Debate en EEUU
Lo que Trump y Harris piensan sobre al aborto, Ucrania, la inflación y las armas
El debate entre los dos candidatos estadounidenses se centrará en asuntos divisivos con la mirada puesta en los millones de votantes indecisos
La vicepresidenta Kamala Harris y el magnate Donald Trump se enfrentarán esta noche en Filadelfia (en el estado clave de Pensilvania) en un debate que podría ser decisivo para las elecciones del 5 de noviembre. Los observadores creen que el cara estará marcado por la "dinámica de género", en cómo Trump trata a Harris. En 2016, el republicano se colocó en varias ocasiones detrás de la entonces candidata demócrata Hillary Clinton, lo que reforzó la imagen de que era irrespetuoso con las mujeres. Sea como sea el aspecto humano del debate, estas son algunas de las claves de lo que piensan los dos candidatos.
Economía
Kamala Harris ha presentado una propuesta basada en el apoyo a las familias de clase media. Su plan "economía de oportunidades" tiene como objetivo principal reforzar a la clase media y trabajadora mediante ayudas fiscales, regulaciones y reducción de precios, y estimular a emprendedores y pequeñas y medianas empresas. A su vez, también intenta satisfacer a Wall Street con propuestas menos duras contra los ricos, proponiendo, por ejemplo, una subida menos drástica del impuesto sobre las ganancias de capital, con respecto al presidente Joe Biden.
Por su parte, Trump se ha comprometido a reducir los costos mediante la restauración de la "independencia energética" mediante la extracción de más petróleo y la reducción de los precios del gas. También ha dicho que reduciría la deuda nacional, eliminaría regulaciones e implementaría una variedad de recortes impositivos para las empresas nacionales, así como aranceles a las importaciones extranjeras.
Inmigración
El candidato republicano ha convertido la inmigración y la seguridad fronteriza en un punto central de su campaña, incluso explotando aún más su retórica antiinmigrante con respecto a 2016. Una de sus promesas es terminar el muro fronterizo entre Estados Unidos y México, así como reactivar la política de “quédate en México” además de promover las restricciones al asilo y “llevar a cabo la mayor operación de deportación interna en la historia de Estados Unidos” de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin permiso legal. Trump también ha prometido firmar una orden ejecutiva para poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento.
Kamala Harris ha defendido su gestión y la de Biden sobre la inmigración desde México y apuesta por tratar de trabajar desde las causas que promueven la migración desde Centroamérica. Ha criticado a los republicanos por rechazar un proyecto de ley fronterizo bipartidista que habría endurecido las normas de asilo e implementado otras restricciones a la inmigración, al tiempo que aumentaría los recursos para mejorar las vías de inmigración legal.
Política exterior
Kamala Harris ha dicho que seguirá apoyando a Ucrania y a la OTAN. En cuanto a la guerra entre Israel y Hamás, la demócrata ha reiterado su apoyo a la seguridad de Israel, pero también ha expresado su solidaridad con la difícil situación de los civiles que sufren en Gaza. Ha pedido un alto el fuego con la devolución de los rehenes y ha dicho que está trabajando con Biden para lograr un acuerdo de ese tipo.
Trump, por su parte, está convencido de que si gana, la guerra en Ucrania se acabará gracias, dice, a las buenas relaciones que tiene con Vladimir Putin. Ha insinuado que recortará la ayuda estadounidense a Kiev y ha seguido criticando a los aliados de la OTAN, que, según él, no están haciendo lo suficiente para poner más dinero al presupuesto general. También ha expresado su firme apoyo al derecho de Israel a la defensa y a perseguir a Hamás, pero también ha pedido un rápido fin de la guerra.
La retirada precipitada de Afganistán ordenada por Joe Biden al principio de su mandato es un tema clave en la campaña de Trump calificándola de "caótica retirada" y culpando de la muerte de 13 militares estadounidenses a la administración demócrata.
El aborto
El aborto es, sin duda, uno de los asuntos más divisivos entre ambos candidatos. La demócrata enarboló la lucha de la administración por los derechos reproductivos y el acceso al aborto después de el Tribunal Supremo de Estados Unidos revocara el fallo Roe v. Wade (1973), eliminando la protección constitucional del derecho al aborto. Harris ha pedido al Congreso que apruebe una ley que restablezca las protecciones al derecho al aborto y ha criticado duramente las restricciones a nivel estatal cuestionado por qué los legisladores republicanos no "confían en las mujeres".
Trump, mientras tanto, presume de haber colocado en el Suprema a tres jueces que votaron a favor de anular el fallo Roe. Sin embargo, su posición ha sido algo ambigua últimamente en algunas cuestiones a medida que ha avanzado la campaña. Antes apoyaba una prohibición a nivel nacional, ahora dice que debería ser responsabilidad de los estados regular el acceso al aborto. Hace poco dijo que si gana en noviembre, el seguro del gobierno o de la empresa tendría la obligación de pagar todos los costos asociados con la fertilización in vitro o FIV, aunque no especificó cómo funcionaría exactamente el programa ni cómo se financiaría.
Control de las armas
Harris ha pedido leyes de "bandera roja" a nivel nacional, verificaciones de antecedentes universales y una prohibición de armas de asalto. "¿Saben lo que es un arma de asalto? ¿Saben cómo se diseñó un arma de asalto? Fue diseñada para un propósito específico: matar a muchos seres humanos rápidamente. Un arma de asalto es un arma de guerra que no tiene cabida en una sociedad civil", ha sostenido la vicepresidenta estadounidense.
Trump, mientras tanto, En general, cree que las tasas de delincuencia están aumentando a pesar de que los delitos violentos han disminuido en todo el país en general en comparación con el año pasado. El ex presidente ha advertido de que el derecho a portar armas de fuego está en peligro en los próximos comicios y se ha comprometido a revertir las normas sobre esta materia implementadas por Joe Biden. Trump asegura que la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege la tenencia de armas, está "en juego" en las elecciones del 5 de noviembre y se presenta como el único candidato capaz de preservarla.
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