Turquía

Turquía amenaza a la UE con romper el pacto migratorio

Ankara reclama que se suspendan los visados antes de octubre, pero en Bruselas se resisten a avanzar tras la deriva autoritaria de Erdogan

Nuevos ataques. Varios turcos ayudan a los heridos tras una explosión cerca de una comisaría de Policía en la ciudad de Diyarbakir, al suroeste del país. En el atentado fallecieron dos agentes de policía y un civil, lo que aumenta la preocupación entre la población ante los múltiples ataques que vive Turquía
Nuevos ataques. Varios turcos ayudan a los heridos tras una explosión cerca de una comisaría de Policía en la ciudad de Diyarbakir, al suroeste del país. En el atentado fallecieron dos agentes de policía y un civil, lo que aumenta la preocupación entre la población ante los múltiples ataques que vive Turquíalarazon

Ankara reclama que se suspendan los visados antes de octubre, pero en Bruselas se resisten a avanzar tras la deriva autoritaria de Erdogan

Turquía se siente humillada por la Unión Europea, según denunció ayer el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, en el diario alemán «Bild». El jefe de la diplomacia turca aprovechó una entrevista al periódico más leído de Europa para lanzar nuevas advertencias que apuntan al fin del acuerdo migratorio si la UE no autoriza la suspensión de visados para los ciudadanos turcos.

Ankara ha trabajado «como pocos países para cumplir las condiciones de adhesión a la UE, pero a cambio, sólo ha recibido amenazas, insultos y un bloqueo total», manifestó el ministro y cofundador del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), actualmente en el poder. «Me pregunto cuál ha sido nuestro crimen para obtener toda esta hostilidad», se lamentó, días después de haber tensado aún más la cuerda acusando a Bruselas de haber «favorecido» a los autores del intento de golpe militar que a mediados de julio acabó con la vida de 265 personas. «Lo que no puede ser es que se aplique lo que es bueno para la UE, pero que Turquía no obtenga nada a cambio», añadió. Aunque aseguró que su Gobierno seguirá adelante con las conversaciones, advirtió que «o aplicamos todos los acuerdos al mismo tiempo o los suspendemos todos».

Estas duras palabras hacia Occidente contribuyen a alimentar la incertidumbre en torno al pacto negociado en marzo entre Ankara y Bruselas para reducir las entradas de miles de refugiados a una Europa desbordada por la crisis migratoria. A cambio de su contribución, se acordó que Turquía, país que acoge a 2,7 millones de refugiados sólo de origen sirio, obtendría ayudas financieras, una aceleración en el proceso de adhesión al club de los Veintiocho, así como la eliminación de visados para sus ciudadanos, en principio fijada para junio. Pero la creciente represión en Turquía tras la movilización armada frustrada del 15 de julio llevó a Europa a retrasar estos compromisos. Desde la Comisión Europea (CE) ya han advertido de que no habrá exenciones de visados antes de fin de año, algo que desató la ira del Gobierno turco, que reclama octubre como fecha límite para que éstos se concedan. Las advertencias de Cavusoglu no han sido las primeras que el país euroasiático ha dirigido a Europa en este tono. A principios de agosto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que sin la suspensión de visados no seguiría adelante con un acuerdo que cada vez desata más escepticismos en Europa. Lo más inquietante es que Bruselas no ha manifestado disponer de un plan alternativo si el pacto llega a hundirse.

Además, Ankara se niega a modificar su ley anti-terrorista, uno de los requisitos exigidos por la UE, y se plantea aceptar la pena de muerte, lo que supondría el cese inmediato de las negociaciones por contradecir los principios democráticos europeos. A este respecto, Cavosuglu argumentó: «En Europa hay una gran desinformación sobre lo que sucede en Turquía. El pueblo turco está traumatizado. Hemos vivido el intento golpista más sangriento de la historia del país y no podemos ignorar lo que pasó». A continuación, puntualizó que él estaba en contra de la pena de muerte, pero que su país se encontraba dividido. «Mi mujer, por ejemplo, cree que es necesaria», añadió.

Cavosuglu también justificó las detenciones masivas que lleva a cabo el régimen. «En Europa no se entiende lo peligrosa que es la organización terrorista Gülen –el predicador señalado como autor del golpe–. Todavía hay riesgo y, si un periodista apoya a una organización terrorista, la libertad de prensa tiene poco que ver», arguyó el político islamoconservador. Tras el levantamiento, el Gobierno de Ankara ha detenido a 35.000 personas y más de 40 periodistas continúan encarcelados.

Las condiciones

- El acuerdo firmado en marzo incluye una partida de 3.000 millones de euros que la UE debe pagar a Turquía para gestionar a los migrantes.

- Sólo se han pagado 105 millones,por lo que las autoridades turcas han mostrado su descontento con la UE por su «falta de compromiso».

- A cambio del dinero, Ankara se compromete a retener a los exiliados en su territorio y realizar el registro y posterior reparto a Europa.