Yamena
Tiroteos en la capital de Chad hacen temer otro intento de golpe de Estado en África
Yamena se despertó esta madrugada con el ruido de las ametralladoras, después de que militantes del Partido Socialista sin Fronteras (PSF) intente tomar por el asalto un edificio gubernamental
El desorden y confusión reinan en Yamena, capital de Chad, desde la madrugada del 27 al 28 de febrero. Entonces, individuos armados atacaron la sede central de la Agencia Nacional de Seguridad del Estado (ANSE) con el fin de rescatar a un nacional que había sido detenido previamente bajo la acusación de haber intentado asesinar al presidente del Tribunal Supremo, Samir Adam Annour. El Gobierno responsabilizó del ataque en un comunicado posterior al Partido Socialista sin Fronteras (PSF), partido opositor al actual presidente, Idriss Déby, y dirigido por Yaya Dillo.
El ataque, que el portavoz del Gobierno definió como “caracterizado por una asombrosa falta de profesionalidad” pareció haber concluido gracias a la rápida intervención de las fuerzas armadas chadianas, y así lo informó el Gobierno en el transcurso de la mañana. Sin embargo, el tableteo de los fusiles y varios estampidos podían escucharse todavía a lo largo de la capital a lo largo de las horas siguientes. Los combates no habían terminado. La confusión actual hace imposible discernir qué facciones armadas se están enfrentando, aunque todo parece apuntar que los ataques van más allá de lo que pueda organizar un comando del PSF, indisciplinado y escasos en materiales, y que fuerzas policiales se han sumado a los rebeldes para procurar un asalto contra el palacio presidencial. Una cadena de televisión contraria al gobierno incluso cuestionó durante su programación de hoy hasta qué punto seguirá Idriss Déby en el poder.
Por el momento se sabe que ha habido un gran número de muertos como consecuencia de los enfrentamientos, aunque se desconoce todavía una cifra exacta a falta de informaciones ampliadas. La situación parece haberse tranquilizado al término de la tarde y se espera que la agresión haya sido neutralizada.
Los actuales sucesos se han desencadenado pocas horas después de que Déby anunciase que el 6 de mayo se celebrarían elecciones presidenciales, mientras que una segunda ronda potencial tendría lugar el 22 de junio. Déby, que obtuvo el poder gracias a un autogolpe de Estado tras la muerte de su padre en 2021, también llamado Idriss Déby, durante una batalla en el norte del país, procuraba con la convocatoria de las elecciones validar su autoridad en el país y mitigar las críticas que recibe su régimen desde el exterior. Chad ya sufre graves problemas relacionados con la inestabilidad y la inseguridad como consecuencia del yihadismo, el grupo rebelde CCMSR y la guerra en curso en la vecina Sudán.
Además, este estallido de la violencia en la capital ha tenido lugar mientras el primer ministro se encontraba en Estados Unidos y con el ministro de Exteriores en Hungría, lo que debilita todavía más la posición del Gobierno ante la crisis. Las próximas horas serán clave para conocer el resultado, aunque terminando la tarde se hizo público que Yaya Dillo había sido abatido en el curso del enfrentamiento contra las fuerzas armadas chadianas.
El tío de Déby, el general Saley Déby Itno, también habría estado involucrado con la intentona del PSF y al cierre de esta edición se conocía que su casa estaba rodeada por militares fieles a la presidencia. Se espera que las negociaciones en curso concluyan con la rendición del general y el consiguiente fin del enésimo asalto al poder que sufre un gobierno africano en los últimos 5 años.
Victorioso o no, lo ocurrido hoy en Yamena se revela como una evidencia más de la profunda inestabilidad política que atraviesa la región como respuesta al auge de los autoritarismos, la expansión yihadista y la crisis alimentaria que atraviesa el continente. Tampoco podría obviarse la relación de Francia con Chad, que es de los pocos países al sur del Sáhara que todavía permite la presencia de tropas francesas en su territorio. Aunque Déby ha acercado en los últimos meses posturas con Rusia (este mes de enero se reunió con Vladimir Putin en Moscú), es de sobra conocida la consecuencia habitual para Francia en los últimos golpes de Estado africano: expulsión de sus tropas, censura de los medios con sede en París y cierre de la embajada con la consiguiente crisis diplomática y pérdida de influencia.
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