Estados Unidos
Sobrevivir al terremoto
El empresario disfruta de su momento de gloria y no le importa lo que quiera la élite republicana
–¿Va a sobrevivir el Partido Republicano a Trump?
–Sobrevivirá, pero sufrirá una reconfiguración significativa. Lo que está pasando ahora se lleva cocinando 30 años: la base de trabajadores blancos y de clase media-baja, es decir, los «fans» de Trump, se están alejando de las élites corporativas y la cúpula del partido, que le odian. Los que creen en el conservadurismo social y los cristianos de derecha también se están alejando de los caucásicos no religiosos enfadados que, irónicamente, culpan a Obama, y no sólo a los inmigrantes, por su precariedad económica. Ésta es una oportunidad de oro para reconstruir el Partido Republicano, pero también el Demócrata, que se está haciendo pedazos, o para acabar con el sistema bipartidista.
–¿Habría alguna manera de quitarle la nominación?
–No se le puede obligar a dimitir porque no pasará por el aro. Ganó la nominación holgada y legítimamente. Trump está disfrutando de lo lindo y no le podría importar menos lo que quiera la élite republicana. Sus ardientes simpatizantes estarían furiosos si fuera expulsado. No descartaría incluso la violencia. Y expulsarle anularía lo que queda de los procesos electorales democráticos.
–¿Los escándalos en los que se ve inmerso le pasan factura?
–Los simpatizantes de Trump van desde los entusiastas hasta los reacios. A los primeros no les afectará ninguna revelación ni ningún tropiezo, aman su bravuconería, su arrogancia, su disposición a decir lo que sea. Puede que a los segundos les disguste Hillary, entre otras cosas, o, simplemente, crean en el conservadurismo social y el libre mercado y no se les ocurra a dónde más acudir. Puede que estos votantes no vayan a las urnas en noviembre.
*Experta en teoría política de la Universidad de California en Berkeley
✕
Accede a tu cuenta para comentar