El conservador Mitsotakis conquista la mayoría absoluta en Grecia

El primer ministro de Grecia durante los últimos cuatro años, el conservador Kyriakos Mitsotakis, lleva semanas advirtiendo de que las elecciones sólo se ganarán en las urnas. “Hoy votamos por segunda vez para que el país tenga un gobierno estable y efectivo”, dijo este domingo tras depositar su voto en el barrio de Kifisiá, en Atenas. El líder de Nueva Democracia (ND) temía que una alta abstención pusiera en peligro su victoria en unos comicios en los que partía como favorito, a pesar de las críticas por la gestión del reciente naufragio frente a las costas griegas en el que murieron cientos de personas, una de las mayores tragedias migratorias registradas en el Mediterráneo en la última década.

Esta es la segunda vez que los griegos acuden a las urnas en apenas 35 días. ND ganó las elecciones que se celebraron el pasado 21 de mayo, pero no obtuvo la mayoría suficiente para gobernar en solitario, por lo que renunció a pactar un Gobierno de coalición para forzar una nueva convocatoria electoral que se celebró este domingo y confirmó su reelección.

Al líder conservador le bastaba recibir un 39% de los votos para hacerse con la mayoría absoluta en el Parlamento de 300 escaños, pero los resultados superaron las expectativas. Según los primeros resultados parciales, Mitsotakis obtuvo el 40% y 157 escaños, frente a su principal adversario, Alexis Tsipras, líder del principal partido de oposición, el progresista Syriza, que se quedó con entre el 17% de las papeletas y 48 asientos, tres puntos menos que en las elecciones celebradas en mayo.

En tercera posición se confirmaron los socialistas del Pasok-Kinal con alrededor del 12% de los votos y 33 escaños, seguidos por el Partido Comunista de Grecia con el 7% de las papeletas y 20 escaños. Con el 4% de los votos y 12 escaños entra en el Parlamento el partido Espartanos, al que mostró su apoyo hace unas semanas el ex diputado neonazi Ilías Kasidiaris, actualmente en prisión, que habría capitalizado el voto huérfano de la extrema derecha tras el veto de la Justicia a Griegos por la Patria, herederos de Amanecer Dorado. MeRA25, el partido del polémico ex ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, sin embargo, no obtuvo representación parlamentaria.

Los resultados en las urnas son muy parecidos a los obtenidos en las elecciones celebradas en mayo, pero en esta ocasión se votaba con una ley diferente que otorga un premio de 50 escaños extra al primer partido en las urnas, que había quedado eliminada en los primeros comicios.

La campaña electoral estuvo marcada por el naufragio hace casi dos semanas de una embarcación que se hundió frente a las costas de la ciudad de Pylos, en el sur del país. El buque había salido desde un puerto de Egipto y después de hacer una parada en Libia se dirigía a Italia. Aunque las cifras oficiales apuntan a 82 muertos y 104 rescatados con vida, las autoridades temen cientos de víctimas ya que según los supervivientes a bordo viajaban más de 600 personas, casi la mitad procedentes de Pakistán.

La denuncia de algunos supervivientes ante el retraso en la activación del operativo de rescate ha puesto cuestión la política migratoria del Gobierno heleno. Atenas, sin embargo, defiende que el buque rechazó cualquier tipo de ayuda y que no estaba en riesgo de volcar. “Es muy injusto que algunas de las llamadas 'personas solidarias' con refugiados y migrantes insinúen que la Guardia Costera no hizo su trabajo”, lamentó Mitsotakis.

El naufragio fue utilizado por la oposición durante la campaña electoral para cargar contra el líder de ND, que evitó hacer referencia a la tragedia en sus mítines y se limitó a condenar a las mafias de traficantes de personas. Mitsotakis prometió, además, endurecer la política migratoria y ampliar el muro de acero en la frontera con Turquía para evitar la “invasión” de inmigrantes si ganaba los comicios.

Por el contrario, el líder de Syriza denunció la gestión del naufragio por parte del Gobierno y visitó a los supervivientes que fueron trasladados al puerto de Kalamata. Tsipras, que estuvo al frente del Gobierno griego entre 2015 y 2019, decidió abrir las fronteras durante la crisis de los refugiados sirios, pero no se ha opuesto a la ampliación de la valla en la frontera de Turquía.

A pesar de haber dominado el debate durante las últimas semanas, la tragedia migratoria no influyó en las urnas, como tampoco lo hicieron las críticas tras la colisión de dos trenes en marzo, que dejó 57 muertos y suscitó manifestaciones en todo el país contra el Gobierno de Mitsotakis. El peor accidente ferroviario en la historia griega sí se cobró la cabeza, en cambio, de su ministro de Transportes, Kostas Karamanlis, que dimitió avergonzado por las deficientes infraestructuras públicas en el país tras más de una década de recortes.

Las segundas elecciones en Grecia desde que la economía del país dejó de estar sujeta al control de los acreedores internacionales confirmaron la apuesta de los griegos por la política conservadora de Mitsotakis, que centró la campaña electoral en el crecimiento económico que ha experimentado el país durante su gestión, frente a Tsipras, quien ejecutó las políticas de austeridad impuestas por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional durante los años más duros de la crisis financiera que a punto estuvo de empujar al país fuera de la eurozona.