Se recrudecen las protestas callejeras en Nicaragua

Nicaragua la dictadura silenciosa. Donde el sandinista Daniel Ortega ha conseguido dominar todos los poderes y subyugar a la oposición, sin levantar excesivas suspicacias o condenas de comunidad internacional. Sin embargo hace un mes saltó la chispa, como siempre fueron los estudiantes los que se lanzaron a las calles. Fue entonces cuando el mandatario soltó a jauría. Desgraciadamente para que algo cambié en el país centroamericano, tendrá que correr sangre. Por las buenas, nada.

Otro nuevo mártir. Un joven de 18 años murió de un balazo y al menos otras 11 personas resultaron heridas en un ataque armado contra estudiantes atrincherados en una universidad de Managua, según informó el Movimiento Estudiantil 19 de Abril (M19A).

Víctor Cuadras, portavoz de los estudiantes, explicó que la víctima fatal era un estudiante que murió en el hospital adonde había sido llevado tras recibir un impacto de bala durante el ataque cometido anoche contra la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli). Según los estudiantes, el asalto nocturno fue ejecutado por policías y activistas de la Juventud Sandinista, organización ligada al gobierno del presidente Daniel Ortega.

Cuadras, principal portavoz del M19A, advirtió además que tropas antimotines de la Policía y activistas sandinistas "tienen rodeada"la sede de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), en la zona sur de Managua, donde también hay estudiantes atrincherados, y que podrían atacar sus instalaciones en las próximas horas.

El portavoz dijo que unos 80 universitarios están atrincherados en la Upoli desde que comenzaron las protestas contra el gobierno, a mediados de abril, y que otros 70 jóvenes ocupan la sede de la UNAN desde hace tres días, como forma de presión contra Ortega.

Nicaragua atraviesa una crisis de más de tres semanas, debido a multitudinarias manifestaciones que comenzaron con protestas en rechazo a unas reformas a la seguridad social decretadas por Ortega y que continuaron a pesar de que el presidente revocó esos cambios y llamó al diálogo aún sin fecha.

Del diálogo deberían participar el Ejecutivo y el sector privado, con la Conferencia Episcopal (CEN) como mediadora. Sin embargo aunque el sandinista se mostró dispuesto ahora parece esquivo, tanteando el pulso en las calles.

El descontento social gira ahora en torno a los 47 muertos que dejó la feroz represión del gobierno durante las protestas a mediados de abril. Algunas organizaciones humanitarias elevaron a 63 el número de los fallecidos, otras a un centenar. El estudiante reportado por muerto en la madrugada de ayer, no está incluido en estos recuentos. El gobierno, sin embargo, insiste en que sólo hubo 10 fallecidos.