Coincidiendo con el día de San Valentín, Nikki Haley anunciaba este martes lo que hasta ahora nadie se había atrevido: su candidatura oficial a las primarias republicanas para competir contra Donald Trump en la carrera electoral de las presidenciales de 2024. «Es momento para una nueva generación de líderes que redescubran la responsabilidad fiscal, aseguren nuestra frontera y fortalezcan nuestro país, nuestro orgullo y nuestros propósitos», puntualizó Haley al anunciar su candidatura, a través de una producción audiovisual distribuida en plataformas digitales, adelantando cuáles serán los pilares principales de su campaña.
La exembajadora de EE UU ante la ONU bajo la Administración Trump y exgobernadora de Carolina del Sur, muestra con imágenes de sus diferentes etapas políticas su cercanía a diversos perfiles de votantes y las claves de sus mensajes políticos.
A sus 51 años, Haley aspira a liderar las filas de su formación y disputarle al magnate neoyorquino la candidatura republicana. Hace pocas semanas, Haley hizo referencia a la edad de Joe Biden y Trump durante una entrevista en la cadena Fox News, defendiendo el nuevo relevo generacional de la clase política del país al alegar que «no cree que sea necesario tener 80 años para ser un líder en Washington».
La diplomática estadounidense recuerda en su biografía una filosofía de vida que mucho critican ahora por no concordar con la mentalidad típica de MAGA (el lema trumpista de Make America Great Again), con la que hasta ahora ha estado alineada. «Mi madre siempre decía: ‘tu labor no es centrarte en las diferencias, sino en las similitudes’», defiende esta hija de inmigrantes indios, que se convirtió también en la primera mujer y estadounidense no blanca en optar al cargo de gobernadora de Carolina del Sur.
Convirtiéndose ahora también en la única postulante que ha dado el paso al frente para hacerle sombra a Trump, hay quien asegura incluso que el expresidente le animó a presentarse cuando ella le comentó que coqueteaba con la idea.
O no se la tomó en serio o no la vio como seria rival, pero lo cierto es que Haley ha conseguido de manera excepcional quedar exenta de los conocidos desplantes del magnate, habiendo dimitido de su cargo siendo parte de su equipo más cercano. Como candidata y única rival de Trump, podrían cambiar drásticamente las cosas si el expresidente teme poner en riesgo sus aspiraciones a la Casa Blanca.
La batalla interna ya parece haber empezado. En un vídeo que acompaña su lanzamiento oficial, Haley recalca que «los republicanos han perdido el voto popular en siete de las últimas ocho presidenciales. Eso tiene que cambiar», promete.
Trump, en una reciente encuesta sumaba el 43% del apoyo entre los republicanos, mientras el 31% eligió a Ron DeSantis, gobernador de Florida, que ni siquiera se ha postulado. Nadie duda que lo hará, aunque todavía podría tardar unos meses. El sondeo le otorga al exvicepresidente Mike Pence el 7%.
En su anuncio oficial, que se venía rumoreando durante meses, la exembajadora promete a sus votantes enfrentarse a todos los adversarios. «Todos piensan que podemos ser intimidados, pateados… Deberían saber esto sobre mí: no soporto a los matones», explica mirando a cámara, añadiendo sonriente: «Y cuando respondes, les duele más si llevas tacones. Soy Nikki Haley y me postulo para presidenta». Charleston, ciudad puerto de Carolina del Sur fundada en 1670, se ha convertido en el lugar escogido por su exgobernadora para pronunciar su primer discurso de campaña, en la que tiene previsto también visitar próximamente otros Estados clave como New Hampshire y Iowa.
Durante su carrera política, Haley ha sabido dar, en su toma de decisiones, una de cal y otra de arena. Durante el tiroteo masivo de la iglesia afroamericana de Charleston en 2015 a manos de un supremacista blanco, la entonces gobernadora pidió retirar la bandera de batalla confederada del Capitolio de Carolina del Sur. «La gente mira a EE UU y ve vulnerabilidad, la izquierda socialista ve la oportunidad de reescribir la historia, China y Rusia están en marcha», explica en su programa electoral, en el que también critica con dureza a la actual Administración. “El historial de Joe Biden es pésimo, pero eso no debería ser una sorpresa. La clase dirigente de Washignton nos ha fallado una y otra vez”.
La reacción de la oposición demócrata al anuncio de la nueva candidata a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano tampoco se hacía esperar. “La entrada de Haley a la contienda hoy da inicio oficial a una primaria caótica para el 2024, una carrera por la conquista de la base de votantes de tendencia MAGA que se ha estado gestando durante mucho tiempo. Traigan todos sus palomitas de maíz”, reaccionó a través de un comunicado Jaime Harrison, el presidente del Comité Nacional Demócrata.
Haley se define como “ex embajadora de la ONU, gobernadora de Carolina del Sur y seguidora del equipo de futbol americano Clemson Tiger”, agregando este mismo miércoles en su perfil de redes sociales la actualización: “Candidata a la presidencia de Estados Unidos «luchado por una América fuerte y orgullosa».
