Sucesos

Tailandia asombra al mundo con otro rescate imposible

Hoy podrían salir de la cueva los últimos cinco «Jabalíes Salvajes», antes de que lleguen las lluvias monzónicas.

Varios militares tailandeses cubren con enormes paraguas el traslado en ambulancia de uno de los chicos rescatados de la cueva para evitar que los medios de comunicación graben imágenes
Varios militares tailandeses cubren con enormes paraguas el traslado en ambulancia de uno de los chicos rescatados de la cueva para evitar que los medios de comunicación graben imágeneslarazon

Hoy podrían salir de la cueva los últimos cinco «Jabalíes Salvajes», antes de que lleguen las lluvias monzónicas.

El rescate de los doce «Jabalíes salvajes» y su entrenador suma otra jornada de éxito tras liberar a otros cuatro chicos de la cueva en la que estuvieron más de dos semanas atrapados. Así lo dio a conocer el gobernador de la provincia de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, en la rueda de prensa oficial.

La experiencia recopilada en la primera jornada ayudó y mejoró el tiempo de salida de la cueva, siendo mas rápida que la anterior. Anunciaba así la conclusión de esta nueva intervención que comenzaba a las once de la mañana, tras el aprovisionamiento de tanques de oxígeno y otros materiales para las labores.

En esta segunda fase intervinieron 18 buzos en las tareas de rescate y se confirmó que los profesionales que acompañaron a los niños eran los mismos que en el día anterior. Entre ellos, un español: Fernando Raigal, de Ciudad Real, afincado en Tailandia. Todo el equipo utilizó las mismas técnicas y puso en práctica los aciertos aprendidos de la jornada anterior.

Los cuatro nuevos niños rescatados, asignados con el número del cinco a ocho para su fácil identificación, fueron trasladados al hospital donde se reunieron con sus compañeros.

Durante la jornada de rescate las miradas se encontraban divididas entre la cueva y la evolución de los primeros niños que estaban bajo observación en el hospital General de Chiang Rai. Medios locales apuntan que los familiares de los niños rescatados en la primera fase ya están en el hospital, aunque separados por un cristal, durante el tiempo necesario que dicten los profesionales para su recuperación. Seguirán bajo observación hasta que repongan su salud por completo y puedan volver a casa, junto a sus familiares que les esperan impacientes. Los médicos han ordenado una dieta blanda, compuesta de puré de arroz entre otros alimentos, aunque ellos han pedido a los médicos que querían Kapraw, un plato típico de la cocina tailandesa, lo que parece una buena señal para los doctores.

Por otro lado, el gobernador Osottanakorn ha agradecido a todos los medios su predisposición a cooperar y desplazarse de las proximidades de la cueva para dejar así paso a las ambulancias y efectivos de seguridad. Su prioridad, despejar accesos y caminos libres de salida y entrada a la cueva como a la base de los helicópteros y hospitales. Del mismo modo agradeció tanto a todos los medios nacionales e internacionales como a los periodistas, que se han volcado con la noticia ocupando las primeras páginas en prensa e informativos.

Hoy, dependiendo de la preparación y situación del equipo, y la temperatura ambiente, se retomará el rescate. Las labores de extracción de agua continuarán hasta la próxima jornada para mantener con bajo nivel las «zonas dos y tres» de la cueva, enclaves importantes para facilitar la salida de los niños. Comienza así un periodo de veinte horas para reponer los tanques de oxígeno y revisar lo realizado para poder emprender un nuevo día de trabajo. «Ojalá que la próxima misión sea mejor que hoy», comentaba el gobernador.

Si todo va bien, hoy se intentaría sacar a los últimos cinco, pero dependiendo siempre del desarrollo de la misión y las decisiones que se tomen en conjunto entre todos los equipos de rescate. El plazo de 72 horas marcado por la naturaleza sigue presente y las lluvias del monzón no se frenaran pasada esta tregua.

En la jornada de ayer estuvo también presente el primer ministro tailandés, Prayut Chan o Cha, fuera de los focos de la Prensa. Su propósito no era otro que felicitar por las labores de rescate y poder hablar con los familiares de los niños, salvaguardando así la integridad de estos y sus familiares. Una vez en la zona de la cueva, habló con todos los grupos de trabajo: buzos extranjeros y tailandeses, grupos de médicos, y todos los grupos de trabajadores y voluntarios. Animó a todos a continuar con su trabajo y se interesó por los avances y condiciones del rescate.

Tailandia empieza a respirar del drama, ocho de los trece componentes del equipo de fútbol ya se encuentran a salvo. Solo falta el último episodio, esperando un gran final, que todos se encuentren a salvo.