Roberto Centeno, el trumpista español

Defensor acérrimo del nuevo presidente de EE UU, aplaude que el pueblo recupere el poder que atesoraban las élites

A Roberto Centeno no le ha hecho falta usar «photoshop» a lo Anna Allen para que todos los medios le exhiban como «el asesor español de Trump». Con mandar un email voluntariamente dando consejos sobre la estrategia de captación del voto hispano, ha sido suficiente para ser presentado como «el hombre del magnate en España», algo que él niega rotundamente. «No soy ni he sido el asesor de Trump. Su único hombre aquí será el nuevo embajador», confiesa a LA RAZÓN. Eso sí, el catedrático de Economía se describe a sí mismo como un defensor a ultranza del nuevo presidente de Estados Unidos, y vaya si lo es.

«Desde mi conocimiento de la economía y de cómo funcionan las empresas (he sido consejero delegado de Campsa y fundador de Enagás) no puedo más que aplaudir la política de Trump», explica este economista, que no entiende las críticas hacia el magnate. En teoría, hay algún español más que piensa como él, «pero no dan la cara porque están atados (económica o políticamente)».

Al preguntarle por los comentarios machistas y sexistas de Trump, Centeno cuenta cómo se enfrentó a una diputada del PP y a otra señora afín al partido llamándolas fariseas: «Que ellas se rasguen las vestiduras es una enorme hipocresía. Porque los comentarios sexistas de Trump los hizo hace 12 o 14 años en un gimnasio. Comentarios que la mayor parte de los hombres, aunque lo nieguen, los han hecho en muchos momentos de su vida, sobre todo en su juventud. Pero es que tengo en la mente cuatro nombres de diputados y antiguos presidentes de comunidades del PP, que no solamente han dicho lo que dijo Trump, sino que además lo han hecho». Asimismo, a Centeno estos comentarios sexistas no le parecen «relevantes para decidir quién debe ser el próximo hombre más poderoso de la tierra», sino que hay otros motivos en los que basarse.

En cuanto a los que critican el proteccionismo del mandatario, el economista responde que «están al servicio del ‘‘establishment’’». Y es que, a su modo de ver, estos expertos «defienden que el 1% de la población se lleve el 90% de la riqueza, que es lo que sucede en EE UU; una globalización sin control, donde muchos países no respetan las reglas, como es el caso de China, utilizando los tipos de cambio para inundar el mundo con sus productos, y que han llevado a que las ocho personas más ricas del mundo dispongan de más dinero que 3.600 millones de personas. Eso no hay por dónde cogerlo. Es abyecto».

De hecho, a Centeno le llamó la atención que durante el discurso de inauguración de Trump, el presidente acusó directamente a Bush y a Obama «de no haber hecho partícipes de la riqueza, del crecimiento de EE UU, al 90% del país. Se lo dijo en su cara. Eso se ha terminado, porque se acaba la época de los charlatanes y comienza la acción. Ahora manda el pueblo».

Sobre la revocación del «Obamacare», la primera medida de Trump, Centeno quiere destacar la opinión de Bill Clinton: «El ‘‘Obamacare’’ no ha funcionado en absoluto. El tema es tan loco que de repente 20 millones de personas más tienen cobertura sanitaria, pero 100 millones acaban con sus primas de seguros multiplicadas por dos y su cobertura cortada por la mitad», lee Centeno. «Trump ya les ha dicho a las grandes farmacéuticas y biofarmacéuticas que se ha terminado el robo que están perpetrando con los nuevos tratamientos y a partir de ahora van a negociar con el Gobierno a cara de perro el precio». Para el catedrático, «esto se compara con la situación de España donde el coste de la sanidad pública se ha incrementado en un 60% desde que fue transferida a las comunidades autónomas debido a las decenas de miles de enchufados, no médicos ni enfermeras, y a la pérdida de las economías de escala al dividir en 17 trozos las compras del sistema. Por no hablar de la corrupción».

Centeno asegura que el lunes pasado se reunió en Milán con una gran petrolera rusa. Un ex coronel del FSB le dijo que «el pacto EE UU-Rusia es tan urgente que este lunes se van a encontrar un grupo de alto nivel de estadounidenses y rusos para fijar la cumbre Putin-Trump. La clave para Rusia es el levantamiento de las sanciones económicas; a cambio de liquidar conjuntamente a Daesh y una reducción de los arsenales nucleares». En suma, se «pacta un nuevo orden mundial, en el que acabará participando China, y del que Europa está totalmente excluida». Esto, dice, sí tendrá consecuencias para España.