Política

Rusia

Putin, al rescate de Italia

El presidente ruso, dispuesto a comprar bonos italianos tras la visita del «premier» Conte a Moscú.

Vladimir Putin recibió el miércoles en Moscú al «premier» italiano, Giuseppe Conte
Vladimir Putin recibió el miércoles en Moscú al «premier» italiano, Giuseppe Contelarazon

El presidente ruso, dispuesto a comprar bonos italianos tras la visita del «premier» Conte a Moscú.

La última vía de financiación para Italia podría pasar por Rusia. El apretón de manos entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, de visita en Moscú, levantó especulaciones sobre la posible compra de deuda del país transalpino por parte de Rusia. Ambos protagonistas lo negaron, pero eso no evitó que diarios como «Il Sole 24 Ore», la principal referencia económica en Italia, abrieran ayer sus ediciones asegurando que Putin está dispuesto a comprar bonos italianos. Lo más que dijo el interesado es que no tiene «restricciones» en este sentido y que opina que «la economía italiana tiene bases muy sólidas». Desde Roma, la búsqueda de financiación en la periferia viene ya de lejos.

Este mismo mes fue el vicepresidente y líder de la Liga, Matteo Salvini, quien acudió a un acto de la patronal italiana en Moscú, donde defendió el fin de las sanciones a Rusia. No es ningún misterio la simpatía del líder ultraderechista por este país, desde donde se le ha acusado de recibir financiación.

Pero si hay una capital a la que Italia ha tratado con mimo hasta ahora es Pekín. Allí ha viajado en los últimos meses no solo la plana mayor del Gobierno, sino empresarios y responsables de instituciones financieras. Como ha ocurrido con Rusia, desde el Ejecutivo siempre han negado que estuvieran buscando que China comprara deuda italiana, a través de los fondos soberanos de aquel país. Pero los expertos subrayan cómo Italia está privilegiando a estos otros actores.

Con la confirmación del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, del fin del programa de compra de deuda pública a finales de este año, el tiempo apremia. Italia debe colocar 400.000 millones el próximo año y, de momento, los inversores le están dando la espalda. Según los datos del Banco de Italia, desde mayo a agosto ha habido una fuga del 10% de títulos de Estado en manos de capital extranjero. Tras la visita de Conte a EE UU en julio, la prensa italiana publicó que también Donald Trump se habría ofrecido a comprar bonos italianos.

Lo cierto es que con la prima de riesgo por encima de los 300 puntos desde hace casi dos semanas, el desafío presupuestario del Gobierno populista le sigue costando dinero cada día al Estado. El escenario de las posibles sanciones aún queda lejos, pero el castigo de los mercados hace temer por el estado de sus cuentas y de los bancos.