La Habana

Santos lucha por la paz para lograr su reelección

El diálogo con las FARC entra en una fase decisiva en 2014

Santos mejoró su popularidad en la última encuesta del año debido a su gestión del conflicto con las FARC
Santos mejoró su popularidad en la última encuesta del año debido a su gestión del conflicto con las FARClarazon

Cuentan sus padres que cuando al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, le preguntaron a los cinco años qué quería ser de mayor dijo sin titubear: «Presidente de Colombia». Y el niño se hizo hombre y cumplió sus sueños. Ahora desea repetir la gesta, pero, además, aspira a hacer historia y conseguir que la narcoguerrilla entregue las armas. Enero es considerado por los analistas como el pistoletazo inicial de la campaña presidencial, en la que jugarán papeles destacados el proceso de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el ex gobernante Álvaro Uribe y la gestión del actual inquilino de la Casa de Nariño. El otrora delfín de Uribe anunció en noviembre que volvería a presentarse.

Santos será así el segundo presidente-candidato, después de que Uribe cambiara la Constitución y estrenara esa figura en 2006, pese a que el actual mandatario había declarado hace algunos años que no le gustaba la reelección. En su último mensaje televisado, Juan Manuel Santos, de 62 años, sostuvo que buscará mantenerse en la presidencia en el periodo 2014-2018 «porque estoy convencido de que hemos avanzado lo suficiente y porque –por fin– es posible llegar a ese futuro de prosperidad y de paz que merecemos todos los colombianos». Una clara referencia a las negociaciones que su Gobierno lleva adelante con las FARC en Cuba. Cuando Santos anunció el inicio de esas conversaciones, aseguró que el proceso duraría «meses, no años». Sin embargo, ya se cumplió un año y aún falta mucho para que se vislumbre la posibilidad de que salga humo blanco de esas tratativas. El propio Santos reconoció ayer a «El Espectador» que le hubiera gustado «que hubiera terminado en noviembre para que no se mezclara con las elecciones, pero sabía que eso era utópico».

A diferencia de otros intentos por buscar la paz con la guerrilla, «en esta campaña los colombianos encontrarán un proceso de paz en marcha y, a pesar del escepticismo reinante en muchos sectores del país, la reelección sin duda estará marcada por los avances o el estancamiento de este proceso», escribió la prestigiosa revista colombiana «Semana». Según una encuesta dada a conocer la semana pasada por el Centro Nacional de Consultoría (CNC), el apoyo al trabajo del gobierno de Santos pasó del 41% al 55% en el último mes. Claves en ese incremento fueron los acuerdos logrados en La Habana y la decisión del presidente colombiano de seguir adelante con las negociaciones con las FARC. Así, el 64% de los consultados dijo respaldar al gobernante en su empeño por seguir dialogando con la guerrilla. De acuerdo al mismo sondeo, Santos obtenía el 34% de las preferencias, mientras que Enrique Peñalosa (Verde) y Oscar Zuluaga lograban un 11%.

Por su parte, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, ahora convertido en rival de Santos, enfatizó ayer: «Presidente Santos, la Paz no es la exaltación del criminal, sino su castigo para que no se repita la violencia». Uribe sostuvo que la política de seguridad democrática ha sido el mejor proceso de paz que ha tenido Colombia en su historia, lo cual será retomado por el Centro Democrático desde el Congreso y desde la presidencia de la República, con el candidato Óscar Iván Zuluaga. El ex mandatario recordó que en sus dos períodos en la presidencia combatió por igual a guerrillas y paramilitares, recobrando la seguridad en este departamento, que los tuvo que padecer por igual.

Santos se encuentra en la encrucijada. Las FARC y el Gobierno todavía deben de transitar el camino más difícil: el resarcimiento de las víctimas. Del éxito de estas negociaciones dependerá su reelección. Es por tanto deducible que el mandatario no se lanzó al vacío, sino que contaba con ciertas garantías de éxito. Aunque como él dijo cuando era ex ministro refiriéndose a las FARC: «De una serpiente, nunca hay que fiarse».

Un año clave

- ¿Cambio de color en el continente? 2014 está repleto de importantes contiendas electorales en Iberoamérica. En Uruguay, el sucesor de Mujica tendrá que luchar contra la fuerte derecha, mientras que en Costa Rica, la izquierda roza su primera victoria de la historia.

- Brasil, o el motor económico. Todos los ojos están en la presidenta Dilma Rousseff pues se juega su reelección para seguir al frente de la primera potencia del continente.

- Tercera entrega de Morales. El presidente boliviano cambió la Constitución para poder presentarse, por tercera vez consecutiva, a las elecciones presidenciales.