Guerra en Gaza

Qatar y Egipto, muñidores de un acuerdo en el aire

Las delegaciones qatarí y egipcia acercan posturas entre Israel y Hamás para alcanzar una tregua en Gaza

CAIRO, Nov. 10, 2023 -- Egyptian President Abdel-Fattah al-Sisi (R) meets with Qatari Emir Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani in Cairo, Egypt, on Nov. 10, 2023. Egyptian President Abdel-Fattah al-Sisi and the visiting Qatari Emir Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani discussed on Friday the Israeli military escalations in the Gaza Strip and their regional repercussions, the Egyptian presidency said in a statement. (Foto de ARCHIVO) 10/11/2023
El emir Tamim Bin Hamad al-Thani y el presidente egipcio Abdel Fattah El SisiEuropa Press/Contacto/Egyptian PEuropa Press

Aceptado en la noche del lunes por Hamás y rechazado por el Gobierno de Israel –por estar lejos de satisfacer sus demandas–, el acuerdo para el alto el fuego propuesto por Qatar y Egipto constituye en estos momentos la esperanza más tangible para el fin de la violencia y el futuro de la población civil de la Franja de Gaza, especialmente para la que se concentra en Rafah. El gabinete presidido por Benjamin Netanyahu –las FDI ya han entrado en Rafah y controlan el paso meridional de Gaza con Egipto– mantiene que la guerra continuará hasta derrotar definitivamente a Hamás y proseguirá una vez se haya implementado un eventual acuerdo.

El plan propuesto por los citados dos países árabes llega después de varios días de intensa actividad diplomática con el El Cairo –durante el fin de semana– y Doha –el lunes– como escenario y con representantes de Qatar, Egipto y Estados Unidos como protagonistas. La propuesta plantea la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás desde el 7 de octubre –se estima que un centenar de ellos se mantienen con vida– y de varios reos palestinos que cumplen pena en cárceles israelíes a cambio del fin de las hostilidades en tres fases, cada una de las cuales se prolongará durante seis semanas.

En una primera etapa deberá producirse un alto el fuego temporal con una retirada de las fuerzas israelíes al este de la Franja, zona menos poblada. Hamás tendrá que liberar progresivamente hasta 33 rehenes en este período –mujeres, mayores de 50, enfermos y civiles de menos de 19 años–, e Israel hacer lo propio con 30 presos palestinos. En la segunda fase deberá tener lugar el cese permanente de la actividad militar israelí y la retirada completa de Gaza, momento en el que se producirá un nuevo intercambio de presos (será el turno de los soldados israelíes). Durante la tercera y última fase del acuerdo habrá de completarse el intercambio de prisioneros y comenzar un plan a cinco años para la reconstrucción de Gaza.

Doha y El Cairo reclaman liderazgo regional

El acuerdo, en fin, no puede entenderse sin la mediación entre la organización islamista palestina y Tel Aviv de dos países de la región: Qatar, minúscula y poderosa monarquía socia de Estados Unidos y protectora de Hamás a un tiempo, y Egipto, vecino de Israel y frontera de Gaza y uno de los cinco países árabes que mantienen relaciones diplomáticas con Tel Aviv. En competencia, ambos Estados exhiben sus ambiciones de liderazgo regional ante el largo escenario de la posguerra en Gaza.

No son los únicos: importante ha sido el papel diplomático desempeñado en los últimos meses por la monarquía jordana, también sólido aliado de Occidente e Israel, como quedó de manifiesto en su actuación durante la crisis entre Tel Aviv y la República Islámica de Irán en la jornada del 14 de abril pasado. Y clave ha sido la presión ejercida por la Administración Biden. No en vano, Washington estuvo representado en Doha por Bill Burns, el director de la CIA.

El pasado día 29 de abril, mientras en El Cairo se reunían en una nueva ronda de negociaciones miembros de la dirección de Hamás con representantes de Egipto y Qatar, el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken pedía desde la capital saudí a la organización palestina que aceptara la «extraordinariamente generosa» oferta de alto el fuego de Israel a cambio de la liberación de los rehenes.

Hace una semana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conversó por teléfono con los líderes de ambos países árabes, el emir Tamim Bin Hamad al-Thani y con el presidente egipcio Abdel Fattah El Sisi, para discutir la propuesta de cese de las hostilidades. En un comunicado, la Casa Blanca habló de que el acuerdo entonces «sobre la mesa» se basaba en la «liberación de los rehenes a cambio de un alto el fuego inmediato y sostenido».

Las autoridades israelíes se encuentran aún lejos de acepar el acuerdo y proseguían sus planes en el sur de Gaza. Según oficiales israelíes citados, la Administración Biden conocía los detalles del acuerdo propuesto por las autoridades qataríes y egipcias antes del anuncio de Hamás, pero no informó a Tel Aviv. Un extremo que ha provocado el malestar de las autoridades israelíes en un momento de tensión entre Washington y Tel Aviv. Así lo revelaba en las últimas horas uno de los periodistas mejor informados, el israelí Barak Ravid, del digital Axios.

Con arreglo a los tres altos funcionarios israelíes, el anuncio de Hamás el lunes sorprendió al Gobierno de Netanyahu y el acuerdo aceptado por el partido y milicia palestino contenía «muchos nuevos elementos» que no constaban en la última propuesta de Qatar, Egipto y Estados Unidos y aceptada por Tel Aviv hace diez días. La idea ha sido ampliamente recogida por los medios israelíes. Con arreglo a estas mismas fuentes, el director de la CIA conocía los nuevos términos del plan. La posición oficial de las autoridades estadounidenses ha sido la de no pronunciarse sobre el acuerdo y la posición de Hamás.

En las próximas horas, reunidas en El Cairo y con presencia de representación israelí, las autoridades qataríes y egipcias seguirán siendo fundamentales a la hora de acercar a las partes a fin de la consecución definitiva del alto el fuego. Qatar acoge en su suelo de manera simultánea a la dirección política de Hamás y las mayores instalaciones militares de Estados Unidos en Oriente Medio, la base aérea de Al Udeid. Por su parte, Egipto, primer país árabe en firmar la paz con Israel, es uno de los principales receptores de ayuda del Gobierno estadounidense, en torno a 1.300 millones de dólares anuales.