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Francia

Sarkozy irá a la cárcel tras ser condenado a cinco años por asociación ilícita

Es una sentencia histórica, pues será la primera vez que un expresidente francés entre en prisión. Como Sarkozy tiene 70 años, puede pedir la libertad provisional, pero una vez encarcelado

Una condena histórica con repercusiones inéditas. La imagen de Sarkozy entrando en prisión podría producirse en los próximos días, todo un terremoto en la vida política en Francia. Esta vez, sí. La Justicia ha dictaminado que no se producirá la suspensión de la pena de cinco años de cárcel para el expresidente por asociación ilícita con miembros del régimen libio de Gadafi para obtener financiación para su campaña electoral de 2007, la que lo llevó al Elíseo.

Esto significa que el recurso a la condena presentado inmediatamente este jueves tras conocerse el fallo por los abogados del expresidente no evitan la ejecución de la condena y el tribunal dispone ahora de un plazo de un mes para notificar a Sarkozy la fecha exacta de su entrada en prisión. Al cierre de esta edición se confirmaba que será el próximo 13 de octubre cuando se notifique la fecha de al exmandatario. Es una sentencia histórica, pues será la primera vez que un expresidente francés entre en prisión. Como Sarkozy tiene 70 años, puede pedir la libertad provisional, pero una vez encarcelado.

“Si duermo en prisión, lo haré con la cabeza alta” ha declarado el exmandatario tras conocer el histórico fallo insistiendo de nuevo en su inocencia tras conocer la sentencia de un proceso, el quinto que vive en los últimos años, que tuvo lugar la pasada primavera. La magistrada ha justificado la sentencia que condena al mandatario y su círculo íntimo de colaboradores por asociación pero lo absuelve de otros delitos como corrupción o desvío de fondos públicos.

Esto significa que queda probado que esas reuniones con el círculo del exdictador Gadafi existieron con ese objetivo de financiación (y la condena es por ello) pero no se ha podido seguir el rastro del dinero o probar fehacientemente que la corrupción tuvo lugar, más allá de las numerosas investigaciones periodísticas que durante estos años han seguido la pista de dinero en metálico en viajes de ida y vuelta entre Libia y París.

El tribunal ha considerado probado que, entre 2005 y 2007, Sarkozy, en aquella época ministro del Interior francés, “dejó a sus colaboradores más cercanos maniobrar para obtener apoyo financiero por parte del régimen libio”, según ha justificado en su lectura la presidenta del tribunal, Nathalie Gavarino. La Fiscalía había pedido siete años de cárcel y 300.000 euros de multa por todos los delitos. El circuito orquestado por la trama “se intentó hacer todo lo opaco posible, haciendo que el dinero no se pudiera rastrear”, ha señalado Gavarino.

Es una injusticia escandalosa”, ha manifestado Sarkozy a la salida del tribunal en compañia de su esposa, la modelo Carla Bruni. “Hoy se ha humillado la imagen de Francia”, ha añadido al tiempo que anunciaba que un recurso que no pone la pena en suspensión.

Además de Sarkozy, estaban implicados otras once personas, entre ellos, tres de sus exministros, Brice Hortefeux, Claude Guéant y Eric Woerth. Se trata de sus colaboradores más cercanos. Hortefeux ha sido condenado por asociación ilícita y Guéant por tráfico de influencias y corrupción pasiva.

Se trata del quinto proceso que Sarkozy afronta en los últimos cinco años y probablemente, el más complicado de todos. En diciembre de 2024 ya fue sentenciado a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias en el llamado caso de las escuchas. Fue un fallo histórico, pues era la primera condena por arresto domiciliario a un expresidente.

La condena a Sarkozy ha suscitado reacciones en todo el arco político durante toda la tarde del jueves. La primera en salir en su defensa ha sido Marine Le Pen por claros paralelismos con su condena por desvío de fondos europeos. Le Pen fue condenada hace unos meses, inhabilitada a cinco años y, aunque ha apelado la decisión, esto le impedirá presentarse a las próximas elecciones presidenciales.

“Más allá de que sea el expresidente Sarkozy, la generalización de la ejecución provisional de la condena es un gran peligro, pues viola la presunción de inocencia” que conserva el condenado si recurre, ha denunciado la líder ultraderechista.

El líder de Los Republicanos,la familia política de Sarkozy, Laurent Wauquiez, ha expresado su “apoyo y reconocimiento al hombre de Estado que ha dado tanto por el país”.

Desde la izquierda, Manuel Bompard, coordinador de La Francia Insumisa, ha aplaudido la decisión: “La exigencia de honestidad y respeto a la ley no es exclusiva del pueblo. Se aplica también al poder”.