Polémica

Reino Unido albergará en tiendas de campaña a los inmigrantes irregulares

El Gobierno «tory» desea ahorrar los 6 millones de libras diarias

que cuesta albergar a los solicitantes de asilo en los hoteles

Refugiados aguardan en el exterior de un hotel en Londres
Refugiados aguardan en el exterior de un hotel en LondresEp

El Gobierno británico vuelve a colocarse en el punto de mira por su controvertida política migratoria tras comprar tiendas de campaña para albergar hasta 2.000 personas que lleguen por rutas irregulares. Las marquesinas, que comenzarán a erigirse en las próximas semanas en sitios militares en desuso, pretenden evitar el costoso proceso de reservas de hoteles de última hora en verano, cuando se espera una llegada masiva de pateras.

Más de la mitad de los 45.755 inmigrantes que llegaron el año pasado a Reino Unido por estas vías, cuando se alcanzó un número récord de llegadas, lo hicieron entre agosto, septiembre y octubre. Este año se prevé que pase lo mismo por lo que Downing Street está buscando soluciones alternativas, eso sí, no exentas de controversia.

Fuentes del ministerio del Interior aseguran que “no hay nada de malo” y señalan que otros países europeos, incluida Irlanda, han utilizado tiendas para alojar a solicitantes de asilo y refugiados ucranianos. Sin embargo, otras fuentes gubernamentales aseguran que una propuesta similar fue rechazada cuando se presentó bajo el gobierno de Boris Johnson el año pasado debido a las advertencias de que desencadenaría desafíos legales basados en el trato inhumano de los solicitantes de asilo. Es más, según The Times, hay voces en el Ejecutivo que lo han llegado a comparar con “campos de concentración”.

El pasado otoño, el Gobierno ya erigió varias marquesinas temporales en el centro de procesamiento de Manston (sureste de Inglaterra) para hacer frente a una oleada de llegadas de inmigrantes, pero no fueron diseñadas para ser utilizadas como alojamiento más allá de unos pocos días. Las nuevas tiendas vendrán junto con otras instalaciones temporales, como baños portátiles y duchas. También se colocarán calentadores si bajan las temperaturas.

La noticia llega apenas una semana después de las manifestaciones protagonizadas por ONG ante la llegada al puerto de Dorset del Bibby Stockholm, un buque de tres pisos con 222 camarotes donde el Gobierno también planea mandar hasta 500 inmigrantes. Los 50 primeros llegarán estos días. El Ejecutivo la describe como “alojamiento básico y funcional” y asegura será más barato que los hoteles que se utilizan ahora para albergar a los alrededor de 51,000 solicitantes de asilo con un coste al contribuyente de alrededor de 6 millones de libras por día. Pero las ONG e incluso diputados de sus propias filas, como el tory Richard Drax, lo comparan con una “cárcel flotante”

Hasta la fecha, el premier Rishi Sunak se había mostrado mucho más moderado que sus antecesores. Sin embargo, en materia de inmigración está mostrando mano dura consciente de la importancia que tiene esta cuestión para el electorado cuando apenas queda un año para las próximas elecciones generales donde todas las encuestas le dan como perdedor.

Durante la campaña del histórico referéndum de 2016 sobre la permanencia en la UE, los euroescépticos repitieron cuál mantra que el Brexit garantizaría “el control de las fronteras”. Pero la llegada de inmigrantes irregulares a través del Canal de la Mancha se ha incrementado, lo que supone una auténtica humillación para Downing Street.

Con el fin de mostrar al electorado que resolver esta situación es una de sus grandes prioridades, el Gobierno ha aprobado una controvertida normativa con la que, a partir de ahora, se detendrá y expulsará a todos los que lleguen por vías irregulares. Aunque reconoce que puede ser “incompatible” con la Convención Europea de Derechos Humanos y se encuentra ahora batallando en los tribunales.

Más allá de los desafíos legales, están ahora también los problemas económicos. Y es que, al no considerar ya a los inmigrantes como refugiados, Londres ya no podrá utilizar los fondos para la Asistencia para el Desarrollo en el Extranjero, lo que ha provocado una “lucha” entre los distintos ministerios para afrontar los costos de detención y alojamiento que se prevé que alcancen los 9.600 millones de libras en los próximos tres años. Los críticos con la ministra de Interior Suella Braverman, representante del núcleo duro de los `tories´, la han acusado de meterse un “gol en propia meta”.

Por otra parte, el ministerio de interior recibió otro duro golpe el pasado jueves después de que el Tribunal Superior dictaminara que el uso de hoteles para albergar a niños migrantes no acompañados había sido ilegal durante los últimos 18 meses. La nueva ley de 2021 permite que sean alojados en este tipo de instalaciones solo por “períodos muy cortos en situaciones de verdadera emergencia”. Pero una oleada de pateras que cruzó el pasado mes de mayo el Canal de la Mancha desbordó de nuevo al Gobierno.

El Tribunal Superior también dictaminó que el consejo del condado de Kent estaba actuando ilegalmente al no acomodar y cuidar a menores sin acompañar que buscaban asilo cuando el ministerio del Interior lo notificó. Enver Solomon, director ejecutivo del Refugee Council, que apoya a los niños refugiados, dijo que era “un día histórico”. “El tribunal ha confirmado que no puede haber excepciones cuando se trata de los derechos de los niños vulnerables. El gobierno debe hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar que estos niños estén seguros y bajo el cuidado de las autoridades locales”, matizó. A día de hoy, 154 menores mandados a hoteles siguen desaparecidos, entre ellos, un niño de 12 años.