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Tsipras mueve ficha en Europa ante el nuevo riesgo de quiebra
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se reunirá en Moscú con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el próximo 8 de abril, en medio de las negociaciones que el Gobierno griego mantiene con los socios europeos.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, vuelve a la palestra de la política europea con una ronda de encuentros oficiales que ponen de manifiesto los ambiguos esfuerzos diplomáticos de Atenas para mantener la presión sobre sus socios. En un intento de reconducir las deterioradas negociaciones, marcadas por los de-sencuentros entre Alemania y Grecia, Angela Merkel llamó ayer por teléfono a Tsipras para invitarlo a Berlín. La reunión tendrá lugar el próximo lunes y servirá para abordar los acuciantes problemas de liquidez que sufre el Gobierno griego. La reunión con Merkel puede valer para que Tsipras se muestre más reservado en el Consejo Europeo de mañana, pues Atenas considera la cita en Berlín una señal de que las negociaciones políticas continúan y los problemas no se reducen al nivel técnico. Además, el primer ministro griego pidió ayer al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que organice una reunión especial al margen del Consejo con Jean-Claude Juncker, Mario Draghi, François Hollande y Angela Merkel.
Pero Tsipras también se reunirá en Moscú con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el lunes 8 de abril, en pleno proceso de negociación con las instituciones europeas. Según anunció el Ejecutivo heleno en un comunicado, «el primer ministro el Kremlin tras la invitación del presidente ruso», aunque algunos medios locales apuntan que fue el jefe del Gobierno griego quien solicitó la reunión al Kremlin. En un primer momento estaba previsto que Tsipras y Putin se encontrasen el próximo 9 de mayo en la capital rusa para asistir junto a otros dirigentes políticos a las celebraciones de la victoria de Unión Soviética y los aliados en la Segunda Guerra Mundial, una conmemoración a la que la canciller alemana declinó la invitación la semana pasada.
El presidente ruso invitó al líder griego a estos festejos el pasado febrero, cuando mantuvieron una conversación telefónica en la que Putin congratuló a Tsipras por su nuevo cargo. Sin embargo, el Kremlin ya había felicitado a Tsipras escasas horas después de su victoria electoral, un gesto de apoyo que vislumbraba la buena sintonía entre ambos gobiernos. Según informó entonces el Kremlin, «en ese telegrama de felicitación el líder ruso se mostró convencido de que Rusia y Grecia continuarán incrementando su tradicional cooperación en todos los terrenos posibles».
El coqueteo entre ambos países se confirmó en el encuentro del ministro de Exteriores, Nikos Kotziás, en Moscú con su homólogo, Serguei Lavrov, en la que el dirigente griego afirmó que Grecia puede «contribuir como mediador en las relaciones entre la Unión Europea y Rusia» y se mostró contrario a la política comunitaria sobre las sanciones a Rusia por su postura frente a la crisis ucraniana. Este acercamiento de Atenas al Kremlin ha provocado malestar en el seno de UE, aunque el propio Tsipras, durante su gira por Europa tras asumir el cargo, descartó pedir financiación a Rusia y ha recalcado que la intención de su Gobierno es negociar con los socios europeos.
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