Oriente Medio

Por qué EEUU no quiere reconocer un Estado Palestino como ha hecho España

Washington pide que esta decisión no se adopte de forma unilateral sino de forma negociada

President Joe Biden speaks about the PACT Act, Tuesday, May 21, 2024, in Nashua, N.H. (AP Photo/Robert F. Bukaty)
Joe BidenASSOCIATED PRESSAgencia AP

Como recuerda Greg Myré, cuando Israel declaró su condición de Estado en 1948, el presidente estadounidense Harry Truman dio su respaldo apenas 11 minutos después, convirtiendo a Estados Unidos en el primer país en reconocer a Israel como nación. Truman utilizó su autoridad presidencial para actuar unilateralmente. El argumento en la Casa Blanca para reconocer la existencia del estado palestino es justa la contraria. EEUU cree que esta decisión -la misma que han adoptado España, Irlanda y Noruega- no se puede adoptar de forma unilateral sino que tiene que ser parte de una solución dialogada entre los actores implicados y la comunidad internacional.

Estados Unidos ha expresado preocupación por la estabilidad política de la región y se ha mostrado reacio a reconocer un Estado palestino hasta que haya un gobierno palestino unificado. Actualmente, la élite política palestina está dividida entre la Franja de Gaza -controlada por Hamás- y la parte occidental -Cisjordania- controlada por la Autoridad Palestina y el partido Al Fatah.

Dicho reconocimiento por parte de Washington también depende de un proceso de paz que conduzca al reconocimiento israelí de un Estado palestino, y en este momento eso parece muy improbable en el corto y mediano plazo, más incluso después de la masacre de Hamás del 7 de octubre en la que murieron asesinados más de 1.300 personas en territorio hebreo.

La posición de Estados Unidos sobre el posible reconocimiento palestino también está determinada por su estrecha relación con Israel. Washington ha sido un firme partidario de Israel desde su fundación en 1948 y proporciona anualmente una importante ayuda militar y económica como aliado clave de la región.

Un paso de tal magnitud por parte de EEUU requeriría abordar temas muy complejos como son el estatus de Jerusalén, que ambas partes reclaman como capital, así como el destino de medio millón de colonos judíos en Cisjordania. Además, habría que elaborar acuerdos de seguridad, junto con el "derecho de retorno" de cientos de miles de palestinos a sus hogares y tierras perdidas en conflictos que se remontan a la guerra de 1948.