
Geopolítica
Qué es el mapa Mercator y por qué África pide a Occidente cambiarlo por otro
La Unión Africana quiere reemplazar esta proyección creada hace 450 años porque minimiza la dimensión del continente en el planeta

África es tres veces más grande que Europa, pero en el mapa más difundido del planeta, el de Mercator, las proporciones parecen contar otra historia. El continente africano, con 30,3 millones de kilómetros cuadrados y 1.500 millones de habitantes, aparece reducido frente a Groenlandia, una isla de 2,5 millones de kilómetros cuadrados y apenas 57.000 personas, que se muestra casi de su mismo tamaño.
La Unión Africana (UA), que reúne a 55 Estados del continente, decidió dar un paso simbólico y político para cambiar esa percepción. El lunes anunció su apoyo a la campaña Correct The Map (“Corrijan el mapa”), que busca que gobiernos, escuelas, empresas y organizaciones internacionales dejen de utilizar la proyección de Mercator como referencia y la sustituyan por alternativas como la proyección Equal Earth, creada en 2018.
La iniciativa, afirman sus promotores, no se limita a un asunto técnico de cartografía. Para muchos, es también una cuestión de poder, percepción e identidad global.
Una imagen que distorsiona la realidad
El mapa de Mercator fue creado en 1569 por el cartógrafo alemán Gerardus Mercator, con un objetivo muy concreto: facilitar la navegación marítima de los exploradores europeos. Su diseño cilíndrico permitía a los navegantes calcular trayectorias rectas con base en la brújula. Sin embargo, al proyectar una esfera sobre una superficie plana, la técnica deformaba inevitablemente las proporciones de los territorios.
Cuanto más cerca de los polos, mayor era la distorsión. Así, regiones como Norteamérica y Europa aparecen exageradas, mientras que los continentes situados en torno al ecuador, como África y Sudamérica, quedan minimizados.
La vicepresidenta de la Comisión de la UA, Selma Malika Haddadi, lo resumió en una entrevista con Reuters: “Puede parecer que solo es un mapa, pero en realidad no lo es. La proyección Mercator fomenta la falsa impresión de que África es marginal”.
El impacto de esa percepción se extiende a la educación, la política y la cultura global. Durante más de 450 años, la visión del mundo de millones de personas se ha formado con base en una imagen “errónea”, según denuncia el sitio web de la campaña Correct The Map.
Los impulsores de la iniciativa defienden el uso de proyecciones como Equal Earth, desarrollada en 2018 precisamente para mostrar con mayor fidelidad las proporciones de los continentes. En ella, África aparece con su verdadera magnitud, empequeñeciendo a Europa y a otras regiones tradicionalmente sobredimensionadas en el mapa de Mercator.
La campaña subraya que no se trata solo de una cuestión visual: la reducción de África en los mapas es también un reflejo simbólico de la subestimación del continente en la geopolítica mundial.
La directora ejecutiva de Africa No Filter, una de las organizaciones detrás de la campaña, ha llegado a calificar la proyección de Mercator como “la mayor campaña de desinformación”.
Los cartógrafos saben desde hace siglos que es matemáticamente imposible representar de manera perfecta la superficie curva de la Tierra sobre un plano. Cualquier proyección sacrifica algo: proporciones, formas o distancias.
En el caso de Mercator, la utilidad para la navegación se logró a costa de distorsionar la realidad geográfica. Por ejemplo, Brasil es cinco veces más grande que Alaska, aunque en el mapa parecen de tamaño similar. Del mismo modo, África es 14 veces mayor que Groenlandia, pese a que ambos territorios aparecen casi iguales en muchos atlas escolares.
La crítica a la proyección de Mercator no es nueva. Desde mediados del siglo XX, académicos, organizaciones internacionales y artistas han denunciado sus sesgos implícitos. Sin embargo, su hegemonía se ha mantenido, en parte porque ha sido adoptada por plataformas digitales como Google Maps, reforzando su influencia en la percepción colectiva del planeta.
El movimiento Correct The Map sostiene que la cuestión es, en última instancia, política y cultural. Si África aparece más pequeña, se consolida la idea de un continente periférico, subordinado a las grandes potencias del norte global. La proyección Equal Earth, en cambio, devuelve a África un tamaño proporcional a su territorio, su población y su peso histórico. “Durante más de 450 años hemos basado nuestra comprensión de África y del mundo en un mapa que es erróneo”, recuerda la campaña en su portal.
En este sentido, la decisión de la UA de respaldar públicamente la iniciativa tiene una dimensión simbólica fuerte. No se trata solo de un debate cartográfico, sino de un esfuerzo por reivindicar la centralidad de África en el escenario global.
Lo que está en juego
Más allá de la técnica, el desafío ahora será convencer a instituciones educativas, gobiernos y corporaciones de cambiar un estándar que lleva siglos en uso. El éxito de Correct The Map dependerá de que los nuevos mapas logren imponerse en manuales escolares, oficinas gubernamentales y plataformas digitales.
El camino no es sencillo. El mapa de Mercator, con todas sus limitaciones, sigue siendo práctico para ciertas aplicaciones, en particular la navegación. Sin embargo, el respaldo de la UA añade peso político a un reclamo que ya venía ganando espacio en círculos académicos y activistas.
En un mundo cada vez más consciente de los símbolos y narrativas de poder, la representación gráfica del planeta no es un asunto menor. La campaña recuerda que los mapas no son neutrales: son herramientas de conocimiento, pero también de influencia.
La decisión de la Unión Africana busca así algo más que corregir una distorsión geográfica: pretende revisar la forma en que el mundo mira a África, y con ello, la manera en que África se mira a sí misma.
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