Taiwán se compromete a trabajar con EE UU para salvaguardar el Indo-Pacífico

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, se reunió el miércoles con una de las mayores delegaciones del Congreso estadounidense que ha visitado la isla, en Taipéi, donde prometió su dedicación a trabajar estrechamente con Washington para salvaguardar la paz y la estabilidad en la región Indo-Pacífica. "Taiwán está en primera línea de defensa de los valores democráticos. Seguiremos trabajando codo con codo con Estados Unidos en áreas como la economía y la defensa nacional", declaró Tsai a la delegación bipartidista de nueve miembros encabezada por Mike Rogers, presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.

Tsai elogió a los miembros de la delegación por seguir protegiendo la seguridad nacional de los aliados democráticos de Estados Unidos y agradeció al Congreso la promulgación de leyes destinadas a ayudar a la isla a reforzar sus capacidades de autodefensa y profundizar la cooperación en materia de seguridad entre Taipéi y Washington.

"En un momento en que la situación mundial y regional se ve amenazada por la expansión autoritaria, y China sigue intentando cambiar el statu quo, los líderes de los servicios armados, asuntos exteriores, apropiaciones y otros comités han organizado delegaciones de peso a Taiwán", declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores taiwanés con motivo de la visita.

La llegada se produce además en un momento delicado para la relación entre China y Estados Unidos. A partir de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, un flujo constante de visitantes ha acudido a reunirse con funcionarios taiwaneses. Desde entonces, China ha intensificado su acoso militar a Taiwán, enviando a diario buques de guerra, aviones de combate e incluso aviones no tripulados hacia la isla.

Taiwán es el centro de un esfuerzo más amplio de Washington por contener la expansión militar y diplomática de China en el Indo-Pacífico. Aunque se trata de una democracia autogobernada, para Pekín constituye una provincia de su territorio continental y considera cualquier intento de los dirigentes taiwaneses de actuar independientemente, como una amenaza a su soberanía.

La Oficina Presidencial informó de que esta es la segunda visita de Mike Rogers a la isla, y que es la primera vez en los últimos años que la Comisión de Servicios Armados organiza una misión de este tipo. Este organismo es responsable de financiar y supervisar el Departamento de Defensa y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, por lo que esta presencia previsiblemente generará algunas chispas en China.

La secretaría señaló que el congresista Rogers ha apoyado a Taiwán en leyes como la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA). La Cámara de Representantes estadounidense finalizó recientemente la revisión de la NDAA para el año fiscal 2024. El borrador del Comité de Servicios Armados señalaba el problema de los retrasos en las entregas de las ventas militares estadounidenses a Taiwán y exigía un informe del secretario de Defensa estadounidense antes del 1 de marzo de 2024, en el que se expusieran los beneficios y los retos de la producción conjunta de armas y municiones con Taiwán.

Se trata de la primera vez que el presidente y los miembros de mayor rango del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes encabezan conjuntamente una delegación a Taiwán en los últimos años. Una fuente con sede en Taipéi afirmó a medios locales que esta misión recordaba la aprobación por el Congreso de la Ley de Relaciones con Taiwán en 1979, después de que Estados Unidos reconociera diplomáticamente a la República Popular China.

Esta normativa autorizaba la continuación de las relaciones comerciales, culturales y de otro tipo entre Estados Unidos y Taiwán, y establecía que Washington proporcionaría a Taiwán armas de carácter defensivo y consideraría cualquier amenaza a la seguridad de Taiwán como un asunto de grave preocupación.

La visita de Rogers a Taipéi se produce poco más de una semana después de que el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, visitara Pekín en un esfuerzo por estabilizar las relaciones entre EE UU y China, que se consideran sumidas en un abismo sin precedentes desde que se estableció oficialmente la diplomacia hace casi cinco décadas.

Los comentarios de Biden sobre Xi, tildándole de dictador tras la visita de Blinken, dejaron en suspenso el intento de deshielo diplomático. Así pues, los ánimos “antichinos” parecen estar en ebullición en el Capitolio, donde una de las únicas cuestiones en las que coinciden ambos bandos políticos es en la importancia de "eliminar riesgos" en el comercio con China y reducir el potencial peligro ante un posible conflicto militar, haciendo saber que no habrá marcha atrás si Pekín actúa conforme a sus reiteradas amenazas de hostilidad en el estrecho de Taiwán.

Buques de guerra rusos

El mismo miércoles, la isla amaneció sobresaltada después de que los militares taiwaneses avistaron buques de guerra rusos cerca de sus aguas y vigilaron de cerca sus movimientos antes de que se alejaran. En un comunicado emitido el martes por la noche, el Ministerio de Defensa Nacional (MND) informó de que detectó dos corbetas rusas hacia las once de la noche navegando hacia el norte en aguas del este de Taiwán antes de abandonar el polígono de vigilancia militar desde el municipio de Suao, en el condado de Yilan, en dirección sureste.

El Ejército vigiló el paso de los barcos desplegando métodos conjuntos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento y enviando aviones y barcos para seguir sus movimientos, declaró el MND. El Ministerio de Defensa no facilitó más detalles, como la distancia a la que se encontraban los dos buques de guerra rusos de la costa de Taiwán, ni identificó a los dos navíos.

Los militares taiwaneses hacen públicos regularmente los movimientos de los buques de guerra chinos y extranjeros que operan cerca de Taiwán o que viajan a través del estrecho, pero rara vez han detectado barcos de guerra rusos navegando por la región.