Política

Londres

Reino Unido guarda correos y grabaciones de todo el mundo

Los servicios de Inteligencia británicos, que tiene capacidad para acceder a la fibra óptica, comparten su información con EE UU

Cameron defendió hace unos días en el Parlamento que la agencia de Inteligencia británica actúa dentro de la legalidad
Cameron defendió hace unos días en el Parlamento que la agencia de Inteligencia británica actúa dentro de la legalidadlarazon

LONDRES- Más de 2.000 millones de personas en todo el mundo son usuarios de Internet. Alrededor de 400 millones consultan regularmente su cuenta de Facebook. Pero los mensajes que circulan a ambos lados del Atlántico no los recibe únicamente el destinatario elegido con el click del ratón. Los datos son almacenados por la Oficina de Comunicación (GCHQ) del Ejecutivo británico con un único objetivo: controlar la red.

La última exclusiva desvelada ayer por el rotativo «The Guardian» no tiene desperdicio. Londres acumula cada día una cantidad ingente de información a través de las redes mundiales de fibra óptica que pasan por la isla. Los datos son compartidos con Washington. Entre los servicios de inteligencia de ambos países suman un total de 550 informáticos que analizan las llamadas y los correos de cada rincón del planeta. Se trata de una dosis de datos titánica, pero un proceso automático de criba hace que la inmensa mayoría sea descartada sin tan siquiera ser leída.

Edward Snowden, el joven ex analista de la CIA desaparecido tras desvelar las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), prometió que sacaría a la luz toda su verdad. Y poco a poco va cumpliendo su palabra con un goteo de filtraciones que han puesto contra las cuerdas tanto a Downing Street como a la Casa Blanca.

Tan sólo unos días después de dar a conocer el programa PRISMA –utilizado por las autoridades estadounidenses para acceder a los servidores de nueve de las mayores empresas de Internet– y publicar los documentos que constataban cómo el Ejecutivo británico espió a los líderes mundiales durante la cumbre del G20 celebrada en 2009, el rotativo vuelve a la carga y desvela los esfuerzos de los servicios secretos por adaptarse a la continua innovación de las tecnologías.

En teoría, esta actividad es legal. El Reino Unido se escuda en la normativa ISA de 1994, que da un amplio margen de maniobra a los servicios de Inteligencia para defender «la seguridad nacional», «el bienestar económico» o la «prevención de delitos graves». Por su parte, EE UU actúa amparado en la Ley Patriota, aprobada tras los atentados del 11-S. Pero el hecho de que todo se haga a espaldas de la opinión pública abre el polémico debate: ¿Cuándo empieza la violación a la intimidad y acaba la seguridad contra el terrorismo?

Al fin y al cabo, éste es el argumento que utilizan los servicios secretos para justificar su actuación. «Esencialmente, tenemos la forma de seleccionar un pequeño número de agujas en un pajar. No miramos cada brizna de paja. Hay ciertos detonantes que te permiten descartar o no examinar muchos datos porque lo que buscas es una aguja. Si tiene usted la impresión de que estamos leyendo millones de emails, sepa que no lo estamos haciendo», señala una fuente anónima a «The Guardian». «Los criterios son seguridad, terrorismo, crimen organizado. Y bienestar económico. La inmensa mayoría de los datos son descartados sin que ni siquiera los miremos», añade.

El Gobierno de coalición liderado por David Cameron hizo del tema de la seguridad una de sus prioridades y en un momento de recortes en todos los ministerios, se aprobaron 650 millones de libras extra para iniciativas de seguridad cibernética. Más de la mitad fueron destinadas a la GCHQ.

Las autoridades aseguran que gracias a estos programas se ha permitido descubrir nuevas técnicas utilizadas por terroristas para eludir los rastreos de seguridad. En concreto, las fuentes consultadas por el diario matizan que la información ha permitido «la detención y encarcelamiento de una célula en los Midlands que estaban planeando un ataque coordinado; la detención en Luton de cinco individuos que preparaban atentados y el arresto en Londres de tres personas que planeaban atentados antes de los Juegos Olímpicos».

Por otra parte, el informe publicado por «The Guardian» señala que los británicos se han centrando tanto en este tipo de «programas espías» que ya son capaces de acumular más información que sus socios estadounidenses. La GCHQ dedica a 300 especialistas a estas actividades frente a los 250 informáticos que trabajan en la NSA. Aunque su dominio podría tener los días contados. Los proveedores de Internet estadounidenses están empezando a trasladarse a países como India y Malasia, lo que significa que cada vez habrá menos tráfico por suelo británico. Washington ya ha aconsejado a Londres que siga sus pasos y empiece a comprar «inmuebles» en los nuevos territorios.

Almacenados durante 30 días

La Oficina de Comunicación (GCHQ) ha conseguido introducirse en los cables de fibra óptica de las conexiones mundiales y almacena durante 30 días la información que descarga. Estas operaciones, llamadas Tempora, llevan realizándose desde hace 18 meses. Los informáticos crearon para sus actividades dos programas: Mastering de Internet sobre cómo dominar Internet y Explotación de las Telecomunicaciones Globales. De esta manera, la agencia es capaz de registrar llamadas, publicaciones en Facebook o el historial de un usuario, a pesar de que no tengan autorización judicial expresa que permita espiar a una persona en concreto. Según los documentos publicados por «The Guardian», los espías británicos tienen la posibilidad de escuchar hasta 600 millones de llamadas telefónicas al día.