Desapariciones

Por qué los investigadores rechazan que Julia Wendel sea Madeleine McCann

La joven polaca afirma que tiene la misma marca en el ojo que Maddeleine McCann y dos lunares iguales. Además, insiste en que fue abusada sexualmente cuando era niña por uno de los sospechosos de la investigación

"Soy Madeleine McCann y tengo pruebas para demostrarlo"
"Soy Madeleine McCann y tengo pruebas para demostrarlo"Instagram

El caso de Julia Faustyna Wendel ha revolucionado las redes sociales desde que la joven polaca decidiera compartir su historia, en la que afirma que es Madeleine McCann. Lo cierto es que según su argumentación, merecería al menos algún interés por parte de los investigadores británicos o alemanes, pero no ha sido así. Julia tiene 22 años, es de origen polaco, es adoptada y vive en Alemania.

Hace unas semanas, un comentario de su abuela le hizo sospechar sobre su pasado y decidió investigar. A pesar de que el caso Madeleine McCann es mundialmente conocido, la joven polaca lo desconocía. Pero según empapaba cada vez más en el caso, más claro lo tenía. Ella podía ser Madeleine McCann. Tiene la misma marca en el ojo, dos lunares en las piernas en los mismos lugares que la pequeña británica y al mirar las fotos de la niña y de Kate y Jerry McCann comenzó a ver cada vez más similitudes entre su aspecto y el de los McCann. Lo único que no cuadraba era la edad. Maddie tendría ahora 19 años y ella ha cumplido los 22.

Cuando trató de indagar sobre su pasado, tanto sus padres como su abuela se negaron a aportarle detalles y se mostraron esquivos, así que su principal objetivo para poder salir de dudas era encontrar su partida de nacimiento. Pero fue una tarea imposible. De su infancia, poco recuerda, solo vagas imágenes. Pero, entre ellas, una le marcó de por vida. Un hombre abusó sexualmente de ella cuando era pequeña. No recordaba su cara, pero al bucear en la investigación del caso, vio la imagen de uno de los sospechosos y se le encendió una luz: Era él. El pedófilo alemán investigado por el secuestro y asesinato de Madeleine McCann fue el que la violó.

En esta situación, Julia se puso en contacto con Scotland Yard y con la fiscalía alemana y en ambos casos le dieron de lado. Nadie la creía. No tenía apoyos. Así que pensó que a través de las redes sociales podría lograr llamar la atención y llegar a los McCann para que accedieran a hacerse una prueba de ADN que confirmara o descartara su hipótesis.

En una semana, ha logrado más de 25.000 seguidores en su cuenta de Instagram iammadeleinemccan y su mensaje ha llegado a su destino. La familia de Maddie estaría dispuesta a realizar la prueba. Kate y Gerry nunca descartan una posible prueba y, en este caso, es mejor salir de dudas cuanto antes.

En cambio, la familia de Julia se ha dado la espalda y la han acusado de estar mentalmente perturbada, de dar falsas esperanzas a la familia de la pequeña británica y ha llegado a amenazarla con echarla de casa. Pero Julia no desiste y continúa su cruzada. En uno de los últimos post se la puede ver llorando de desesperación porque nadie la cree. Ni siquiera su novio, que ha ha amenazado con dejarla.

Pero si esta joven polaca está tan convencida de ser Madeleine, ¿por qué las autoridades británicas y alemanas no han perdido ni un segundo en escuchar su relato?¿Por qué los diarios británicos, muy dados al sensacionalismo, no llevan en la parte alta de sus portadas un caso como este que lleva encogiendo el corazón de los ingleses desde hace casi 16 años?

¿Qué pasó con Madeleine McCann? La última esperanza para encontrarla tras quince años de su desaparición
¿Qué pasó con Madeleine McCann? La última esperanza para encontrarla tras quince años de su desapariciónAgencia EFE

Desde hace semanas, el caso de Nicola Bulley, una asesora inmobiliaria de 45 años desaparecida en enero, y cuyo cuerpo sin vida ha sido encontrado recientemente, copa la mayoría de las portadas. En condiciones normales, un caso como el de Julia habría ocupado todas las portadas pero lo cierto es que para encontrar alguna noticia sobre la joven polaca hay que buscarla porque no está a simple vista. Esto da muestras de lo que significa el caso para los británicos y la poca credibilidad que le dan. La herida sigue abierta y, aunque siguen informando, no le están dando la relevancia que merecería en otras circunstancias.

Buena parte de culpa la tiene la respuesta de Scotland Yard, que no ha dado ninguna credibilidad al testimonio de la joven, por lo que se ha negado a realizar las pruebas de ADN que ella ha solicitado. Son muchos los casos de falsos testimonios a los que se han enfrentado desde el fatídico 3 de mayo de 2007, fecha en la que la pequeña Madeleine, a punto de cumplir los 4 años, fue secuestrada de su cama en un complejo hotelero de Praia da Luz mientras sus padres cenaban con unos amigos en un restaurante cercano.

Imagen de una de las fichas policiales de Christian Brueckner
Imagen de una de las fichas policiales de Christian BruecknerLa RazónLa Razón

La policía metropolitana utilizó un programa de envejecimiento facial para ver cómo sería Maddie a día de hoy y los rasgos no coinciden con las imágenes compartidas por Julia. La conclusión fue clara: No se parecen en nada. Scotland Yard mantiene que la joven británica fue asesinada poco después del secuestro. La Fiscalía alemana, por su parte, tampoco le ha dado credibilidad. Desde el primer día, Hans Christian Wolters, responsable de la investigación, ha dejado claro que el culpable es Christian Brueckner, un pedófilo alemán convicto de 45 años. Wolters ha dicho en varias ocasiones que tiene pruebas de que Brueckner secuestró y asesinó a Madeleine pocas horas después.

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La Fiscalía alemana aseguró en junio de 2020 que la menor estaba muerta y desde ese momento no ha parado de insistir en que tienen pruebas pero que quieren tenerlo todo lo suficientemente atado para poder llevarlo a juicio y condenarlo. Han pasado casi tres años y Brueckner sigue en prisión cumpliendo condena por la violación de una turista norteamericana en El Algarve. De forma paralela, van surgiendo otros casos de abusos sexuales en los que estuvo implicado y por los que será llevado a juicio.

Imagen de la furgoneta en la que vivía Brueckner en día de la desaparición de Madeleine McCann
Imagen de la furgoneta en la que vivía Brueckner en día de la desaparición de Madeleine McCannLa Razónfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@546dec3d

Sin embargo, Brueckner ha defendido su inocencia desde el primer momento y ha acusado a la fiscalía alemana de haber actuado de forma corrupta con él, al haberle engañado para poder detenerle, primero, y, segundo, por acusarle de algo de lo que no tienen pruebas.

Lo cierto es que la lo largo de los últimos años ha surgido numerosas pruebas que podrían vincularle, pero ninguna de manera oficial. El secretismo de la investigación respecto al caso es total. La prueba incriminatoria que tiene Wolters podría ser una muestra de tejido del pijama de Madeleine encontrado en la furgoneta del pedófilo alemán.