
Guerra en Europa
Rusia mata a tres soldados y hiere a otros 18 en un ataque contra un centro de entrenamiento en Ucrania
Los misiles rusos impactaron contra las instalaciones de Cherníguiv, al norte del país

Tres soldados ucranianos fallecieron y 18 resultaron heridos en un ataque con misiles rusos contra un campo de entrenamiento militar en la región de Cherníguiv (norte) durante la noche del martes al miércoles.
"A pesar de las medidas de seguridad implementadas, lamentablemente no fue posible evitar por completo las pérdidas de personal", reconoció un comunicado oficial de las Fuerzas Terrestres de Ucrania horas después del impacto de un misil balístico. Según reportes iniciales no oficiales, un dron de reconocimiento ruso había sido detectado sobrevolando el área cercana al campo, situado a 110 kilómetros de la frontera entre ambos países, recopilando información para preparar el ataque.
La mayoría de los soldados se resguardaron en los búnkeres disponibles en el campo, siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de situaciones. La mayoría de las víctimas fueron aquellos que no cumplieron con las medidas de seguridad, según escribió Sergi "Flash", un reconocido bloguero militar, basándose en testimonios de testigos.
Las Fuerzas Armadas Terrestres de Ucrania anunciaron que se ha iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias del ataque, asegurando que los responsables serán sancionados y que se están adoptando "medidas de seguridad adicionales" para proteger la vida y la salud del personal militar durante futuros ataques contra centros de entrenamiento.
Este ataque es solo el más reciente de una serie de ofensivas dirigidas contra campos de entrenamiento ucranianos, una táctica recurrente en el esfuerzo ruso por debilitar a las tropas defensoras.
Un ataque similar dejó 12 soldados muertos y más de 60 heridos
En junio, un ataque similar en un campo de entrenamiento en la región de Dnipro dejó 12 soldados muertos y más de 60 heridos. Este incidente provocó la renuncia del entonces comandante de las Fuerzas Terrestres de Ucrania, el general Mijailo Drapati, quien asumió la responsabilidad por no haber garantizado la seguridad de los soldados.
En particular, Drapati señaló que no logró cambiar la mentalidad de algunos oficiales bajo su mando respecto a la seguridad del personal tras un ataque similar que dejó "múltiples víctimas" en el mismo centro de entrenamiento en marzo. "El silencio y la impunidad son un veneno para el ejército. Intenté erradicarlos de las Fuerzas Terrestres, pero si las tragedias se repiten, significa que mis esfuerzos no fueron suficientes", declaró el comandante.
"Tras cada ataque a los campos de entrenamiento, no extraemos lecciones ni se implementan cambios sistemáticos", resumió Sergi Sternenko, un conocido voluntario civil que apoya al ejército ucraniano con drones kamikaze, haciéndose eco de múltiples voces críticas tras el ataque en Cherníguiv. Las críticas señalaron que el dron ruso no fue interceptado durante horas cerca a pesar de estar tan cerca del campo de entrenamiento. Otros destacaron el riesgo de realizar ejercicios militares tan cerca de la frontera con Rusia.
Dado que las alarmas aéreas suenan varias veces al día, algunos soldados, habituados al peligro, no buscan refugio. Sin embargo, ataques como este evidencian el alto costo de ignorar los protocolos de seguridad. "Nuestro enemigo conoce todos nuestros centros de entrenamiento de campo y continuará atacándolos. No hay mucho que podamos hacer al respecto; es parte de la guerra", enfatizó Sergi "Flash", el bloguero militar.
Objetivo: obstaculizar la incorporación
Con estas acciones, Rusia interrumpe el proceso de entrenamiento, obstaculiza la incorporación de nuevos soldados al ejército ucraniano y busca infundir temor en los reclutas para desalentar a más ucranianos a unirse a las fuerzas armadas.
Históricamente, los campos de entrenamiento están distribuidos por todo el país, y Ucrania debe utilizar todos los que controla para capacitar al gran número de soldados que se unen a sus filas o requieren formación adicional. Aunque algunos reciben entrenamiento en el extranjero, en países como España, donde no hay riesgo de ataques rusos, esto cubre solo una fracción de las necesidades de Ucrania.
Incluso los campos de entrenamiento más alejados de Rusia, como el de Yavoriv en el oeste de Ucrania, han sido blanco ocasional de misiles rusos, capaces de recorrer grandes distancias en minutos, dejando poco tiempo para que los soldados reaccionen. Ucrania enfrenta también una escasez de defensas aéreas, especialmente de sistemas modernos como los "Patriots" fabricados en Estados Unidos, que protegen la infraestructura más crítica.
Como consecuencia, los soldados deben buscar refugio en un número limitado de búnkeres o dispersarse por el terreno, esperando minimizar las víctimas en caso de un ataque. La calidad del entrenamiento y la seguridad de los soldados son prioridades clave para el ejército ucraniano, que atraviesa una compleja y dolorosa transformación hacia métodos más modernos en medio de la mayor guerra terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Aunque existen algunos avances, muchas brigadas en el frente deben proporcionar entrenamiento adicional a los nuevos reclutas tras su formación inicial en los campos del ejército. Los soldados más experimentados, esenciales en el frente, son escasos, lo que implica que muchos instructores en los campos de entrenamiento carecen de las habilidades necesarias para abordar los desafíos de una guerra moderna en rápida evolución.
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