".

Para el mandatario ruso, "cualquier agitación interna es una amenaza mortal a nuestra condición de Estado, para nosotros como nación; es un golpe a Rusia para nuestro pueblo y nuestras acciones para proteger nuestra patria. Tal amenaza se enfrentará a una respuesta severa".

Y por si alguien tiene alguna duda, Putin se refirió a la invasión rusa de Ucrania. Usando su habitual retórica propagandística, Putin aseveró que Rusia estaba "rechazando la agresión neonazi".