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Sergio Moro: «No veo en Bolsonaro un riesgo de autoritarismo»

El que fuera juez estrella, nombrado ministro de Justicia, asegura que no ha existido persecución política contra Lula da Silva

El ex juez brasileño Sergio Moro junto a Mario Vargas Llosa, en Madrid/EFE
El ex juez brasileño Sergio Moro junto a Mario Vargas Llosa, en Madrid/EFElarazon

El que fuera juez estrella, nombrado ministro de Justicia de Brasil, asegura que no ha existido persecución política contra Lula da Silva

Sergio Moro, el juez que condenó al ex presidente Lula da Silva y que será el ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, no tiene ninguna duda sobre las credenciales democráticas de Jair Bolsonaro, que asumirá las riendas del país más grande de América Latina a partir del 1 de enero. “El presidente electo reafirmó durante la campaña electoral su compromiso con la democracia y el estado de Derecho. No veo un riesgo de autoritarismo ni para la democracia”.

Bolsonaro, acusado de racista, xenófobo y defensor de la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985, invitó a Moro a formar parte de su gabinete para combatir la corrupción tras las elecciones del pasado 28 de octubre, donde consiguió el 55% de los votos frente al candidato del Partido de los Trabajadores Fernando Haddad.

Aunque Bolsonaro ha hecho “afirmaciones no muy correctas en el pasado, eso no significa que se vayan a traducir en políticas públicas concretas”, argumentó el que fuera juez estrella, quien aseguró que tanto la Prensa como las minorías de Brasil -contra las que ha arremetido el ex militar y presidente electo- van a ser respetadas por el nuevo Gobierno. “Jamás habría aceptado la invitación de entrar en el gabinete si vislumbrara esos peligros”, añadió.

Moro, que participó hoy en en el seminario “Grandes desafíos de Iberoamérica”, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad, añadió que Bolsonaro se ha comprometido a respetar también a los distintos poderes del país. “No existe el peligro de que intente capturar al resto de instituciones o poderes del Estado”, dijo sobre Bolsonaro, cuya elección ha despertado los recelos de muchos brasileños que ven en este ex capitan del Ejército un peligro para la democracia.

Durante su intervención junto a Mario Vargas Llosa, reveló que una semana antes de la segunda vuelta de las elecciones, Bolsonaro le llamó para proponerle la cartera de Justicia: “Me tentó con la oportunidad de hacer algo bueno por mi país”, dijo. “Es una oportunidad para avanzar en la agenda anticorrupcion en otro ámbito del poder”, añadió. “Es necesario hacer reformas más generales y esto no lo puedo hacer como juez pero sí como ministro de Justicia”.

También quiere poner en marcha una legislación más dura para atajar el nivel de homicidios en un país que el año pasado registró más de 64.000 muertes por violencia criminal. En este sentido recordó que solo se investigan el 10% de estos homicidios y matizó que la reforma que tiene en mente no atentará “contra las libertades democráticas”

Moro hizo una exposición del proceso judicial iniciado con la investigación Lava Jato a partir de 2014, que llevó a decenas de políticos brasileños al banquillo. “Empezó siendo una caso pequeño, pero fue creciendo y se demostró que había un gran sistema de corrupción en el seno del Estado”. El ex juez recordó que en su corte de Curitiba han testificado más de 200 personas, entre empresarios, funcionarios y políticos, de los cuales 150 han sido condenados por corrupción, entre ellos el ex presidente brasileño y fundador del Partido de los Trabajadores, Lula da Silva.

También reprochó que ni los gobiernos del PT ni el presidente Michel Temer, que asumió el poder en 2016 tras un proceso de destitución política de la presidenta Dilma Rousseff, realizaron avances significativos en la lucha contra la corrupción. “Permanecieron inertes ante una corrupción sistémica”, explicó el ex juez, quien mencionó “la gran insatisfacción popular” que estalló en 2013 tras el escándalo del “caso Mensalao”, la compra de diputados por parte del Gobierno de Lula para tener apoyo parlamentario.

En ese panorama de descontento, Bolsonaro “es el que mejor ha representado los anhelos de cambio del pueblo. Ni la derecha ni la izquierda han sabido presentar propuestas de combate contra la corrupción”.

También se mostró optimista ante la nueva etapa que comienza en el Congreso, donde las reformas que quiere llevar a cabo serán debatidas y votadas. Cabe recordar que el Partido Social Liberal, lla formación de Bolsonaro, apenas tiene el 11% de escaños en la Cámara Baja y necesitará un amplio apoyo de otras formaciones. “Más del 50% de los congresistas elegidos son nuevos. Existe un deseo de quebrar el sistema de corrupción”, explicó Moro, quien añadió que el presidente electo ha roto con el reparto de cargos ministeriales que tradicionalmente se hace en Brasil para conseguir el apoyo en el Congreso.

La dinámica política que arranca con la elección del presidente ya ha comenzado con un nuevo sistema de reparto de cargos, defendió Moro, que se puso como ejemplo de político independiente: “Bolsonaro ha llamado a técnicos para formar parte de su gabinete, es una señal de que la relación del Gobierno con el Congreso va a cambiar”, matizó.

También quiso dejar claro que su nombramiento como ministro de Justicia no tiene nada que ver con el encarcelamiento del ex presidente del PT: “Lula fue condenado porque cometió un delito y mi sentencia fue ratificada por otras instancias judiciales”. Rechazó de plano que haya existido una persecución política. Moro destacó que en el proceso abierto con el caso Lava Jato se investigó tanto a políticos de derechas como de izquierdas y rechazó rotundamente que tenga entre sus aspiraciones en el futuro ser presidente de Brasil.