Golpes de Estado

Sierra Leona y Madagascar, dos democracias en peligro

Ambas naciones africanas han sufrido en la última semana sendos intentos por arrebatar el poder a sus presidentes elegidos democráticamente

S.Leona.- El Gobierno de Sierra Leona califica de "intento de golpe" el ataque del domingo a un cuartel del Ejército
El Gobierno de Sierra Leona califica de "intento de golpe" el ataque del domingo a un cuartel del EjércitoEuropa Press

El deterioro democrático que afecta a un número creciente de naciones africanas ha protagonizado los acontecimientos de la última semana en Sierra Leona y Madagascar. Ambas naciones han sufrido en este tiempo distintos asaltos al poder que, afortunadamente, fueron detenidos a tiempo gracias a una correcta y veloz actuación de las fuerzas de seguridad nacionales. Un desenlace feliz que, pese a todo, podría concluir de una forma diferente en futuras ocasiones.

En Sierra Leona, en la mañana del pasado domingo, hombres armados irrumpieron en la capital del país sembrando la confusión, atacando los barracones militares de Wilberforce y liberando a más de un millar de presidiarios de la cárcel de Pademba. Los combates entre militares sierraleoneses y estos “hombres armados sin identificar”, tal y como los señaló el Gobierno en un inicio, se prolongaron toda la mañana y durante la tarde, hasta concluir el lunes con una serie de escaramuzas a las afueras de Freetown. No fue hasta el miércoles cuando el ministerio de Información sierraleonés reconoció que los hombres armados se trataban en realidad de militares rebeldes que participaban en un complot destinado a derribar del poder al actual presidente, Julius Bio.

Este sería el último intento de golpe de Estado ocurrido en África Occidental, donde el anterior, en Níger, resultó victorioso. Se desconocen los motivos que pudieron llevar a una parte del ejército a posicionarse contra las autoridades, pero Bio ya informó en el mes de agosto, apenas un mes después de ser reelegido como presidente en unas elecciones no exentas de polémica, de que un número de militares sierraleoneses habían sido arrestados tras conocerse su implicación en una conspiración cuyo objetivo último habría sido apartarle de la presidencia.

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), una organización regional de la que forma parte Sierra Leona, condenó el mismo domingo los intentos por desestabilizar el país y envió este miércoles una delegación a la nación africana. Omar Alieu Touray, jefe de la comisión de la CEDEAO, transmitió al presidente sierraleonés que “la CEDEAO está dispuesta a apoyar al pueblo de Sierra Leona, incluyendo reforzar su seguridad nacional y el despliegue, si es necesario, de elementos regionales”.

La organización ya quiso sacar el músculo militar este verano, durante el golpe de Estado en Níger, algo que finalmente no fue posible por la falta de acuerdo entre los países implicados. La CEDEAO considera un posible despliegue de tropas como una oportunidad que les serviría de alguna manera para resarcirse del fiasco acontecido durante la crisis de Níger y reparar su imagen como una organización regional que se demuestre capaz y autosuficiente en los momentos de inestabilidad que se suceden en África Occidental a raíz de los golpes de Estado que ya han instaurado gobiernos militares en Mali, Guinea Conakry, Burkina Faso y Níger.

Sobronos en Madagascar

Las elecciones en Madagascar tuvieron lugar este 16 de noviembre y concluyeron con la reelección del presidente Andry Rajoelina, consiguiendo a su vez hacerse con el poder por un tercer mandato. La situación política del país malgache ha vivido momentos de verdadera tensión a lo largo de los últimos meses, hasta el punto en que los comicios, que debían celebrarse una semana antes de cuando finalmente tuvieron lugar, tuvieron que retrasarse con motivo de los disturbios sucedidos en las principales ciudades.

Escasos días después de conocerse la victoria de Rajoelina, las autoridades malgaches anunciaron haber detenido a dos coroneles bajo la acusación de “desestabilizar el poder”, intentando sobornar con 25.000 euros a diversos comandantes de la localidad de Antananarivo para “incitarles al amotinamiento”. Los dos coroneles habrían procurado crear un clima de inestabilidad en los días previos a las elecciones. Este miércoles, el portavoz del ejército de Madagascar quiso avisar a otros oficiales para que no siguieran los pasos de sus compañeros arrestados, ahora acusados de incitar a la rebelión. En el mismo comunicado se garantizaba la lealtad de las fuerzas de seguridad al orden constitucional, pero el precedente creado por sendos coroneles hace que la posición del presidente reelegido se desenvuelva sobre una capa de hielo fino.

Los últimos sucesos en Sierra Leona y Madagascar, envueltos ambos por sus respectivas elecciones presidenciales y el descontento popular en lo que respecta a la fiabilidad del proceso democrático, y considerando igualmente que el golpe de Estado en Gabón ocurrido este verano tuvo lugar tras anunciarse los resultados electorales, obligan a posar la vista en República Democrática del Congo. El gigante africano celebrará sus propios comicios el próximo 20 de diciembre, en plena guerra contra el M23 y con el país profundamente afectado por las inundaciones que provocaron las lluvias este verano. La situación de seguridad ha impedido además que la misión de observadores de la Unión Europea pueda desplegarse en la geografía congoleña, obligando a su cancelación y enturbiándose así la transparencia democrática del proceso electoral.

Puede percibirse una sensación de descontento que afecta a un creciente número de países africanos y que viene acompañado por procesos electorales de una fiabilidad escasa a ojos de la población local. Los órganos militares más ambiciosos se aprovechan de este descontento y buscan así una oportunidad para tomar el poder.