Rusia

Trump defiende que tiene la «competencia absoluta de perdón» como presidente

El presidente recuerda que, como presidente, puede perdonar delitos incluso a él mismo

Donald Trump saluda a bordo del Air Force One, hoy sábado, en la base aérea de Andrews.
Donald Trump saluda a bordo del Air Force One, hoy sábado, en la base aérea de Andrews.larazon

Ha cumplido seis meses en el Despacho Oval sin aprobar ninguna ley de calado. Ahora, acosado por la Prensa y los servicios de Inteligencia, recuerda que tiene el poder de exonerar de sus delitos a su equipo y a sí mismo.

Es una soledad que se ha ido acrecentando con el paso de los días. El presidente Donald Trump ha cumplido sus primeros seis meses en la Casa Blanca con pocos avances y mucho ruido. En este tiempo ha trastocado las perspectivas de la comunidad internacional, con su constante acritud hacia la Unión Europea, con la retirada del Acuerdo del Clima de París y con el no al Acuerdo de libre comercio Transpacífico. En el plano interno, está acosado por la investigación sobre la ayuda de Rusia para derrotar a Hillary Clinton. Y, sobre todo, ha sufrido dos reveses contundentes. Uno desde el ámbito judicial con la paralización del veto migratorio contra países musulmanes. El otro es la imposibilidad de derogar la ley sanitaria de Obama, que tilda de fracaso.

El presidente goza de mayoría republicana tanto en la Cámara de Representantes y en el Senado. A pesar de ello, no ha podido sacar adelante ninguna ley de calado, de momento. Su promesa de construir un muro en la frontera con México también cayó en saco roto debido al elevado coste del mismo. Los medios de comunicación, a los que califica de ser la verdadera «oposición», no le dan tregua. Él siente el aliento de los investigadores, y ayer volvió a recordar que tiene plena potestad para indultar a su gente y a sí mismo. Fue un día después de que se supiese que su equipo legal busca cualquier información comprometida que pueda obligar a apartarse del «Rusiagate» a los hombres del Departamento de Justicia, especialmente al fiscal especial elegido para analizar los vínculos con Rusia y las posibles interferencias en las elecciones que dieron la victoria al magnate.

Con todo, el mandatario sigue contando con el apoyo mayoritario de sus votantes, si bien su popularidad ha caído hasta niveles histórica. Nunca en los últimos 70 años la popularidad de un presidente en EE UU había sido tan baja como la de Trump a los seis meses de llegar a la Casa Blanca, con el 36%. En cambio, el 58% desaprueba su gestión en este tiempo.