Unión Europea
Tsipras confía en un acuerdo tras acercar posiciones con el Eurogrupo
La reforma laboral y las pensiones, principales flecos pendientes para la reunión de hoy
El «juego de póquer» en el que Grecia y Europa se han enzarzado estas últimas semanas llega a su fase final. El acercamiento de las posiciones ha desencadenado el optimismo en Atenas por alcanzar un acuerdo en la reunión del Eurogrupo de hoy. El «intercambio de visiones» con la troika este fin de semana ha servido para aclarar ciertos puntos, pero aún quedan flecos sueltos, como la reforma del mercado laboral y las pensiones. El Gobierno griego publicó ayer un borrador donde valoraba el acercamiento de posiciones y resaltaba la importancia de combatir la evasión fiscal con una metáfora futbolística «Es tan necesario como que en el FC Barcelona Neymar y Messi estén en la alineación de la final de la ‘‘Champions’’», citaba el documento los comentarios de un miembro del Eurogrupo.
El primer ministro, Alexis Tsipras, mostró su lado más moderado al afirmar que quiere una solución en la que todo el mundo salga beneficiado. «Quiero salvar a Grecia de la tragedia y proteger a Europa de la división», aseguró en una entrevista al semanario alemán «Stern». En un discurso conciliador, típico de sus citas europeas, Tsipras insistió en que, «en lugar de dinero, Grecia necesita tiempo para implantar reformas» y «ser otro país en seis meses», en alusión al programa-puente que Atenas plantea sellar hasta septiembre. «El acuerdo va a ser difícil, pero soy optimista», zanjó el primer ministro.
La misma esperanza comparte el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, que abandonó la actitud desafiante para aseverar que se encontrará un acuerdo, aunque sea en el último minuto. «Nuestra comprensión de los asuntos lógicos nos llevará a un consenso mutuo, aunque sea a las once de la noche del último día», dijo al diario griego «Ekathimerini». Varufakis reconoció que ambas partes han acordado muchos puntos, un 70% del memorándum, según fuentes gubernamentales, pero volvió a pedir relajar los objetivos fiscales. «No vemos el ajuste fiscal algo separado de la crisis humana», declaró Varufakis en referencia al 30% del memorándum con las imposiciones más duras de la troika.
Para sustituir esas medidas de austeridad, el portavoz del Gobierno, Gabriel Sakellaridis, anunció ayer que se ha acordado un programa de reformas. Tsipras puso el diseño de ese plan en manos de la OCDE, un gesto que el Eurogrupo vio con muy buenos ojos. Sin embargo, aún quedan por perfilar algunos puntos en materia de reforma laboral y pensiones, donde Grecia se ha encontrado con la oposición frontal del Eurogrupo. «Estamos investigando los casos de privilegio [en la Administración pública], pero no vamos a chocar con la sociedad», afirmó Sakellaridis.
Mientras, Grecia se ha afanado en dar los primeros pasos para combatir la evasión fiscal, una de las principales exigencias de la troika y que Tsipras puede utilizar hoy como una carta a su favor. El Gobierno empezó a preparar un marco legal que conceda más poder a la Brigada de Crímenes Financieros (SDOE) para que pueda sancionar a los evasores y a la vez ofrecer incentivos para saldar las deudas lo antes posible. Según el Ministerio Anticorrupción, la medida permitirá recaudar con rapidez 2.500 millones de euros. Atenas cepilla el tapete para terminar la jugada la próxima semana, pero las enormes diferencias iniciales han creado una distancia difícil de salvar. El Eurogrupo podría convocar una reunión extraordinaria el viernes si hoy no se logra un acuerdo. Neupic
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