Historia

EE UU ya no da por sentado su superioridad aérea y recupera una táctica de la Primera Guerra Mundial para salvar a sus soldados

Vuelven los "bancos de sangre andantes", una táctica que el ejército de EE UU recupera para un futuro de guerras sin superioridad aérea donde las evacuaciones serán imposibles

In this photo taken from video distributed by Russian Defense Ministry Press Service on Wednesday, July 9, 2025, Russian soldiers attend a tactical medical training at a rear military training ground in an undisclosed location in Ukraine. (Russian Defense Ministry Press Service via AP)
Russia UkraineASSOCIATED PRESSAgencia AP

En el frente ucraniano, una táctica de supervivencia que parecía sacada de los libros de historia militar ha vuelto a la primera línea. Una iniciativa conjunta danesa-ucraniana combate la acuciante escasez de sangre recurriendo directamente a soldados y civiles como donantes inmediatos para los heridos. Este sistema, conocido como "banco de sangre andante", se ha convertido en una solución de emergencia ante la brutal realidad de la guerra moderna.

De hecho, este crudo escenario bélico, donde el control aéreo es frágil y las evacuaciones médicas se complican, es precisamente lo que ha llevado al ejército de Estados Unidos a replantearse su propia estrategia sanitaria. Los mandos estadounidenses se preparan para futuros conflictos en los que no se podrá dar por sentada la superioridad aérea, lo que obliga a desarrollar capacidades para mantener con vida a los heridos durante largos periodos en el propio campo de batalla. Esta nueva doctrina de asistencia médica en combate se apoya también en el desarrollo de vehículos médicos blindados capaces de llegar hasta el corazón de la batalla para estabilizar a los heridos.

En este sentido, la teoría ya se ha puesto en práctica en unas recientes y exhaustivas maniobras militares en Alemania. Allí, los equipos médicos ensayaron transfusiones de sangre directas de un soldado a otro, un procedimiento que forma parte de lo que los estrategas denominan "cuidado prolongado sobre el terreno". El objetivo es claro: dotar a las tropas de autonomía médica cuando la logística tradicional de suministros, como las bolsas de sangre refrigeradas, simplemente no puede llegar, tal y como han publicado en Business Insider. Esta preparación para un escenario bélico más exigente no solo abarca la sanidad, ya que, por ejemplo, Europa ya trabaja en un nuevo y futurista carro de combate para adaptarse a estos desafíos.

Una solución de las trincheras para los conflictos del futuro

Sin embargo, la idea de recurrir a los propios soldados como reserva de sangre no es del todo nueva en el Pentágono. Ya en 2019 se puso en marcha un programa para identificar y registrar a todos los militares con sangre del tipo O, los donantes universales por excelencia. Aquella iniciativa sentó las bases para crear una base de datos vital que permitiera una reacción rápida en caso de un incidente con víctimas masivas.

Además, lo que antes se consideraba una práctica arriesgada y abandonada, hoy vuelve a ser una alternativa viable gracias a la tecnología. La sangre del donante se encuentra a la temperatura corporal perfecta para una transfusión inmediata, eliminando la compleja cadena de frío. Pero el avance crucial reside en las modernas y rápidas tecnologías de análisis, que permiten garantizar la compatibilidad y la ausencia de patógenos con una fiabilidad que era impensable hace apenas unas décadas.