
Defensa
La superarma secreta que nace del fracaso del F-35: así es la versión 'Ferrari' que ya negocia el Pentágono
Lockheed Martin, el gigante de la defensa estadounidense, negocia con el Pentágono la creación de una versión «Ferrari» del caza F-35, que promete incorporar tecnologías de sexta generación por la mitad de su coste habitual

El programa de modernización del caza F-35, conocido como Bloque 4, atraviesa serias dificultades. Lo que debía ser una actualización rutinaria acumula retrasos notables que han desplazado su finalización hasta 2031, cinco años más tarde de lo previsto en un principio. Esta situación ha generado una considerable inquietud no solo en el Pentágono, sino también entre los socios internacionales del proyecto, que ven cómo sus flotas esperan mejoras que no terminan de llegar. Esta demora afecta directamente a las capacidades operativas de aliados clave, ya que el F-35 es un pilar fundamental en la estrategia de la OTAN en el Mediterráneo y otras regiones estratégicas.
A este escenario de incertidumbre técnica y logística se suma un reciente revés comercial para Lockheed Martin. La compañía estadounidense perdió frente a su principal competidor, Boeing, el jugoso contrato para desarrollar el caza de nueva generación del programa NGAD (Next Generation Air Dominance). Una derrota que cuestiona su tradicional hegemonía en el sector de la aviación de combate de vanguardia en Estados Unidos. Este tropiezo es especialmente sensible en un momento en que China podría liderar la carrera por obtener aviones de sexta generación, lo que aumenta la presión sobre la industria de defensa estadounidense.
En este contexto, la empresa ha lanzado un auténtico órdago sobre la mesa: presentar una audaz propuesta al Pentágono para crear una versión radicalmente mejorada del F-35. La idea, según han publicado en Breaking Defense, es ofrecer, en palabras de su consejero delegado, «el 80 por ciento de la capacidad de sexta generación a mitad de precio», una maniobra con la que busca recuperar la iniciativa estratégica.
Un «Ferrari» para reconquistar el liderazgo
En concreto, la transformación del F-35 en este «Ferrari» del aire, como se le conoce internamente, implicaría la integración de tecnologías punteras. Entre las mejoras se barajan nuevo armamento, un revestimiento furtivo perfeccionado que reduciría aún más su detectabilidad en el radar y un sistema de propulsión más avanzado. Las estimaciones de Lockheed Martin apuntan a que entre 1.000 y 1.500 de los futuros cazas que salgan de la línea de producción podrían incorporar esta nueva configuración.
De hecho, las conversaciones para dar forma al proyecto ya están en marcha y se describen como «muy activas» al más alto nivel del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Aunque la propuesta podría llegar a presentarse formalmente ante la Casa Blanca, de momento no existe ningún contrato en firme para su desarrollo. Fuentes del sector apuntan, además, que un eventual acuerdo podría tener carácter clasificado, manteniéndolo así lejos del escrutinio público y de las dudas sobre la capacidad de la compañía para acometerlo mientras resuelve los problemas pendientes.
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