Finlandia

Sanna Marin renunciará como líder de los socialdemócratas finlandeses tras la derrota

La primera ministra encabezará las negociaciones de coalición y permanecerá al frente del partido hasta el congreso de septiembre

Tras su derrota agridulce del domingo, Sanna Marin no desea ser la líder de la oposición en Finlandia. La primera ministra anunció ayer que presentará este jueves su renuncia a la dirección del Partido Socialdemócrata (SDP), pero que permanecerá en su cargo hasta que el congreso de septiembre elige a su sucesor o sucesora.

"Ahora es un momento para unir filas de nuevo y dimitir como líder", aseguró Marin, que mostró su deseo de permanecer sólo como diputada en el nuevo Parlamento ("Eduskunda") y descartó ocupar un cargo ministerial en caso de que los conservadores, los ganadores de las elecciones, formen Gobierno con los socialdemócratas.

Pese a mejorar su resultado electoral en 2,2 puntos y pasar de 40 a 43 escaños, el SDP fue relegado a la tercera posición por escaño margen. Los socialdemócratas fueron superados por menos de un punto y 27.659 votos por los conservadores del Partido de la Coalición Nacional (KOK) y por solo una décima y 3.884 votos por el ultraderechista Partido de los Finlandeses. Una verdadera decepción para la política más popular del país nórdico, que en 2019 se convirtió con 34 años en la primera ministra más joven del mundo.

Pese a su interinidad al frente del partido, Marin formará parte de las inminentes negociaciones de coalición que el futuro primer ministro, el conservador Petteri Orpo, iniciará el próximo viernes, una vez que se constituya el nuevo Parlamento.

"El SDP está preparado para gobernar. Somos duros negociadores, pero también un partido capaz de cooperar que ha estado en el Gobierno muchas veces en la historia de Finlandia", afirmó Marin, que ha encabezado en la última legislatura un Gobierno de coalición entre socialdemócratas, centristas, verdes, la Alianza de Izquierda y el Partido Popular Sueco.

En opinión de pesos pesados conservadores, la renuncia de Marin facilitará una eventual Gran Coalición en Finlandia, dado que la actual líder socialdemócrata rechaza la política de recortes sociales que planea Orpo. Samu Vahteristo cree que "las negociaciones serán más fáciles. Si se piensa en su retórica [de Marin] en los últimos meses, al menos estamos en una relación de negociación".

Con todo, la aún líder socialdemócrata anticipó un futuro Ejecutivo de derechas en Finlandia: "No veo al SDP entrando en un Gobierno que haría 6.000 millones de recortes. Esto no sería de ninguna manera compatible con nuestras metas o nuestro programa electoral".

En medio de la expectación sobre su futuro, Marin evitó entrar en detalles, si bien adelantó que no será candidata en las elecciones presidenciales de 2024. "Han sido años excepcionalmente difíciles y tiempos duros. Con este resultado electoral, siento que tengo la oportunidad de pasar página en mi propia vida", reconoció sin ocultar su emoción a los periodistas.

Desde que los resultados del agónico escrutinio del domingo mostraron que Marin no podría gobernar un segundo mandato, los analistas políticos finlandeses dudaban de que la líder socialdemócrata se conformara con ser líder de la oposición o ministra a las órdenes de su rival político. En cambio, se anticiparon posibles destinos en organizaciones internacionales para una Marin aupada al poder con tan solo 37 años.

Uno de los rumores más repetidos apuntaba a que la primera ministra que había conducido en menos de un año a Finlandia a la OTAN tras ochenta años de no alineamiento militar sería una buena candidata a suceder como secretario general a Jens Stoltenberg, que culmina en septiembre su mandato.

Sin embargo, juega en contra que después del danés Anders Fogh Rasmussen y el noruego Stoltenberg, otro político nórdico y procedente de un país pequeño pueda hacerse con la secretaría general de la Alianza Atlántica. En este sentido, se pronunció Timo Miettinen, investigador de la Academia de la Universidad de Helsinki, en declaraciones a la televisión pública Yle: "Finlandia acaba de convertirse en parte de la OTAN y está comenzando a dar forma a su propio pensamiento de política de seguridad. Sanna Marin no tiene experiencia como primera ministra de un país de la OTAN".

Más factible sería que pudiera dirigir sus pasos a la política de la UE y aspirar, por ejemplo, a ser la candidata de los socialistas europeos a las elecciones europeas del próximo año. Otros exprimeros ministros finlandeses como la centrista Mari Kiviniemi y el conservador Alexander Stubb continuaron sus en el extranjero. La primera en la OCDE en París y el segundo como profesor universitario en Italia.

En estos apenas tres años y medio al frente del Gobierno finlandés, Marin ha hecho frente sin apenas experiencia en política nacional a dos graves crisis como la pandemia de coronavirus y la guerra de Ucrania. Su elogiada gestión de la crisis sanitaria se resume en un país con menos muertos e infectados de covid-19 que sus vecinos europeos sin confinamiento ni saturación hospitalaria. Frente a la amenaza rusa, Marin supo liderar, junto al presidente Sauli Niinistö, una adhesión exprés a la OTAN que culminó el pasado martes con la integración de Finlandia como el 31º Estado miembro de la organización.

Frente a estos éxitos, la primera ministra también ha tenido que hacer frente estos años a inusitados ataques machistas por su juventud e inexperiencia, así como por los vídeos donde se la veía divertirse de fiesta con sus amigas como cualquier otro ciudadano. En un contundente tuit respondió Marin a todos los que le ninguneaban por su género y su edad: "Incompetente, sin experiencia, cajera de supermercado, niña, Gobierno de niñas, Gobierno de pintalabios, Gobierno de pantis, amenazas, discurso del odio, acoso. Sí, las mujeres dirigen el Gobierno. Aceptadlo". La dirigente socialdemócrata aludía a que los cinco partidos de la coalición de centro izquierda estaban dirigidos por mujeres, cuatro de ellas menores de 40 años.