Tierra

Por qué la Antártida no tiene dueño: nadie en la historia ha logrado colonizar el "continente blanco"

Varios países reclaman su soberanía y científicos de todo el mundo realizan investigaciones en la región, pero este lugar inhóspito y frío no pertenece a ninguna nación pese a históricas disputas

La Antártida es una fuente de abundantes recursos naturales e investigaciones científicas, pero nadie tiene su soberanía
La Antártida es una fuente de abundantes recursos naturales e investigaciones científicas, pero nadie tiene su soberaníaDreamstime

La Antártida es el gran desconocido del planeta Tierra. Temperaturas extremadamente bajas y poca humedad son las características principales de un continente cuya extensión es más grande que Oceanía o Europa, y en el que el hielo reina sobre todas las cosas. pues es el único lugar sin población indígena. Tanto es así, que nunca ha sido colonizado, ni pertenece a nadie. Pese a ser uno de los lugares más anhelados del mundo, está lejos de ser como el resto de continentes aunque varios países reclaman su soberanía.

Este extenso territorio helado abarca catorce millones de kilómetros cuadrados. Se le denomina "continente blanco" por ser el más frío, seco, ventoso y por supuesto, inhóspito. Y aunque no lo parezca, es muy disputado por varios países del globo.

Un lugar que alberga varios récords gracias a su clima. Allí se ha registrado la temperatura más baja del planeta, siendo esta de 93 grados bajo cero. También, los vientos más furiosos que alcanzan los 300 kilómetros por hora, y el hielo acumulado es de cuatro kilómetros de espesor. Científicos de todo el mundo visitan y trabajan en la Antártida desde hace décadas, investigando su naturaleza, el deshielo y su repercusión en el cambio climático, lo que le hace epicentro de la investigación mundial.

¿Qué países reclaman la soberanía de la Antártida y cuántos tienen bases permanentes?

La existencia de la Antártida se intuía desde hace miles de años, pero fue el último continente descubierto por el ser humano. Son varias las teorías sobre quién fue el primero en llegar al continente helado, y la más extendida, fue la del explorador español Gabriel de Castilla divisó unas islas, tal vez las Shetland del Sur, en 1603, pertenecientes a la región. También se habla de una expedición rusa hace unos doscientos años.

Alrededor de cuarenta países tienen bases permanentes aquí, entre ellos Estados Unidos, Rusia, Alemania o China, pero también España, con un total de dos. Sin embargo, el denominado Polo Sur no pertenece a nadie, pese a los reclamos de varios países durante décadas.

Colinda con lugares como Argentina -el primero en instalar una base en la región-, Australia, Chile o Nueva Zelanda, pero quedan lejos de su frontera. Y además de estos cuatro fronterizos, Francia, Noruega o Reino Unido también han querido ser los "dueños" de la Antártida. Sin éxito.

Qué es el Tratado Antártico y por qué ningún país logra la soberanía de la Antártida

El 1 de diciembre de 1959 se firmó el Tratado Antártico, administrado por un acuerdo internacional en 1961 y originalmente firmado con los siete países con pretensiones soberanas más otros cinco (Bélgica, EEUU, Japón, Sudáfrica y Rusia) con el fin de evitar una escalada militar y coincidiendo con la Guerra Fría que azotaba a las diferentes regiones del mundo.

Aquel acuerdo estableció que el continente se convirtiera en una reserva científica internacional, congelando las reclamaciones territoriales existentes y además, prohibiendo cualquier prueba nuclear y toda actividad que no tuviera que ver con investigaciones científicas. Por otro lado, a pesar de que la prospección petrolera y minera está prohibida por el Tratado Antártico, sí se puede explorar con fines científicos.

Con el tiempo, otras cuarenta y dos naciones -entre ellas España, en 1998- se unieron al Tratado, y de todos los firmantes, veintinueve tienen poder de voto y de toma de decisiones sobre el futuro de la región helada.

Pese a todo esto, el continente se encuentra amenazado por un gran cúmulo de factores. El primero de ellos y principal amenaza, es el cambio climático, que tiene consecuencias como el deshielo. Pero también la llegada de especies invasores, la pesca ilegal, la contaminación e incluso el turismo masivo, pues miles de personas visitan el lugar anualmente y dejan una "huella humana" que no es compatible con la naturaleza antártica.