Rescate a Grecia

Tsipras viaja a Moscú y estrecha relaciones con Rusia ante los recelos de Europa

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, emprende mañana su primer viaje oficial a Moscú con el objetivo de fortalecer las relaciones entre los dos países, acercamiento que ha reavivado los recelos de Europa en un momento en que Grecia afronta graves problemas de liquidez.

"Esta es una oportunidad para dar un nuevo ímpetu a las relaciones entre Grecia y Rusia, que tienen unas raíces muy profundas en nuestra historia", afirmó Tsipras recientemente en declaraciones a la agencia rusa de noticias Tass.

En medio de las negociaciones que el Gobierno griego mantiene con los socios europeos, Tsipras abordará durante su visita de dos días a Moscú temas como la cooperación bilateral en los ámbitos de la economía, la energía, el comercio, la agricultura y la educación.

Pero lo que ha reavivado el recelo de los socios europeos lo apuntó el ministro griego del Interior, Nikos Vutsis, en una entrevista reciente con el semanario alemán Der Spiegel, cuando amenazó con mantener conversaciones con Rusia y China si no se logra un acuerdo con Europa.

Para Vutsis, estos dos países no resolverán los problemas de Grecia a corto plazo, pero los señaló como una opción "complementaria"al 'plan A' si no hay reducción de la deuda, se acaba con las medidas de austeridad y se logra un nuevo pacto condicionado al crecimiento.

"Queremos que Rusia nos ayude a reconstruir la economía griega, tanto con acuerdos comerciales como a través de la compra de deuda soberana", subrayó Vutsis.

Tras estas declaraciones, el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, salió al paso ayer para recalcar en una entrevista con el diario económico "Naftemporikí"que Grecia no contempla pedir ayuda financiera a Rusia, y aseguró que la crisis económica helena debe ser resuelta exclusivamente en el marco de la UE.

"He dicho repetidamente que la solución de la crisis griega es un tema de la familia europea y debe ser encontrada en el marco de la UE", destacó Varufakis.

El socio de coalición y líder del partido nacionalista Griegos Independientes, Panos Kamenos, echó leña al fuego al asegurar anoche en la cadena privada Star que si hay una ruptura con los socios, el Gobierno buscará acuerdos fuera de Europa, y puso como ejemplo EEUU, Rusia, China, la India u otros países de Oriente Medio.

Fuentes gubernamentales griegas aclararon asimismo que Tsipras y Putin discutirán cuestiones relacionadas con la evolución actual de los asuntos regionales e internacionales, así como de las relaciones entre la Unión Europea y Rusia.

El primer ministro griego, de hecho, volvió a ponerse la semana pasada al lado del Kremlin y criticó las sanciones occidentales contra Rusia por su postura ante la crisis ucraniana, algo que consideró un "camino a ninguna parte".

El ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, estrechó la cooperación energética con el país liderado por Putin al reunirse la semana pasada con su homólogo ruso y el presidente de Gazprom.

Lafazanis se mostró convencido de que estos contactos impulsarán las relaciones grecorrusas "en estos tiempos de crisis en Europa"y "contribuirán a la estabilidad y seguridad, y a la mejora de las relaciones económicas y políticas en toda la región".

Anunció también que varias grandes empresas rusas participarán en la licitación pública para las exploraciones marítimas de gas y petróleo en Grecia occidental y el sur de Creta.

Estos acercamientos han renovado las suspicacias entre los socios europeos y la visita de Tsipras a Moscú ha sido criticada con inusitada dureza desde Alemania, para la que de nada han servido las múltiples aseveraciones de que la intención no es minar la unidad de la Unión Europea.

El vicecanciller alemán y líder socialdemócrata, Sigmar Gabriel, llegó a emplazar al Gobierno griego a "dejar de una vez por todas los jueguecitos"de las últimas semanas y aseguró que no se puede imaginar que "nadie en Atenas se plantee seriamente dar la espalda a Europa y arrimarse a los brazos de Moscú".

El presidente del Parlamento Europeo, el socialdemócrata alemán Martin Schulz, fue todavía más lejos y calificó de "inaceptable"que Tsipras especule con poner en juego "la unidad de Europa en su política frente a Rusia"como contrapartida a una eventual ayuda económica rusa.