Aliados

Sunak y Biden se comprometen a relanzar la relación bilateral con la nueva "declaración atlántica"

Ambos mandatarios reiteran el apoyo total de EE UU y Reino Unido a Ucrania

Joe Biden recibe este jueves al "premier" británico, Rishi Sunak, en la Casa Blanca
Joe Biden recibe este jueves al "premier" británico, Rishi Sunak, en la Casa BlancaNiall CarsonDPA vía Europa Press

Ambos mandatarios sostuvieron su primera reunión en la Casa Blanca, luego de al menos otros cuatro encuentros esporádicos, el último en la Cumbre del G-7 en Japón, donde apenas y tuvieron tiempo de compartir el té. Finalmente, este jueves el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, pudo conversar con su homólogo estadounidense, Joe Biden, a quien se esforzó por comunicar que “su país está de vuelta” en la escena internacional.

“Nuestra alianza es fuerte porque no es abstracta, está soportada por nuestra gente”, dijo Sunak en la rueda de prensa conjunta al final del encuentro. Por su parte, Biden ratificó la fortaleza de esa relación y dijo que aunque “los desafíos que hoy nos afectan han cambiado, la naturaleza se mantiene”.

Rishi Sunak, un multimillonario que asumió el cargo el otoño pasado con la promesa de devolver la estabilidad, es sin duda hoy el protagonista de ese regreso. Esto, luego de varios años de terremotos políticos que terminaron por cobrar la cabeza de al menos tres de sus antecesores: Theresa May, Boris Johnson y Liz Truss. Todos con el fantasma de las consecuencias económicas del Brexit como telón de fondo, aunque también cada uno con escándalos propios.

Ambos países confirmaron su apoyo total a Ucrania en el conflicto con Rusia, donde desempeñan un papel clave en el esfuerzo internacional para capacitar y eventualmente equipar a los pilotos ucranianos con aviones de combate F-16, un reiterado pedido del presidente Volodimir Zelenski.

Según Biden “el objetivo de todos debe ser garantizar la seguridad a largo plazo después de que termine esta guerra”. El mandatario apeló a los críticos a la financiación militar de Kyiv, diciendo que Putin “no se detendrá si no invertimos en Ucrania ahora y a largo plazo”.

Pero la coyuntura no podría ser más complicada. Hay un sentido de urgencia adicional, porque Ucrania se está preparando para lanzar una contraofensiva militar que espera cambie la trayectoria de la guerra. Esto, mientras el país batalla por controlar las inundaciones de pueblos y tierras de cultivo tras la destrucción parcial de la importante presa de Nueva Kajovka, en la ocupada zona de Jersón, al sur de Ucrania.

Ni Washington ni Londres han acusado oficialmente a Rusia de hacer explotar la presa hidroeléctrica, un hecho por el que Kiev señala a Moscú acusándoles directamente de “terroristas”. Estados Unidos sí había adelantado que, de obtener inteligencia que señale al Kremlin, se trataría de una “barbarie atroz porque la destrucción deliberada de infraestructura civil no está permitida por las leyes de la guerra”.

También la influencia de Reino Unido en la OTAN fue puesta a prueba en este encuentro. El primer ministro británico recordó a Washington que su país es el segundo contribuyente a la Alianza Atlántica. Esto, en medio de la carrera por la secretaría general del organismo, un puesto que pronto dejará Jen Stoltenberg y para el que Sunak busca nominar a su secretario de defensa, Ben Wallace. El camino no es sencillo y los países nórdicos llevan ventaja en la elección, aunque realmente todo podría definirse según el beneplácito de la Casa Blanca, cuyo respaldo parece condición sine qua non para ocupar el asiento de mando en Bruselas.

Sunak y Biden anunciaron un acuerdo histórico para la cooperación transatlántica que coloca a Reino Unido firmemente en la órbita económica de Washington y marca un resurgimiento de los lazos después de la turbulencia del Brexit. Si bien la llamada "declaración atlántica" revelada por los dos líderes al final de la visita de Sunak a la capital de los EE. UU. es poco más que una serie de miniacuerdos económicos, su simbolismo es significativo.

El acuerdo, que dará a las empresas británicas de energía verde y defensa acceso a los mercados estadounidenses, permitirá a las empresas británicas aprovechar los subsidios estadounidenses a medida que el Reino Unido deja de quejarse de las políticas económicas de Washington para tratar de aprovecharlas.

Estados Unidos es el socio comercial más importante del Reino Unido, con exportaciones que en 2021 superaron los 56 billones de dólares. Sin embargo, y tras escuchar las declaraciones de los mandatarios, parece que un acuerdo de libre comercio entre ambos países no está descartado, aunque sí estancado. Algunos analistas en Washington comentan que realmente ninguna de las partes espera que en los actuales períodos ni de Biden ni de Sunak esa posibilidad pueda avanzar más allá de la fase exploratoria, particularmente por las presidenciales de 2024 en EE. UU.

Hubo también grandes pronunciamientos sobre la Inteligencia Artificial y la necesidad de trabajar en crear herramientas que garanticen su seguridad. Sunak está interesado en convertir al Reino Unido en un actor clave en la inteligencia artificial y anunció que su gobierno reunirá a políticos, científicos y ejecutivos de tecnología para una cumbre sobre seguridad de la inteligencia artificial en otoño. Biden, que acompañó la iniciativa, dijo que es “vital asegurarse de que las nuevas tecnologías que cambian paradigmas" se aprovechen para el bien de la humanidad.

"Ningún país puede hacer esto solo", dijo Sunak, que pidió a la Comunidad Internacional sumarse a lo que considera un esfuerzo global. El problema que se avecina es que es la Unión Europea quien lidera este tipo de regulaciones y

no es muy claro el rol que Reino Unido pueda desempeñar ahora que ya no forma parte del bloque comunitario.