Tragedia natural

El terremoto de Afganistán pone a prueba al régimen de los talibanes

El devastador seísmo en el este del país deja más de 800 muertos y 2.500 heridos

Heridos por el terremoto en Afganistán recibiendo atención médica
Heridos por el terremoto en Afganistán recibiendo atención médicaAFP

Más de 800 muertos y 2.500 heridos dejaba al cierre de esta edición el terremoto de magnitud 6 en la escala Richter registrado a última hora del domingo en el este de Afganistán, según confirmaban las autoridades talibanes. La catástrofe, que se produce coincidiendo prácticamente con el cuarto aniversario de la llegada al poder de los insurgentes tras una inesperada operación militar y la partida de las tropas estadounidenses, pone a prueba de nuevo las capacidades del movimiento, que ya tuvo que afrontar las consecuencias de otro terremoto devastador a finales de junio de 2022.

La gran mayoría de víctimas y heridos, al menos 800 muertos, se produjeron en la provincia de Kunar. Las autoridades afganas confirmaban una docena de muertos y más de 250 heridos en la de Nangarhar, así como 58 heridos en la provincia de Laghman y cuatro heridos en la de Nuristán. El terremoto tuvo lugar exactamente a las 23.47 horas (hora local, 20.17 hora peninsular española) con epicentro a 42 kilómetros de Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, y una profundidad de ocho kilómetros, según ha indicado el Servicio Geológico de Estados Unidos. El temblor de tierra se dejó sentir también en Pakistán, incluida Islamabad, aunque al cierre de este texto no se habían confirmado víctimas ni daños, según la cadena Geo TV, y hasta en India.

Según las informaciones recogidas por la agencia afgana de noticias Jaama Press, el seísmo ha arrasado varias localidades de las citadas provincias de Kunar y Nangarhar debido a que el hipocentro ha estado ubicado relativamente cerca de la superficie y al hecho de que muchas de las viviendas estaban construidas con piedras y adobe, lo que ha facilitado su derrumbe.

Medios locales con acceso al terreno daban cuenta de la impotencia de los supervivientes ante la falta de ayuda en las primeras horas y a la espera de poder recuperar los restos de familiares y vecinos. El temblor de tierra provocaba además el corte de carreteras y dejaba aisladas a numerosos núcleos de población. Con los primeros balances de víctimas de ayer se trata ya del más devastador terremoto sufrido por el país de Asia Central -situado en una zona de alta actividad sísmica- desde 2015. Las autoridades avanzan que las cifras de fallecidos y heridos se incrementarán en las próximas horas-

El Centro de Información y Medios del Gobierno afgano anunciaba además ayer la formación de un “comité especial” bajo control directo del primer ministro, Mohammad Hasán Ajund, para abordar la situación. El organismo subrayaba que las carteras del Interior, Defensa y Sanidad trabajan ya para “evacuar a los mártires, trasladar a los heridos, entregar alimentos y suministros médicos” en las zonas afectadas, incluida la salida de 40 vuelos desde Nangarhar para evacuar a “cientos” de víctimas. Las

autoridades reconocen la necesidad urgente de alimentos, agua potable, hospitales y tiendas de campaña para acoger a los supervivientes.

Por su parte, el viceministro de Información y portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, destacaba en su cuenta en X que las autoridades y los residentes “participan en esfuerzos de rescate” e informaba de que “hay equipos de apoyo de provincias cercanas y del centro (del país) que se dirigen ya a la zona”, antes de prometer que “se utilizarán todos los medios disponibles para salvar vidas”, ante el temor de que la cifra de fallecidos y heridos aumente en las próximas horas, una vez se pueda acceder a localidades aisladas en estas provincias.

Además, el Gobierno talibán publicaba ayer un comunicado mostrando su “gran tristeza” por el “poderoso terremoto” registrado a última hora del domingo. “Que Dios proteja a los musulmanes de estos desastres e incidentes en el futuro”, concluía la nota del ejecutivo de Kabul, en manos de los talibanes desde el mes de agosto de 2021.

Por su parte, la delegación de Naciones Unidas en Afganistán expresaba su “profunda tristeza” por el seísmo. “Nuestros equipos están sobre el terreno, dando ayuda de emergencia y apoyo vital. Nuestros pensamientos están con las comunidades afectadas”, aseguraba en su cuenta en la red social X. Además, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU anunciaba en la tarde de ayer estar ya trabajando en las zonas afectadas por el terremoto a fin de asistir a la población local más afectada.

Asimismo, varias ONG pedían ayer a la comunidad internacional la movilización de ayuda “inmediata” para aliviar la situación de los niños afectados por el terremoto. Save the Children lamentaba en un comunicado la “magnitud de la devastación” que “tardará en esclarecerse” debido a que “hay zonas de la provincia montañosa de Kunar incomunicadas”.

Uno de los primeros líderes mundiales en reaccionar a la tragedia de Afganistán fue el papa León XIV, quien pedía orar “por las almas de los fallecidos, por los heridos y por los que aún permanecen desaparecidos, y encomienda al Todopoderoso a todos los afectados por este desastre”. Además, el pontífice expresó ayer “su sincera solidaridad a los que lloran la pérdida de los seres queridos y al personal de emergencia y autoridades que trabajan en el rescate”.