OTAN
Rusia e Irán se enfrentan a la OTAN: quieren llegar a un acuerdo sobre sus aviones de combate
Irán se prepara para modernizar su envejecida flota aérea con la compra de 48 cazas rusos Su-35, un movimiento que, de confirmarse, redibujaría el mapa estratégico de Oriente Medio gracias a su reforzada alianza con Moscú
Ni una palabra oficial desde Moscú o Teherán. El Kremlin y el Gobierno iraní guardan un hermetismo absoluto sobre uno de los acuerdos militares más relevantes que se negocian actualmente en el tablero internacional. Un silencio que contrasta con la catarata de detalles que ha salido a la luz sobre una posible venta de cazas de combate rusos que podría alterar el equilibrio de poder aéreo en Oriente Próximo. Esta operación se enmarca en la doctrina de Moscú de utilizar su aviación como una herramienta de proyección internacional, como evidencian las constantes incursiones de cazas rusos en el cielo europeo.
De hecho, toda la información que ahora circula proviene de una filtración masiva de documentos internos de Rostec, la corporación estatal de defensa rusa. El ciberataque, reivindicado por el grupo de piratas informáticos Black Mirror, ha expuesto los entresijos de una operación que estrecharía de forma notable la alianza militar entre ambos países, dejando al descubierto documentos internos de la compañía que detallan el plan con una precisión milimétrica.
En concreto, la operación consistiría en la venta de 48 cazas polivalentes Sukhoi Su-35 a la Fuerza Aérea de Irán, una adquisición que supondría un notable avance tecnológico para su obsoleta flota aérea, compuesta mayoritariamente por aparatos antiguos de origen estadounidense, chino y ruso. Este salto cualitativo, tal y como han publicado en Newsweek, se vería reforzado por la inclusión de sistemas avanzados de guerra electrónica, como el complejo Khibiny-M. Esta modernización es clave para las aspiraciones de Teherán, sobre todo después de haber demostrado su capacidad para lanzar operaciones complejas, como el reciente ataque masivo contra Israel que alteró la estabilidad regional.
Asimismo, los archivos filtrados asignan al programa el código interno "364" y lo sitúan como un acuerdo valorado en 686 millones de dólares. El calendario de entregas, siempre según esta información extraoficial, arrancaría en el año 2026 y se prolongaría durante un periodo de entre 16 y 48 meses hasta completar el envío de todas las unidades.
Un balón de oxígeno para la industria militar rusa
Por otro lado, este pacto no solo consolida el eje Moscú-Teherán en el marco del Tratado de Asociación Estratégica Integral firmado por ambos, sino que también supone un alivio para la industria armamentística rusa. Las exportaciones de defensa del Kremlin han sufrido una caída drástica del 92% entre los años 2021 y 2024, por lo que la materialización de este contrato sería fundamental para sus cuentas. La alianza no se limita a la fuerza aérea, ya que se enmarca en un esfuerzo más amplio de rearme, puesto que Irán también busca potenciar su programa de misiles con el apoyo de otras potencias.
Además, los mismos documentos revelan que este no es un caso aislado. Apuntan a un esfuerzo por asegurar nuevos contratos internacionales ante la pérdida de sus mercados tradicionales, como demuestra otro posible acuerdo, identificado con el código "012", para la venta de 12 cazas de quinta generación Su-57E a Argelia. Se trata de una estrategia concertada para encontrar nuevos clientes y mantener a flote un sector clave para la economía del país.