Guerra en Europa

Rusia lanza un ataque masivo contra Ucrania en respuesta a la "operación Teleraña"

Moscú lanzó como represalia una respuesta a gran escala con drones y misiles contra Kiev y otras partes del país

En la noche entre el jueves y el viernes, 407 drones de largo alcance y 45 misiles balísticos y de crucero atacaron Ucrania, en lo que Rusia enmarcó como una represalia por la exitosa operación ucraniana «Telaraña» contra su aviación militar estratégica el domingo pasado. Al menos cinco personas murieron y decenas resultaron heridas debido a los daños causados por los ataques en la capital, Kiev, y otras regiones del norte y oeste del país, incluyendo Leópolis, Lutsk y Ternopil. En la capital ucraniana, miles de personas buscaron refugio en sótanos y estaciones subterráneas mientras las defensas aéreas locales intentaban repeler el coordinado ataque ruso. Según la Fuerza Aérea de Ucrania, 368 drones y 36 misiles fueron interceptados. Sin embargo, los ataques rusos tuvieron éxito en 13 ocasiones, y fragmentos de drones y misiles interceptados cayeron en 19 lugares.

Como resultado, varias viviendas, un almacén y numerosos vehículos resultaron dañados, con un incendio desatado en el undécimo piso de un edificio residencial. «La puerta del estacionamiento subterráneo fue derribada por la onda expansiva», relató Oleksandr, quien se refugió allí junto a su esposa. «Después, salí y vi que todo estaba en llamas, la gente corría», contó el hombre a Suspilne TV. Algunos lugares fueron atacados varias veces. Un ataque repetido mató a tres bomberos e hirió a nueve más, según reveló el Ministerio del Interior. «Los rusos se llevaron la vida de las personas que fueron las primeras en acudir a mitigar las consecuencias de este terrible golpe», subrayó el Servicio de Emergencias de Ucrania. Los heridos sufrieron múltiples traumatismos en el pecho y la cabeza, así como fracturas, según informaron los médicos a los medios locales.

Los daños en las vías férreas interrumpieron el enlace del metro a través del río Dnipro en Kiev y provocaron retrasos en varios trenes que pasaban por la ciudad, mientras que varios distritos se quedaron sin electricidad durante horas. Miles de personas hicieron fila para tomar autobuses públicos mientras se dirigían al trabajo tras otra noche sin dormir, llena de explosiones. Mientras tanto, la ciudad occidental de Lutsk vivió una de las peores noches de la invasión. Seis misiles y 15 drones atacaron Lutsk, matando al menos a dos personas y dejando 28 heridos. El interior de un edificio de apartamentos colapsó por completo. Los cuerpos de un joven, Mikola, y su novia, Ivanka, fueron recuperados de entre los escombros en el sótano, donde cayeron desde el último piso donde se encontraba su apartamento. Un hotel cercano, donde se alojaba el equipo nacional juvenil de atletismo en el momento del ataque, también resultó dañado, aunque no se reportaron víctimas. «Todos los objetivos planeados fueron alcanzados», afirmó sin embargo el Ministerio de Defensa de Rusia, calificando el ataque nocturno como una «respuesta a los actos terroristas del régimen de Kiev». El ministerio ruso afirmó que solo atacó «oficinas de diseño, empresas de producción y reparación de armas, sitios de ensamblaje de drones, centros de entrenamiento de pilotos de combate y almacenes de las Fuerzas Armadas de Ucrania».

«Rusia debe rendir cuentas por esto», declaró el presidente Volodímir Zelenski, instando una vez más a otros países a «actuar con decisión» contra Rusia. «Ahora es el momento en que América, Europa y todos en el mundo pueden detener juntos esta guerra presionando a Rusia», subrayó, señalando que aquellos que no actúan y dan más tiempo a la guerra para quitar vidas» se convierten en cómplices y responsables de los crímenes rusos.

Mientras los drones y misiles rusos atacaban ciudades ucranianas, la nación invadida golpeó varios objetivos de infraestructura militar en territorio enemigo. Un depósito de petróleo en Engels, la base aérea de Diaguilevo y la planta militar «Progress» resultaron dañados en el ataque, según afirmó el coronel Andri Kovalenko, del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional. Fuentes locales rusas confirmaron incendios importantes. La planta «Progress» en Michurinsk es uno de los elementos clave del complejo militar-industrial ruso, señaló el oficial. Según él, es allí donde Rusia recibe los componentes que «alimentan» sus sistemas de misiles y artillería. Mientras los ataques aéreos y los combates persistían en el frente, el viernes se preparaba el esperado intercambio de prisioneros de guerra gravemente enfermos, heridos graves y jóvenes, así como la repatriación de los cuerpos de los defensores caídos, el único resultado tangible de las recientes negociaciones entre Ucrania y Rusia en Estambul, según Kiev.

Por otra parte, el jefe de la agencia nuclear rusa, Alexéi Lijachov, y el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, descartaron ayer una reactivación de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa y bajo control ruso, mientras se mantenga la amenaza militar. «Este plan (de activación) sólo puede llevarse a cabo si se eliminan las amenazas militares directas o indirectas», afirmaron.

En la noche entre el jueves y el viernes, 407 drones de largo alcance y 45 misiles balísticos y de crucero atacaron Ucrania, en lo que Rusia enmarcó como una represalia por la exitosa operación ucraniana «Telaraña» contra su aviación militar estratégica el domingo pasado. Al menos cinco personas murieron y decenas resultaron heridas debido a los daños causados por los ataques en la capital, Kiev, y otras regiones del norte y oeste del país, incluyendo Leópolis, Lutsk y Ternopil. En la capital ucraniana, miles de personas buscaron refugio en sótanos y estaciones subterráneas mientras las defensas aéreas locales intentaban repeler el coordinado ataque ruso. Según la Fuerza Aérea de Ucrania, 368 drones y 36 misiles fueron interceptados. Sin embargo, los ataques rusos tuvieron éxito en 13 ocasiones, y fragmentos de drones y misiles interceptados cayeron en 19 lugares.

Como resultado, varias viviendas, un almacén y numerosos vehículos resultaron dañados, con un incendio desatado en el undécimo piso de un edificio residencial. «La puerta del estacionamiento subterráneo fue derribada por la onda expansiva», relató Oleksandr, quien se refugió allí junto a su esposa. «Después, salí y vi que todo estaba en llamas, la gente corría», contó el hombre a Suspilne TV. Algunos lugares fueron atacados varias veces. Un ataque repetido mató a tres bomberos e hirió a nueve más, según reveló el Ministerio del Interior. «Los rusos se llevaron la vida de las personas que fueron las primeras en acudir a mitigar las consecuencias de este terrible golpe», subrayó el Servicio de Emergencias de Ucrania. Los heridos sufrieron múltiples traumatismos en el pecho y la cabeza, así como fracturas, según informaron los médicos a los medios locales.

Los daños en las vías férreas interrumpieron el enlace del metro a través del río Dnipro en Kiev y provocaron retrasos en varios trenes que pasaban por la ciudad, mientras que varios distritos se quedaron sin electricidad durante horas. Miles de personas hicieron fila para tomar autobuses públicos mientras se dirigían al trabajo tras otra noche sin dormir, llena de explosiones. Mientras tanto, la ciudad occidental de Lutsk vivió una de las peores noches de la invasión. Seis misiles y 15 drones atacaron Lutsk, matando al menos a dos personas y dejando 28 heridos. El interior de un edificio de apartamentos colapsó por completo. Los cuerpos de un joven, Mikola, y su novia, Ivanka, fueron recuperados de entre los escombros en el sótano, donde cayeron desde el último piso donde se encontraba su apartamento. Un hotel cercano, donde se alojaba el equipo nacional juvenil de atletismo en el momento del ataque, también resultó dañado, aunque no se reportaron víctimas. «Todos los objetivos planeados fueron alcanzados», afirmó sin embargo el Ministerio de Defensa de Rusia, calificando el ataque nocturno como una «respuesta a los actos terroristas del régimen de Kiev». El ministerio ruso afirmó que solo atacó «oficinas de diseño, empresas de producción y reparación de armas, sitios de ensamblaje de drones, centros de entrenamiento de pilotos de combate y almacenes de las Fuerzas Armadas de Ucrania».

«Rusia debe rendir cuentas por esto», declaró el presidente Volodímir Zelenski, instando una vez más a otros países a «actuar con decisión» contra Rusia. «Ahora es el momento en que América, Europa y todos en el mundo pueden detener juntos esta guerra presionando a Rusia», subrayó, señalando que aquellos que no actúan y dan más tiempo a la guerra para quEn la noche entre el jueves y el viernes, 407 drones de largo alcance y 45 misiles balísticos y de crucero atacaron Ucrania, en lo que Rusia enmarcó como una represalia por la exitosa operación ucraniana «Telaraña» contra su aviación militar estratégica el domingo pasado. Al menos cinco personas murieron y decenas resultaron heridas debido a los daños causados por los ataques en la capital, Kiev, y otras regiones del norte y oeste del país, incluyendo Leópolis, Lutsk y Ternopil. En la capital ucraniana, miles de personas buscaron refugio en sótanos y estaciones subterráneas mientras las defensas aéreas locales intentaban repeler el coordinado ataque ruso. Según la Fuerza Aérea de Ucrania, 368 drones y 36 misiles fueron interceptados. Sin embargo, los ataques rusos tuvieron éxito en 13 ocasiones, y fragmentos de drones y misiles interceptados cayeron en 19 lugares.

Como resultado, varias viviendas, un almacén y numerosos vehículos resultaron dañados, con un incendio desatado en el undécimo piso de un edificio residencial. «La puerta del estacionamiento subterráneo fue derribada por la onda expansiva», relató Oleksandr, quien se refugió allí junto a su esposa. «Después, salí y vi que todo estaba en llamas, la gente corría», contó el hombre a Suspilne TV. Algunos lugares fueron atacados varias veces. Un ataque repetido mató a tres bomberos e hirió a nueve más, según reveló el Ministerio del Interior. «Los rusos se llevaron la vida de las personas que fueron las primeras en acudir a mitigar las consecuencias de este terrible golpe», subrayó el Servicio de Emergencias de Ucrania. Los heridos sufrieron múltiples traumatismos en el pecho y la cabeza, así como fracturas, según informaron los médicos a los medios locales.

Los daños en las vías férreas interrumpieron el enlace del metro a través del río Dnipro en Kiev y provocaron retrasos en varios trenes que pasaban por la ciudad, mientras que varios distritos se quedaron sin electricidad durante horas. Miles de personas hicieron fila para tomar autobuses públicos mientras se dirigían al trabajo tras otra noche sin dormir, llena de explosiones. Mientras tanto, la ciudad occidental de Lutsk vivió una de las peores noches de la invasión. Seis misiles y 15 drones atacaron Lutsk, matando al menos a dos personas y dejando 28 heridos. El interior de un edificio de apartamentos colapsó por completo. Los cuerpos de un joven, Mikola, y su novia, Ivanka, fueron recuperados de entre los escombros en el sótano, donde cayeron desde el último piso donde se encontraba su apartamento. Un hotel cercano, donde se alojaba el equipo nacional juvenil de atletismo en el momento del ataque, también resultó dañado, aunque no se reportaron víctimas. «Todos los objetivos planeados fueron alcanzados», afirmó sin embargo el Ministerio de Defensa de Rusia, calificando el ataque nocturno como una «respuesta a los actos terroristas del régimen de Kiev». El ministerio ruso afirmó que solo atacó «oficinas de diseño, empresas de producción y reparación de armas, sitios de ensamblaje de drones, centros de entrenamiento de pilotos de combate y almacenes de las Fuerzas Armadas de Ucrania».

«Rusia debe rendir cuentas por esto», declaró el presidente Volodímir Zelenski, instando una vez más a otros países a «actuar con decisión» contra Rusia. «Ahora es el momento en que América, Europa y todos en el mundo pueden detener juntos esta guerra presionando a Rusia», subrayó, señalando que aquellos que no actúan y dan más tiempo a la guerra para quitar vidas» se convierten en cómplices y responsables de los crímenes rusos.

Mientras los drones y misiles rusos atacaban ciudades ucranianas, la nación invadida golpeó varios objetivos de infraestructura militar en territorio enemigo. Un depósito de petróleo en Engels, la base aérea de Diaguilevo y la planta militar «Progress» resultaron dañados en el ataque, según afirmó el coronel Andri Kovalenko, del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional. Fuentes locales rusas confirmaron incendios importantes. La planta «Progress» en Michurinsk es uno de los elementos clave del complejo militar-industrial ruso, señaló el oficial. Según él, es allí donde Rusia recibe los componentes que «alimentan» sus sistemas de misiles y artillería. Mientras los ataques aéreos y los combates persistían en el frente, el viernes se preparaba el esperado intercambio de prisioneros de guerra gravemente enfermos, heridos graves y jóvenes, así como la repatriación de los cuerpos de los defensores caídos, el único resultado tangible de las recientes negociaciones entre Ucrania y Rusia en Estambul, según Kiev.

Por otra parte, el jefe de la agencia nuclear rusa, Alexéi Lijachov, y el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, descartaron ayer una reactivación de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa y bajo control ruso, mientras se mantenga la amenaza militar. «Este plan (de activación) sólo puede llevarse a cabo si se eliminan las amenazas militares directas o indirectas», afirmaron.

itar vidas» se convierten en cómplices y responsables de los crímenes rusos.

Mientras los drones y misiles rusos atacaban ciudades ucranianas, la nación invadida golpeó varios objetivos de infraestructura militar en territorio enemigo. Un depósito de petróleo en Engels, la base aérea de Diaguilevo y la planta militar «Progress» resultaron dañados en el ataque, según afirmó el coronel Andri Kovalenko, del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional. Fuentes locales rusas confirmaron incendios importantes. La planta «Progress» en Michurinsk es uno de los elementos clave del complejo militar-industrial ruso, señaló el oficial. Según él, es allí donde Rusia recibe los componentes que «alimentan» sus sistemas de misiles y artillería. Mientras los ataques aéreos y los combates persistían en el frente, el viernes se preparaba el esperado intercambio de prisioneros de guerra gravemente enfermos, heridos graves y jóvenes, así como la repatriación de los cuerpos de los defensores caídos, el único resultado tangible de las recientes negociaciones entre Ucrania y Rusia en Estambul, según Kiev.

Por otra parte, el jefe de la agencia nuclear rusa, Alexéi Lijachov, y el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, descartaron ayer una reactivación de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa y bajo control ruso, mientras se mantenga la amenaza militar. «Este plan (de activación) sólo puede llevarse a cabo si se eliminan las amenazas militares directas o indirectas», afirmaron.