Suecia
Suecia activa su plan de emergencia para almacenar grano por la amenaza rusa
El temor a un conflicto con Rusia lleva a Suecia a crear sus primeras reservas estratégicas de cereales, una medida con la que busca garantizar el alimento para su población en el caso de una guerra o crisis

Garantizar el alimento para casi la totalidad de su población durante tres meses. Este es el ambicioso objetivo que se ha marcado el Gobierno de Suecia ante la creciente inestabilidad geopolítica en el Báltico y la sombra de la amenaza rusa. Estocolmo ha decidido dar un paso al frente para asegurar su autonomía alimentaria en caso de crisis de abastecimiento o, en el peor de los escenarios, de un conflicto armado, recuperando una capacidad que se creía olvidada: la de las reservas estratégicas de grano.
Para llevar a cabo este plan de envergadura, el Ejecutivo sueco destinará una inversión inicial de 52 millones de euros, una partida que se incluirá en los presupuestos de 2026. La gestión, sin embargo, no recaerá directamente en el Estado, sino que se articulará mediante contratos con empresas privadas. Serán estas compañías las que asumirán la responsabilidad de almacenar y mantener el cereal en condiciones óptimas a través de un sistema de existencias rotatorias, asegurando así su disponibilidad inmediata si fuera necesario.
Asimismo, la elección de los primeros emplazamientos no es, ni mucho menos, aleatoria. Los silos se construirán en una zona de alto valor militar en el norte del país, una región que actualmente depende por completo del transporte de alimentos desde el sur. Esta medida busca corregir una vulnerabilidad logística clave y blindar el suministro en los condados de Norrbotten, Västerbotten, Västernorrland y Jämtland.
El regreso a una estrategia de la Guerra Fría
De hecho, esta iniciativa supone dar marcha atrás a las decisiones tomadas en un clima de mayor optimismo internacional. Durante décadas, Suecia contó con un sistema de reservas similar, pero estas fueron desmanteladas tras el fin de la Guerra Fría, cuando la probabilidad de una guerra a gran escala en Europa parecía una reliquia del pasado. El panorama actual ha obligado a las autoridades a reconsiderar aquella política y a reconstruir unas capacidades que hoy se consideran vitales para la seguridad nacional.
En este sentido, la medida no es un hecho aislado, sino que se enmarca en un plan de preparación mucho más amplio conocido como la reactivación de la "defensa total". Este concepto, que el país nórdico recuperó en 2015 y que ha cobrado una nueva relevancia tras su reciente adhesión a la OTAN, pretende fortalecer la resiliencia de toda la sociedad civil ante cualquier tipo de amenaza externa que pudiera interrumpir las cadenas de suministro.