Plan migratorio

Reino Unido alcanza un nuevo acuerdo con Ruanda para mandar a los «sin papeles»

El texto garantiza que las personas desplazadas al país africano «no correrán el riesgo de ser devueltas a un país donde su vida o su libertad se vean amenazadas” para sortear otro pronunciamiento en contra del Tribunal Supremo

London (United Kingdom), 22/11/2023.- British Prime Minister Rishi Sunak leaves Downing Street for Prime Minister's Questions in London, Britain, 22 November 2023. (Reino Unido, Londres) EFE/EPA/NEIL HALL
El primer ministro británico, Rishi Sunak, sale de Downing StreetNEIL HALLAgencia EFE

El Gobierno de Rishi Sunak vuelve a la carga con su polémico plan para mandar a Ruanda a solicitantes de asilo llegados por vías irregulares. Después de que el Tribunal Supremo considerara «ilegal» la pieza central de la actual legislatura, Londres y el país africano han llegado a un nuevo acuerdo que incluye pequeñas modificaciones con las que espera tener ahora la aprobación de la justicia, tanto la británica, como la internacional, ya que el tribunal Europeo de Derechos Humanos también se opuso a la controvertida medida.

El nuevo pacto asegura que «las personas desplazadas a Ruanda no correrán el riesgo de ser devueltas a un país donde su vida o su libertad se vean amenazadas», según un comunicado del Ejecutivo, que refuerza ahora las funciones del comité independiente de control que ya se había acordado entre ambos países. Podrá de ese modo, dice Downing Street, supervisar que se cumplan las condiciones establecidas respecto a la recepción, tratamiento y apoyo de los inmigrantes deportados, así como respecto al proceso de tramitación de solicitudes de asilo.

A la espera de que el nuevo pacto sea presentado en Westminster en los próximos días, según avanza la prensa, se baraja incluso la idea de enviar a Ruanda a un equipo de abogados británicos que colaboren durante los trámites.

Desde su llegada al poder en 2000, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha conseguido el reconocimiento internacional por sus éxitos económicos y la reconstrucción del país tras el genocidio de 1994. Sin embargo, organizaciones pro derechos humanos han denunciado en numerosas ocasiones detenciones arbitrarias y desapariciones de disidentes a manos de su Gobierno. Opositores de Ruanda han sido asesinados o han desaparecido por motivos que los críticos han descrito como «políticos».