Defensa

La respuesta de EE. UU. al nuevo caza de China: una academia "Top Gun" para crear la élite en el manejo de drones

El Pentágono pisa el acelerador para equipar a sus tropas con la tecnología más puntera. Un nuevo grupo de trabajo tendrá la misión de entregar drones y otro material de combate en un plazo máximo de sesenta días

Un dron MQ-9 Reaper de EEUU
Un dron MQ-9 Reaper de EEUUWikipedia

El Pentágono se ha propuesto crear su propia escuela «Top Gun», pero para drones. El objetivo es impulsar la formación de una élite de pilotos y operadores capaces de exprimir al máximo el potencial de los sistemas no tripulados. Este centro de excelencia, que ya se conoce popularmente como «Top Drone», busca replicar el éxito de la legendaria escuela de aviación de combate para garantizar que el dominio tecnológico de Estados Unidos vaya siempre de la mano del mejor capital humano. La urgencia de este programa se enmarca en la creciente competencia tecnológica con otras potencias, especialmente después de que China presentara un nuevo avión de combate que busca desafiar el poderío aéreo estadounidense.

De hecho, esta iniciativa de formación no es un movimiento aislado, sino la punta del iceberg de un profundo cambio de mentalidad que recorre toda la cúpula militar estadounidense. La agilidad se ha convertido en una obsesión para el Pentágono, que busca transformar por completo la manera en que adquiere y despliega estas tecnologías, consciente de que han demostrado ser cruciales en los conflictos modernos por su versatilidad y bajo coste. Este giro estratégico también reconoce la creciente amenaza que suponen los drones enemigos, lo que impulsa en paralelo el desarrollo de soluciones innovadoras para acabar con ellos.

En este sentido, la estrategia general descansa sobre tres pilares fundamentales. El primero es reforzar la capacidad de fabricación nacional para reducir la dependencia exterior. El segundo, entregar masivamente miles de estos aparatos, sobre todo los más económicos, a las distintas ramas del ejército. Y por último, integrar su uso en todos los programas de entrenamiento, tal y como han publicado en Defense News, para que su manejo sea una segunda naturaleza para las tropas.

Un equipo de choque para ejecutar la nueva doctrina

Asimismo, para materializar esta ambición, el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) ha puesto en marcha una nueva unidad especializada. Se trata de la «Rapid Employment Joint Task Force», un equipo de respuesta rápida dirigido por la directora de tecnología del CENTCOM, Joy Shanaberger, con una misión muy clara: entregar sistemas y herramientas listos para el combate en un plazo máximo de 60 días, un tiempo récord que desafía la tradicional burocracia militar.

Por otro lado, esta nueva doctrina ya está dando sus frutos en otras áreas de las fuerzas armadas norteamericanas. La Marina, por ejemplo, ha comenzado a implementar los objetivos por su cuenta y ya ha firmado nuevos contratos para la adquisición de enjambres de drones. Este movimiento demuestra que la apuesta por la innovación y la velocidad ya no es solo un plan sobre el papel, sino una realidad que se extiende por toda la jerarquía militar del país.