Líbano

Los seis golpes de Israel contra el bastión de Hizbulá en Beirut

El Ejército israelí elimina en Dahiyeh al responsable de drones de la milicia chií, Mohammad Srour

Por sexta vez desde que comenzó la guerra entre Hizbulá e Israel el 8 de octubre –horas después de que la milicia chií libanesa decidiera apoyar a Hamás–, Israel golpeó ayer a la organización liderada por Hasan Nasrallah en Dahiyeh, su bastión del sur de la capital libanesa, Beirut.

El jueves, le tocó el turno al responsable de la unidad de drones de Hizbulá, Mohammad Srour, más conocido como Abu Saleh, asesinado según Tel Aviv, aunque la organización chií no lo haya confirmado aún. En el ataque perdieron la vida otras dos personas y 15 más resultaron heridas.

Comandantes de Hizbulá eliminados por Israel
Comandantes de Hizbulá eliminados por IsraelLa Razón

El primero de los ataques contra el populoso bastión chií del sur de Beirut se produjo el 2 de enero, cuando Israel asesinó al «número dos» de la oficina política de Hamás, Saleh al Arouri. No atacaría Israel en la capital libanesa de nuevo hasta el 30 de julio, cuando acabó con la vida del «número dos» de Hizbulá, Fuad Shukr. El día siguiente, Tel Aviv acabaría con la vida del jefe de la oficina política de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán.

Sin duda, el ataque más duro y audaz de la Inteligencia israelí se produjo en las jornadas del 17 y 18 de septiembre pasados, cuando en una operación organizada durante meses, Israel hizo explotar simultáneamente centenares de «buscas» y «walkie-talkies» en posesión de miembros de Hizbulá en su feudo del sur de Beirut, aunque una parte importante de los aparatos estallaron en los bastiones de la milicia en el sur y el valle de la Becá, también en Siria. El sabotaje israelí costó la vida a 37 personas y dejó heridas o con secuelas de por vida –muchas de ellas ciegas o con amputaciones– a miles más incluyendo miembros de Hizbulá y ciudadanos que se encontraban conviviendo o casualmente próximos a ellos.

Dos días después, el 20 de septiembre, Israel bombardeó el edificio donde se reunían –en un sótano– varios miembros de la fuerza Radwan de Hizbulá, y acabó, según sus responsables militares, con la vida de diez de sus integrantes, incluido el máximo responsable de la unidad de élite, Ibrahim Akil. El ataque costó la vida a al menos 50 personas, además de dejar decenas de heridos en una zona altamente poblada.

Esta semana, y sin contar con el día de ayer, Israel dio dos nuevos zarpazos a la organización liderada por Nasrallah en el sur de Beirut al asesinar el lunes al comandante de Hizbulá para el frente sur, Ali Karake, y el martes al responsable de la milicia para el lanzamiento de cohetes Ibrahim Kobeissi.