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Trump convierte «Fuego y Furia» en un superventas

Los intentos del presidente de EE UU de impedir la publicación de un libro demoledor sobre su primer año de mandato convierten la obra en un «bestseller» en su primer día de ventas

Un empleado de una librería de Nueva York coloca ayer en un expositor los ejemplares del esperado libro «Fuego y Furia»
Un empleado de una librería de Nueva York coloca ayer en un expositor los ejemplares del esperado libro «Fuego y Furia»larazon

Los intentos del presidente de EE UU de impedir la publicación de un libro demoledor sobre su primer año de mandato convierten la obra en un «bestseller» en su primer día de ventas.

«Fire and fury: inside the Trump White House» («Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca de Trump»), el libro que ha sacudido Washington con su explosivo recuento del primer año de Donald Trump en la Casa Blanca, es ya un «bestseller». No podía ser de otra forma, después de que el propio Trump haya dedicado las últimas 48 horas a vilipendiarlo a través de la red social Twi-tter mientras algunos de sus colaboradores hacen lo propio ante la Prensa y un equipo de abogados exige a la editorial la retirada inmediata del libro.

En su primera entrevista para promocionarlo, concedida ayer a la cadena NBC, su autor, Michael Wolff, preguntó «donde tiene que enviar la caja de bombones», pues «no sólo me está ayudando a vender libros. Es que además está corroborando mi tesis». Al decir de Wolff resulta «extraordinario que un presidente de Estados Unidos trate de detener la publicación de un libro. Esto no había sucedido con otros presidentes... y ni siquiera con el presidente de una empresa mediana».

«Le di cero acceso a la Casa Blanca [en realidad le rechacé muchas veces] al autor de este libro mentiroso. Nunca hablé con él», escribía Trump en Twitter. «[Su libro] está lleno de mentiras, tergiversaciones y fuentes que no existen». Unas horas más tarde, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, reconocía que Wolff sí entrevistó al presidente. También parece probado que el autor gozó de un acceso sin precedentes a la Casa Blanca. «Si se dio cuenta de que era una entrevista o no, eso no lo sé, pero sin duda no fue extraoficial», aseguró Wolff. «Hablé con él después de la toma de posesión, sí. Y ya había hablado con él, pasé unas tres horas con el presidente durante la campaña y en la Casa Blanca», explica Wolff.

Eso sí, tal y como recuerda Callum Borchers en el diario «The Washington Post», Wolff habría engañado, o al menos confundido, a las personas encargadas de darle vía libre, convencidas de que se trataba de un escritor favorable. El propio Wolff, en la entrevista con la NBC, reconoce que dijo «todo lo que fuera necesario para lograr la historia». Una afirmación que, en palabras de Collum, «da una mala imagen y la Casa Blanca puede usarla para impugnar su integridad y, quizás injustamente, para arrojar dudas sobre los elementos de su trabajo que no agradan al presidente».

Vivaz e incisivo, no es la primera vez que Wolff es acusado de exagerar en sus piezas e, incluso, de inventarse declaraciones. Él se defiende asegurando que responde por el cien por cien del contenido del libro, que existen grabaciones y notas de sus entrevistas y que, en cualquier caso, su credibilidad periodística «está siendo cuestionada por un hombre que tiene menos que cualquier otra persona que hoy camine sobre la faz de la Tierra».

Por su parte, Henry Holt and Co., la potente casa editora, ha adelantado la publicación, prevista para la semana que viene y finalmente anticipada a ayer. «Creemos que ‘Fire and fury’ supone una extraordinaria contribución al debate nacional», explicaba un portavoz.

Si el volumen era número uno en Amazon desde hace días, el torbellino mediático lo está catapultando a cifras récord de ventas. Explica el «Bussiness Insider» que la librería Kramerbooks, un clásico de la ciudad de Washington, puso el libro a la venta en la medianoche del jueves al viernes... y se agotó en sólo veinte minutos. Por su parte, el «Wall Street Journal» ha informado de la enorme cantidad de clientes que estos días preguntan en los mostradores de Books-A-Million Inc., una de las grandes cadenas de venta de libros a nivel nacional. Son escenas que, lejos de resultar anecdóticas, reflejan bien el enorme interés suscitado por la radiografía no autorizada del primer año de mandato del presidente Trump.

Entretanto, el Sindicato de Autores, que agrupa a más de 9.000 escritores, ha publicado una carta durísima en la que lamenta las amenazas contra el editor del polémico libro vertidas por el presidente de EE UU y el anuncio de una posible demanda si no desistía de publicar la obra. El Sindicato se declara «consternado por el intento sin precedentes del presidente Trump de bloquear la publicación de un libro. Un abogado privado que representa a Trump envió una carta de cese al autor, Michael Wolff, y al editor, Henry Holt and Company (...) Creemos que el intento de suprimir un libro antes incluso de su publicación resulta flagrantemente inconstitucional».

También insiste en el carácter absolutamente inédito de la situación: «Ningún presidente anterior había demandado a un escritor por difamación. La capacidad de criticar al Gobierno y sus líderes es la esencia de la protección de la libertad de expresión de la Primera Enmienda, y las amenazas de demandas judiciales por difamación uno de los principales medios de facto para restringirla». El sindicato considera que la carta de los abogados de Trump no especifica en ningún momento qué informaciones son susceptibles de contener falsedades y cuáles invaden la privacidad del presidente y su círculo.

Por último, recuerda la larga historia de Trump de demandas a autores, y en especial la que lo enfrentó a Timothy O’Brien, que había cometido el pecado de cuestionar el patrimonio del que alardea el magnate. El Sindicato de Autores recuerda las palabras de Trump: «Gasté un par de dólares en honorarios legales, pero ellos [por O’Brien y sus asesores] gastaron mucho más. Lo hice para que su vida fuera miserable». Se anuncia una guerra inaudita entre un autor y una editorial y el presidente de EE UU. Lo nunca visto.