Los sectores afines a Evo Morales bloquean por tercer día consecutivo las principales carreteras de Bolivia

La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) ha registrado este miércoles un total de 14 puntos de bloqueo en las principales carreteras del país andino por parte de los sectores sociales afines a Evo Morales. El expresidente espolea por tercer día consecutivo una movilización que exige la renuncia inmediata de los magistrados con el mandato prorrogado de los altos tribunales de Bolivia, incluidos los del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que vetaron su candidatura a las próximas elecciones presidenciales de 2025.

La sala del TCP decretó en diciembre que la reelección indefinida «no es un derecho humano», como argumentaba Morales. No podría, por tanto, ser candidato al haber gobernado ya durante tres periodos consecutivos. El fallo, emitido en mitad del pulso político en las filas del Movimiento al Socialismo (MAS) entre el propio Morales y el que fuera su delfín, el actual presidente Luis Arce, ha motivado la respuesta en las calles del exmandatario, que viene denunciando un «golpe judicial».

El bloqueo, que afecta a la principal ruta económica del país, la vía que conecta La Paz con Santa Cruz de la Sierra, así como a los departamentos de Cochabamba, Santa Cruz, Oruro y Potosí, provocó el fallecimiento de una mujer en La Paz que no pudo desplazarse hasta Santa Cruz tras sufrir un accidente cerebrovascular en la capital, según informa el diario local Brújula Digital.

Por su parte, el gerente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Gustavo Jáuregui, cifra en unos 120 millones de dólares las pérdidas económicas diarias del sector a causa de las obstrucciones. Y es que, entre otras vías, los sectores «evistas» cortaron el paso en la ruta entre Santa Cruz y la población de Yacuiba, fronteriza con Argentina, una de las principales rutas de circulación del transporte pesado.

Los manifestantes han denunciado la respuesta desproporcionada por parte de las fuerzas de seguridad. «El Gobierno nacional, en lugar de resolver las justas demandas del pueblo que defiende la democracia, reprime y amenaza con criminalizar la protesta social», escribió Morales en su cuenta de X (antes Twitter).

La Defensoría del Pueblo recordó que «el ejercicio del derecho a la protesta pacífica debe ser garantizado por el Estado» y que las fuerzas de seguridad deben ajustar sus acciones a «los estándares internacionales de uso de la fuerza». Instó también a los grupos de manifestantes a «respetar el derecho de terceros ajenos al conflicto».

«Es importante mencionar que, de nueve departamentos, en ocho está garantizada la transitabilidad, por lo que no podemos decir que no existe dicho extremo», informó el miércoles a la prensa el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos. «El departamento de Cochabamba es el que continúa bloqueado. Este alcance, que pretendía ser nacional, se está reduciendo al departamento de Cochabamba», señaló el funcionario.

El trópico de Cochabamba es el bastión político de Evo Morales, a quien Arce acusa directamente de impulsar los bloqueos. Es en allí donde el líder cocalero concentra buena parte del respaldo social. Aunque Morales no solo presiona en las carreteras del país; también lo hace a través del Poder Legislativo. Los suyos, que controlan el Senado, piden a la facción de Arce, que dirige a su vez la Cámara de Diputados, la convocatoria de elecciones en la carrera judicial.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel, dijo el martes que tiene «todo listo» para gestionar los comicios judiciales. Una vía desde la que Morales busca colocar a sus afines y revertir la sentencia de diciembre.

Arce respondió el lunes denunciando la existencia de una «nueva derecha» que, con el argumento de que se llamen a las elecciones judiciales, convocó a un bloqueo de caminos y quiere «desestabilizar» al Gobierno y «acortar» su mandato, en una clara alusión a Morales. El que fuera ministro de Economía durante los sucesivos gobiernos del líder cocalero reconoció ante sus seguidores en mitad del acto conmemorativo por los 15 años de creación del Estado Plurinacional que había razones para estar «preocupados» y «en pie de combate».