Hillary Clinton

Trump y su hijo se unen para afrontar nuevas investigaciones en el Capitolio

El primogénito parece dispuesto a asumir toda la culpa del escándalo de la conexión rusa.

Contrarios al presidente Donald Trump protestan en la avenida Pensilvania, frente a la Casa Blanca, ayer en Washington
Contrarios al presidente Donald Trump protestan en la avenida Pensilvania, frente a la Casa Blanca, ayer en Washingtonlarazon

El primogénito parece dispuesto a asumir toda la culpa del escándalo de la conexión rusa.

Donald Trump defendió a su hijo mayor en Twitter después del último escándalo por la reunión de Junior con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya. Además, como solía hacer en campaña, el magnate aprovechó para arremeter contra la ex candidata Hillary Clinton, el Partido Demócrata y los medios de comunicación. «Mi hijo Donald hizo un buen trabajo anoche. Fue abierto, transparente e inocente. Esto es la mayor caza de brujas en la historia de la política. Triste», escribió en 140 caracteres en referencia a la entrevista de su vástago en la cadena Fox. Es el único lugar donde ha comparecido en los últimos días después de su viaje a Hamburgo para la Cumbre del G-20, donde el presidente no tuvo el gran recibimiento que los líderes internacionales suelen ofrecer al jefe del Estado de Estados Unidos.

La tensión aumenta en la Casa Blanca y Trump ha cargado directamente contra su equipo después del último escándalo que ha golpeado de lleno a su hijo mayor. Con todo, Trump Junior intentó defenderse en Fox. «Debería haber hecho las cosas de manera diferente», explicó. Asimismo, confirmó que no le dijo nada a su padre del encuentro porque no había nada que mencionar en un intento claro de restar importancia a la cita y de servir de gran coartada para Trump.

Con las evidencias que hay hasta ahora, queda claro que Donald Trump Junior no será acusado de traición, debido a que Rusia no es un enemigo declarado ni tampoco una nación a la que Estados Unidos le haya declarado la guerra. Sin embargo, su futuro y su fortuna parecen haber cambiado en los últimos días para siempre. Hasta ahora se sabía muy poco de él. Pero en los próximos días y meses, se examinará con lupa si ha cometido crímenes menores, ya sean legales o políticos. Y no hay duda de que el encargado del «Russiagate», el investigador especial del Departamento de Justicia, el ex director del FBI Robert Mueller, querrá saber todos los detalles sobr el intercambio de correos electrónicos para cerrar la cita de Junior con la abogada rusa.

Incluso, el futuro director del FBI, Christopher Wray, fue interrogado durante la audiencia del Senado por este asunto. Wray, al que se hicieron diferentes preguntas sobre los escándalos de la Casa Blanca, fue contundente: «Seré leal a la Constitución». También se le interrogó por su antecesor, James Comey, cuyo cese fulminante ha sido el detonante de parte de la serie de escándalos que estrechan el cerco a la familia Trump. Esta nueva crisis da alas y argumentos a las investigaciones sobre una posible colaboración de la campaña de Trump y Rusia para influir en el resultado de las elecciones y amenaza con perseguir al presidente durante el viaje de dos días a Francia que inicia hoy. La Casa Blanca «está funcionando perfectamente, centrada en temas como la nueva ley sanitaria, la reforma fiscal y muchas otras cosas», tuiteó Trump e informó de que tiene «muy poco tiempo» para ver la televisión. Aunque su versión contrasta con fuentes cercanas al magnate en la Casa Blanca, que describen a un presidente muy enfadado por las revelaciones sobre su hijo, frustrado por la omnipresencia de la trama rusa en las noticias y que ha pasado en los últimos días muchas horas frente a la televisión.

Ahora llegarán la investigación del FBI, el Senado y la Cámara de Representantes, entre otras. Sin embargo, es muy pronto para valorar qué le ocurrirá al hijo de Trump. A juzgar por sus movimientos, está claro que ha decidido recibir todos los golpes: los suyos y los de su padre. Acaba de contratar a Alan Futerfas, experto en defensa criminal, antes de optar por publicar una serie de emails que ponían de manifiesto las mentiras o verdades a medias de la campaña de su padre.