Conflicto internacional

¿Por qué Panamá continúa como el único país latinoamericano que no reconoce al Estado palestino?

Alineamientos históricos, económicos y estratégicos con Israel y Estados Unidos mantienen al país centroamericano como la única excepción en la región.

Panamá.- El Canal de Panamá invertirá más de 6.700 millones en su hoja de ruta para la próxima década
Los lazos diplomáticos, comerciales y militares han sido sólidos con IsraelEuropa Press

Mientras casi toda Latinoamérica ha cerrado filas en favor del reconocimiento de Palestina, Panamá se mantiene como la excepción solitaria. Mientras México abandonaba recientemente su histórica neutralidad diplomática para sumarse a la solución de los dos Estados, la nación canalera como el único país latinoamericano que no reconoce oficialmente a Palestina. La diferencia se ha hecho aún más evidente en estos días, cuando potencias como Reino Unido, Australia, Canadá, Portugal e incluso Francia aprovecharon la Asamblea General de la ONU para anunciar su respaldo.

Las raíces de esa postura panameña se hunden en la historia. Panamá fue uno de los primeros países en reconocer la independencia de Israel en 1948 y apoyó de manera temprana su ingreso en Naciones Unidas y se le atribuye haber facilitado operaciones de apoyo logístico que contribuyeron a la creación de la defensa aérea israelí en sus primeros años. Desde entonces, los lazos diplomáticos, comerciales y militares han sido sólidos, hasta el punto de que en 2012 Panamá fue la única nación de la región que votó en contra de otorgar a Palestina el estatus de Estado observador no miembro en la ONU.

El peso de la comunidad judía también es un factor a tener en cuenta. Con unos 15.000 miembros, es una de las más grandes de Centroamérica y ha tenido representación destacada en la vida política panameña, incluyendo presidentes y autoridades locales. En 2023, el gobierno panameño adoptó oficialmente la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, reafirmando así su cercanía con Israel.

La alianza con Estados Unidos completa el panorama. Washington, principal aliado de Israel y con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, mantiene fuertes vínculos estratégicos con Panamá. Prueba de ello es el memorándum firmado en 2025 que permite aumentar la presencia militar estadounidense en el país, en paralelo a una relación económica en expansión con Israel, consolidada con un Tratado de Libre Comercio en vigor desde 2020.

Con estas piezas sobre la mesa, la negativa panameña a reconocer al Estado palestino se entiende menos como un gesto coyuntural y más como una firmeza en su política exterior: un alineamiento histórico, económico y estratégico que hace difícil imaginar un cambio en el corto plazo.