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Defensa

Los tanques del futuro ya han llegado: ahora tienen Inteligencia Artificial

Gran Bretaña renueva su flota de blindados con el Challenger 3, un carro de combate que integra Inteligencia Artificial para cazar y destruir objetivos con una precisión sin precedentes mientras está en movimiento

Challenger 3 en DVD 2024. RBSL.

La concepción del carro de combate como una simple bestia de acero y fuego está a punto de cambiar. El Ejército británico ha puesto en marcha una profunda transformación de su fuerza acorazada que va más allá de añadir más blindaje o un cañón más grande. Su apuesta, materializada en el futuro Challenger 3, es un verdadero cambio de paradigma militar donde el software y la inteligencia artificial adquieren un peso tan crucial como el propio armamento.

De hecho, la tripulación de estos nuevos tanques no estará sola en el fragor de la batalla. Contarán con lo que sus desarrolladores han bautizado como «DigitalCrew», un copiloto digital avanzado cuyos algoritmos se encargarán de analizar el entorno, identificar amenazas y seguir múltiples objetivos de forma simultánea. El sistema no busca sustituir al soldado, sino potenciar sus capacidades y liberarlo de tareas rutinarias para que pueda concentrarse en las decisiones tácticas de mayor envergadura. Esta colaboración busca potenciar al soldado, una filosofía que contrasta con la preocupación de otras potencias como China ante el desarrollo de soldados robot humanoides totalmente autónomos.

En este sentido, una de las aplicaciones más directas de esta tecnología se verá en el sistema de puntería, que promete una precisión de disparo asombrosa incluso con el vehículo en movimiento a gran velocidad. Este avance, obra de la empresa Thales, es una de las joyas de la corona del proyecto, tal y como han publicado en Defensa, pues convierte al Challenger 3 en una plataforma de tiro letal en cualquier circunstancia.

Más allá del blindaje: un nodo de información activo

Asimismo, la filosofía detrás del Challenger 3 rompe con la idea del tanque como un arma aislada. El vehículo ha sido diseñado desde su origen para integrarse con otras plataformas militares, desde drones de reconocimiento hasta helicópteros de ataque o unidades de infantería. Se convierte así en un centro neurálgico que recibe y comparte información en tiempo real, ofreciendo a los mandos una visión mucho más completa del campo de batalla.

Por otro lado, esta revolución tecnológica viene acompañada de mejoras más tradicionales pero igualmente importantes. El nuevo carro de combate incorpora un cañón de 120 milímetros de ánima lisa, una pieza mucho más potente y versátil que el armamento de sus predecesores y que le permitirá enfrentarse con garantías a las amenazas acorazadas más modernas. La renovación del armamento principal es una prioridad compartida por otros países, donde ya se trabaja en el desarrollo de algún nuevo cañón futurista para asegurar la ventaja en el campo de batalla.

En definitiva, todo este esfuerzo de modernización tiene un horizonte claro y definido. El objetivo del Reino Unido es disponer de 148 unidades plenamente operativas para el año 2030, una flota con la que pretende consolidar una nueva forma de entender el combate terrestre, donde la colaboración entre el hombre y la máquina será la clave de la victoria.