Casa Blanca

Scholz y Biden exhiben unidad ante Rusia y China

El presidente de EE UU alaba a Alemania por haber superado la dependendia energética rusa en solo un año

Joe Biden recibió ayer por segunda vez al canciller aleman, Olaf Scholz, en el Despacho Oval de la Casa Blanca
Joe Biden recibió ayer por segunda vez al canciller aleman, Olaf Scholz, en el Despacho Oval de la Casa BlancaSusan WalshAgencia AP

“Bienvenido de nuevo al Despacho Oval, bienvenido de nuevo a la Casa Blanca”, le dijo Joe Biden al darle la bienvenida a Olaf Scholz este viernes a puerta cerrada en la residencia presidencial. “Ha habido muchos cambios desde la última vez que estuviste aquí”, explicó el presidente de Estados Unidos en sus primeras palabras a su homólogo alemán, pasados dos minutos de las dos de la tarde hora local, ante una reducida presencia mediática en el interior del despacho, pero amplia en el exterior, a pesar de la lluvia y la drástica bajada de temperaturas en la capital estadounidense.

El presidente de Estados Unidos recibía por segunda vez en la Casa Blanca al canciller alemán, justo un año después de su primera visita a Washington, recordando que la invasión rusa estaba a semanas de producirse y, desde entonces, el apoyo de Alemania ha sido “profundo”, destacó Biden.

El canciller alemán agradeció “estar de regreso en la Casa Blanca” al haber aceptado la invitación oficial, en el que calificó como “año muy importante”, por el que “es realmente importante que actuemos juntos, al mismo tiempo”. Scholz hizo hincapié en que la relación entre ambos países, Estados Unidos y Alemania, “está en buena forma” al darle las gracias directamente a su homólogo estadounidense por su “liderazgo”.

Por su parte, Biden quiso agradecer a Scholz por “los cambios históricos en casa”, tanto por haber intento “brindar un apoyo militar crítico” como por el “apoyo moral” ofrecido hacia Ucrania, al resaltar que Alemania está encontrado fórmulas para “alejarse de las fuentes de energía rusas: sé que no ha sido fácil”, reconoció el presidente estadounidense.

A pesar de algunas fricciones, como en el envío de sus tanques militares, Abrams o Leopold, Estados Unidos y Alemania han trabajado en estrecha colaboración para proporcionar a Ucrania asistencia militar y humanitaria.

Tanto la Administración Biden como la Cancillería alemana definieron el encuentro como una “visita de trabajo en tiempos difíciles”, adelantando que la reunión bilateral entre ambos mandatarios sería “una oportunidad para reafirmar los profundos lazos de amistad entre Estados Unidos y su aliado de la OTAN, Alemania”.

La fecha de la reunión de alto nivel de este viernes, celebrada a puerta cerrada en el Despacho Oval, fue anunciada previamente por la Casa Blanca a mediados de febrero, dándose a entender también como un gesto simbólico al hacer que el esperado encuentro coincidiera con apenas unos días después de producirse los primeros doce meses de guerra en Ucrania.

“Al cumplirse un año de la brutal agresión rusa en Ucrania, los líderes discutirán nuestros esfuerzos en curso para apoyar a Ucrania, imponer sanciones a Rusia por su agresión y fortalecer la seguridad transatlántica”, confirmó la Administración Biden a través de un comunicado.

Lo cierto es que Scholz generó expectativa respecto al encuentro con el presidente estadounidense horas antes de llegar a Washington, al ofrecer este jueves, la víspera de su viaje oficial a Estados Unidos, un discurso en el Parlamento alemán en el que el canciller cambió su tono hacia China instando a Pekín a “usar su influencia en Moscú para presionar por la retirada de las tropas rusas y no suministrar armas al agresor Rusia”, tal y como los servicios de inteligencia estadounidenses alertaron recientemente que podría estar a punto de suceder.

Scholz habló en el Bundestag alemán sobre “un año de Zeitenwende, que también significa un año de asociación transatlántica, más cercana y confiable que nunca”, aprovechando sus palabras también para reprender a China por no condenar la agresión de Rusia contra Ucrania y advirtiéndole de que no entregue armas a Pekín. Aunque, dándole una de cal y otra de arena, el canciller alemán decidió elogiar a China por su “clara oposición a las amenazas nucleares rusas”.

Y, como era de esperar, una vez más desde que diera comienzo la invasión rusa, la guerra de Ucrania dominó el tema de la reunión bilateral entre los aliados de la OTAN en la Casa Blanca. Aunque, junto a Rusia, esta vez China también abarcó parte del protagonismo de la conversación. Y es que tanto a Estados Unidos como a sus socios europeos y aliados de la OTAN les preocupa que el gigante asiático condicione el devenir del conflicto bélico al suministrar armas a Rusia antes de que se quede sin reservas.

China es el principal socio comercial de Alemania y, hasta ahora, Europa ha sido más cautelosa que Estados Unidos a la hora de establecer relaciones diplomáticas con Pekín. Pero las rivalidades globales parecen estar cambiando y la guerra de Ucrania podría ser un punto de inflexión.

“En este momento, es muy importante que demos el mensaje de que continuaremos haciéndolo mientras sea necesario y durante el tiempo que sea necesario”, señaló Scholz, en la misma línea que Biden. “Estoy muy feliz de estar aquí y hablar contigo”, recalcó a su anfitrión.

Después de Estados Unidos, Alemania es el segundo mayor donante de Ucrania, liderando la lista del resto de los países europeos, al haber comprometido cerca de 15.000 millones de dólares en ayuda humanitaria y militar a Ucrania desde que diera comienzo la guerra hace ahora un año.

Sobre la mesa de la reunión privada, tal y como dio a conocer la Casa Blanca a través de un comunicado, Biden y Scholz también revisaron la “cooperación continua en una variedad de temas de seguridad regional y global, incluido el trabajo conjunto de los desafíos compartidos que plantea China y nuestra cooperación en el Indo-Pacífico”.

Ambos mandatarios se han reunido en un total de tres ocasiones, sumando a esta ultima la bilateral en noviembre del año pasado en Bali durante la cumbre del G-20 y en Baviera en junio de 2022 en la cumbre del G-7. El Gobierno alemán también ha contabilizado, desde que Scholz asumiera el poder, un total de 15 conversaciones telefónicas con Biden, siete bilaterales y otras ocho conjuntas con otros jefes de Estado y de Gobierno.

Tras este último encuentro bilateral en el Despacho Oval, la segunda vez que el canciller alemán visita la Casa Blanca, no hubo rueda de prensa conjunta, apenas un pequeño grupo de corresponsales pudieron acceder registrar los minutos previos a la reunión privada, pero el canciller alemán ofreció una entrevista exclusiva en CNN que la cadena estadounidense tiene previsto emitir este domingo en horario de máxima audiencia.