Maduro recibe al primer ministro de Cuba en mitad de las protestas en la isla

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió el jueves en Caracas al primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, con quien conversó sobre la cooperación bilateral entre ambos países, que abarca varias áreas. En una nota de prensa, Caracas explicó que este encuentro se trató de «un diálogo destinado a repasar el avance del Convenio Integral de Cooperación», firmado en el año 2000, que ha servido como marco para cerca de 1.500 proyectos conjuntos.

La reunión se celebró en el palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo, y marcó el inicio de una visita de trabajo de Marrero, quien sostendrá «encuentros con máximas autoridades» de Venezuela, detalla el escrito. El Gobierno agregó que la reunión de hoy también sirvió para «el fortalecimiento de posiciones comunes en defensa de la autodeterminación de los pueblos».

Por su parte, Maduro compartió en X una fotografía del encuentro, que calificó de «excelente». «En hermandad y dando seguimiento a la agenda integral del mapa de cooperación en conjunto, estamos avanzando en unión en pro del bienestar de nuestras naciones», expresó el líder chavista.

En mayo de 2022, en otra visita a Caracas, Marrero ratificó el apoyo irrestricto de Cuba a Venezuela, cuyos Gobiernos son aliados políticos e ideológicos. Según Venezuela, la cooperación bilateral comprende áreas como la salud, deportes, educación, comunicación, alimentación, ciencia y energía.

Protestas

El viaje oficial de Marrero coincide con una nueva ola de protestas en Cuba. Varios cientos de personas se manifestaron este domingo en Santiago de Cuba –segunda ciudad del país– y en al menos otras cinco localidades, principalmente del oriente de la isla, para protestar por la escasez de alimentos y los prolongados apagones diarios. Fue una de las mayores jornadas de manifestaciones antigubernamentales registradas en Cuba desde el 11 de julio de 2021, las más numerosas protestas en décadas, en línea con las de Nuevitas (2022) y Caimanera (2023).

Cuba lleva más de tres años sumida en una grave crisis económica con escasez de productos básicos, inflación galopante, prolongados apagones diarios y una creciente dolarización, lo que ha provocado una migración sin precedentes y un fuerte descontento social. Los apagones se han agravado en los dos últimos meses por averías en las obsoletas centrales de factura soviética y la falta de combustible, con tasas de cortes eléctricos de hasta el 45 % en los momentos de mayor demanda. Estas fallas suman más de 10 horas al día en muchas provincias del país.

La pandemia de covid-19, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y errores endógenos en políticas económica y monetaria han agravado en los últimos tres años los problemas estructurales del sistema cubano.