Encuestas.

Rousseff y Neves se disputarán la Presidencia en la segunda vuelta

Dilma Rousseff, Aecio Neves y Marina Silva.
Dilma Rousseff, Aecio Neves y Marina Silva.larazon

Rousseff ha ganado las elecciones con un 41,58 por ciento de los votos, pero ha perdido apoyos respecto a hace cuatro años y deberá enfrentarse al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Aécio Neves en la segunda vuelta, que se disputará el 26 de octubre.

Los brasileños acudieron ayer a las urnas para elegir a su próximo presidente, pensando ya en la segunda vuelta. Dando por sentado que la presidenta Dilma Rousseff se impondría cómodamente y que sus contrincantes, ya estaban echando cálculos y tejiendo alianzas para derrotarla en el siguiente «round», que se disputará el 26 de octubre. Tal y como adelantaban las últimas encuestas, los resultados oficiales dieron el 41,58% a la presidenta. Disputará la segunda vuelta contra el candidato conservador, Aécio Neves, que obtuvo 33,56%. La candidata socialista, Marina Silva, quedó en tercer lugar, con un 21,32%.

Rousseff ha dicho este domingo que ha entendido el mensaje de la calle y de las urnas pidiendo cambios, por lo que su nuevo Gobierno traerá ideas nuevas: “Haré todos los cambios necesarios para que la vida de casa brasileño y de cada brasileña mejore una vez más”, ha asegurado en rueda de prensa desde Brasilia tras proclamarse vencedora. Mencionando las peticiones de la calle, Rousseff ha hecho una velada referencia a las masivas protestas de junio de 2013, que, entre otras cosas, demandaban reformas profundas en el sistema político. Así, ha recordado algunas de sus propuestas más emblemáticas y ha dicho tener claro que el país necesita sacar adelante la reforma política, “la madre de todas las reformas”. Rousseff ha ganado las elecciones, pero ha perdido apoyos respecto a hace cuatro años y deberá enfrentarse al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Aécio Neves en la segunda vuelta. En este sentido, ha remarcado que Brasil no quiere de vuelta “los fantasmas del pasado” y que el Partido de los Trabajadores (PT) está “de brazos abiertos” para recibir los apoyos necesarios para derrotarlos.

La presidenta no ha perdido ni un minuto en adaptarse al nuevo escenario y ha atacado duramente al partido de Neves, que, en su opinión, cuando gobernó sólo lo hizo “para un tercio de la población, olvidando a los más necesitados”. Además, ha agitado la bandera del miedo, subrayado que los gobiernos del PSDB “quebraron” Brasil tres veces, provocaron el racionamiento de energía, convirtieron la universidad pública en un reducto para la élite, pusieron a Brasil “de rodillas” ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) e incluso menospreciaron a los pensionistas: “Los que les llamaban ‘vagabundos’ ahora prometen fórmulas páginas para la jubilación”, ha criticado.

Antes de atacar al PSDB Rousseff ha querido hacer un discurso más positivo, resaltando los logros y las promesas del PT. Así, ha hablado brevemente de programas como el ‘Más especialidades’, que quiere acabar con las listas de espera en los hospitales y ha prometido una política de seguridad “integral”, como la que se implementó durante el Mundial de Fútbol, con más participación del Gobierno Federal.

También ha dicho que hará un “esfuerzo enorme” en educación, dedicando los recursos de los yacimiento marinos de petróleo que extrae la empresa estatal Petrobras para mejorar los salarios de los profesores y la calidad de la enseñanza media.

En sus palabras de agradecimiento ha nombrado a los partidos aliados, a los movimientos sociales y a los sindicatos, pero ha tenido un mensaje especial para su antecesor y mentor político, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. “Sin Lula no habría llegado donde llegué”, ha dicho, mientras el auditorio coreaba ‘El pueblo unido jamás será vencido’.

Divididos entre los logros y el deseo de cambio

Ni los mejores guionistas de las telenovelas brasileñas habrían imaginado una trama tan atractiva para unas elecciones. Dilma una popular mandataria que superó un cáncer linfático esperaba reelegirse sin sobresaltos tras haber soportado multitudinarias protestas y críticas por la organización del Mundial. Pero, de repente, otra mujer, Marina Silva, con una rebosante vida de superación y lucha contra el hambre y la pobreza, la retó como ningún otro. La contienda parecía cosa de mujeres guerrilleras, pero apareció Aécio Neves un tecnócrata «playboy» de 54 años, terrateniente, perteneciente a una casta política en extinción. Dispuesto a enfrentarlas.

«Creo que todo fue sucediendo con naturalidad. No fue una sorpresa», señaló tras depositar su voto el senador Neves, respecto al crecimiento que tuvo su candidatura en las últimas dos semanas. El político de derechas ha sabido también cautivar al electorado de centro. Propone reducir el número de ministerios y aumentar la eficiencia en el sector público, así como mejorar programas sociales mediante la transferencia de recursos a la «bolsa familiar» y «más médicos».

Por su parte, Rousseff, candidata del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) votó en una escuela de Porto Alegre (sureste). «Trabajo con las dos vueltas. Es la hipótesis con la cual he trabajado desde el inicio de las elecciones», dijo. «Estoy clara en que en los últimos 12 años transformamos Brasil pacíficamente. Un país que tenía más de la mitad de su población pobre y muy pobre en 2002, y que hoy, de cada cuatro brasileños, tres están desde la clase media para arriba. Este país cambió. Y quien quiere mantener esos cambios, lucha por ellos», aseguró. 36 millones de brasileños salieron de la pobreza extrema desde que el PT llegó al poder en 2003, sostiene el Gobierno. La cifra incluye 22 millones durante la gestión de Rousseff iniciada en 2011 y el resto durante los dos mandatos de Lula da Silva.

Y es que los brasileros se encuentran divididos entre los logros sociales y los deseos de cambio. Si bien la economía ha crecido muy poco en su mandato, la mayoría de los brasileños no lo ha sentido: el desempleo está en mínimos históricos (5%), el salario mínimo ha subido más de un 50% y el consumo sigue elevado. El analista de la Universidad de Brasilia, David Fleischer, dice que la mayoría de los brasileños quieren cambios, pero que aún se muestran satisfechos con lo logrado en los años de gobierno del PT. «Algunos quieren más de lo mismo, y esto es lo que está ofreciendo Dilma», dice Fleischer. Un 0,7% es lo que crecerá la economía de Brasil este año, según la proyección del Banco Central, revisada recientemente a la baja desde una estimación previa de 1,6%. El mercado es aún menos optimista: espera que el PIB del país crezca apenas 0,3%.

Se trata por tanto de unas elecciones cruciales ya que van a definir quién comandará la séptima mayor economía del mundo, durante los próximos cuatro años. El 39,7% del total del PIB de América Latina y el Caribe el año pasado fue brasileño, según datos del Banco Mundial. Dicho de otra forma, de cada 10 dólares de bienes y servicios producidos en la región durante 2013, prácticamente cuatro surgieron en Brasil. El gigante suramericano se ha convertido en el motor de la región y aspira a liderar incluso el continente, con una Argentina estancada, Venezuela en bancarrota y con un México que nunca termina de despegar.

Sin embargo, los desafíos son grandes. Brasil sigue siendo uno de los países con peores índices de distribución de la riqueza. La corrupción es un mal endémico enquistado en el sistema. Y la violencia que no cesa en varias capitales del país. Como las escenas de guerra abierta en las calles de varios complejos de favelas en Rio y en áreas céntricas de la ciudad. Policías, como también el Ejército y la Marina buscan enfrentar los ataque de las facciones criminales, con equipamientos bélicos. O en São Luis, Estado de Maranhão (nordeste), donde se registra una multiplicidad de transportes quemados, personas heridas y muerte. Es la paradoja del milagro brasileño, cuyo próximo mandatario tendrá que definir. Una burbuja que explota o una potencia emergente, destinada a reinar en el Sur. El tiempo se agota y la paciencia de los brasileños y los mercados, también.