Portugal

Sin acuerdo para acabar con la crisis política en Portugal

La Razón
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Portugal permanece empantanado en la crisis política. El Debate sobre el Estado de la Nación celebrado ayer sólo sirvió para escenificar el abismo que separa al Gobierno de centro derecha y la oposición socialista. Desde la tribuna, el primer ministro, Pedro Passos Coelho, hizo un llamamiento a los socialistas para hacer un rápido «esfuerzo por el entendimiento» para pactar el Ejecutivo de salvación nacional que reclamó el miércoles el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva. «No es fácil hacer que ese entendimiento sea creíble y duradero, ni siquiera en el Gobierno de coalición fue siempre fácil, pero la trayectoria del Ejecutivo y su actividad demuestran que podemos hacer mucho», reconoció.

Sus palabras fueron recibidas con un jarro de agua fría por el líder de la oposición, Antonio José Seguro, que sólo aceptará negociar si dimite Passos y se convocan elecciones anticipadas en 2014. «Su política falló, ésa es la condición para cualquier diálogo, que debe estar basado en la realidad», le espetó al primer ministro tras considerar un «fracaso» su política económica, que sólo ha servido para aumentar la recesión y el desempleo en Portugal. El PS, que según una encuesta publicada ayer por el diario «Expresso» aventaja en doce puntos a los conservadores, no quiere asumir el desgaste político de apoyar al Gobierno.

La crisis de gobernabilidad en el país vecino comenzó inesperadamente hace diez días, cuando el líder menor de la coalición y ministro de Exteriores, Paulo Portas, dimitió por discrepancias con la política de recortes. Sin embargo, tras intensas negociaciones, hace una semana Passos y Portas lograron una entente cordial para reeditar su coalición. Un compromiso insuficiente para el presidente de la República, que el miércoles exigió a los tres principales partidos del país a unir sus fuerzas para completar las reformas y los ajustes exigidos por la troika a cambio del rescate financiero de 78.000 millones de euros.

La economía portuguesas está siendo la primera víctima de la incertidumbre política. Ayer, el interés del bono a diez años superó el 7% y la prima de riesgo escaló hasta los 596 puntos básicos.