Guerra en Ucrania

Putin visita por segunda vez los territorios ocupados en Ucrania

El líder ruso se reúne con los mandos militares en Lugansk y Jersón para prepararse ante la contraofensiva ucraniana

La visita sorpresa de Vladimir Putin a los territorios ocupados por Rusia en el este de Ucrania fue retransmitida a bombo y platillo ayer por todos los medios de comunicación del país. Una visita que tiene lugar en un momento muy importante de la campaña militar rusa, cuando Moscú se prepara para una esperada contraofensiva por parte del Ejército ucraniano y mientras los avances sobre el terreno no son significativos.

La sensación que se percibe es la de inmovilidad y es posible que ambos ejércitos se estén rearmando para un recrudecimiento de la guerra. El jefe del Kremlin visitó la región de Jersón, donde presidió una reunión del mando militar en la zona, para desplazarse posteriormente a Lugansk para reunirse con altos mandos de la guardia nacional. El interés por la visita está relacionado con las contadas veces que el líder ruso se ha desplazado a las zonas en conflicto desde que Moscú lanzara su ofensiva en febrero del año pasado. En marzo, Putin viajó a la península de Crimea y a la ciudad de Mariupol. Las imágenes captadas por las cámaras de televisión rusas mostraban en medio de la noche al presidente conversando con algunos habitantes de la ciudad, en una barriada reconstruida.

El Kremlin no ha dado más detalles de la visita, quedando sin confirmar si la misma tuvo lugar ayer o días antes, lo cierto es que desde Moscú siempre han llevado con total discreción los viajes del presidente a las zonas en conflicto por miedo a atentados. Se sabe que Putin se trasladó a Jersón en helicóptero, continuando el viaje en coche. «No quiero distraerlos de sus deberes directos, por lo que estamos trabajando aquí de manera breve pero concreta. Es importante para mí escuchar su opinión sobre cómo se está desarrollando la situación», les decía el jefe del Kremlin a los oficiales reunidos en Lugansk, liderados por el coronel general Alexander Lapin, que informó al presidente de la situación de las tropas. En el cuartel general de las tropas de Dnipro en Jersón, Putin escuchó los informes de los comandantes de las fuerzas aerotransportadas.

Las zonas visitadas se encuentran en el punto de mira de Kyiv como objetivos prioritarios a la hora de esa contraofensiva que se viene barruntando desde hace meses y para la que Ucrania ha venido pidiendo ayuda militar a Occidente. Por su parte, Rusia ha podido levantar en la zona tres líneas completas de defensa a unos 120 kilómetros de Zaporiyia, según el Ministerio de Defensa británico. Un informe apunta a que la preparación llevada a cabo por el Ejército ruso en la zona consiste en una primera línea de posiciones de combate avanzadas, que continúan con dos franjas de defensa ya unidas y mucho más complejas. Cada zona estaría localizada entre 10 y 20 kilómetros detrás de la línea del frente. El Ministerio ruso de Defensa baraja una primera ofensiva ucraniana en Melitopol. «Las defensas tienen el potencial de ser obstáculos formidables, pero su utilidad depende casi por completo de que estén respaldadas por suficiente artillería y personal», apunta el texto.

Sigue siendo un misterio el número de bajas en ambos bandos y la cantidad de efectivos con los que cuenta Rusia. La sospecha de una segunda movilización del Kremlin cobra cada vez más fuerza entre la población rusa. Para evitar salidas masivas del país por parte de hombres en edad militar, Putin firmó el viernes una nueva ley que informará a los movilizados de manera electrónica a través del perfil personal de cada ciudadano. De esta manera, si alguien es llamado al frente tendrá la obligación de presentarse en su centro de reclutamiento antes de 20 días, de lo contrario se vería imposibilitado de ejercer algunos de sus derechos, como el de salir del país, conducir un coche o pedir créditos bancarios. Oficialmente, el Kremlin niega nuevas movilizaciones y se han intensificado las campañas para la contratación de soldados que quieran combatir en Ucrania a cambio de un sueldo alto. Según los planes de Defensa, en Rusia se podrían convocar a cerca de 150.000 jóvenes para el servicio militar, obligatorio en Rusia y con un período de instrucción de 48 meses.

Aunque sin formar aún, el Ministerio de Defensa podrá enviarlos a zonas de despliegue de tropas o territorios fronterizos a lo largo y ancho del país, incluida la frontera oeste. El presidente ruso firmó recientemente el decreto por el cual el Ministerio ruso de Defensa podrá ampliar el Ejército a un millón y medio de efectivos. Paralelamente, Rusia ha comenzado su plan de colocar armas nucleares tácticas de corto alcance en la vecina Bielorrusia, ex república soviética que se mantiene fiel al régimen de Moscú.

Este martes los ministros de Asuntos Exteriores del G-7 condenaron en su reunión en Japón este plan al que calificaron como de «inaceptable» para el mantenimiento de la paz mundial, avisando de «graves consecuencias» si Rusia utilizara en el futuro armas nucleares, químicas o biológicas.